Calmejane gana en otro cuento de hadas
El franc¨¦s se impone en la cuarta etapa y el colombiano Atapuma es nuevo l¨ªder
Las historias se repiten. O no. No se sabe, tienen d¨ªas, a?os o siglos. La Vuelta, con un sol naciente que nada tiene que ver con la que canci¨®n que escribi¨® un autor desconocido, se ha repetido como un pan de ajo. O sea, dej¨® que cristalizara una escapada, que m¨¢s parec¨ªa una cuadrilla a la llamada del botell¨®n, 20 ciclistas, nada menos que 20, porque a todos les ven¨ªa bien que les dejaran reposar tras pasearse por la Costa Da Morte.
Y se repiti¨® el guion, como el de las pel¨ªculas del domingo por la tarde en televisi¨®n, hechos en una sandwichera de las que se regalaban en las bodas: se van los que tienen los papeles de pobres en regla, y se quedan mir¨¢ndose de reojo (o sin mirarse) los que tienen pasaporte para la gloria. Y al final, gana un muchacho de 23 a?os, Lilian Calmejane, franc¨¦s, otra vez un franc¨¦s poniendo la bandera en el edificio de la vecindad, entregado a la causa, literalmente despechado frente al calor gallego, h¨²medo, pegajoso, que se pega al cuerpo como la crema cuando se empotinga de arena.
Y por detr¨¢s, los desheredados, su ex 19 compa?eros, ¡ªalgunos fueron engullidos mucho antes¡ª, que reaccionaron tarde, que midieron mal, que calcularon peor. Y solo el colombiano Darwin Atapuma se cobr¨® la herencia roja, o sea que se puso l¨ªder aunque la etapa se le fue como el agua entre los dedos, poco a poco, pero intratable. Y m¨¢s atr¨¢s los favoritos, mirando al suelo, a los lados, tranquilos, respet¨¢ndose unos a otros, sintiendo el vientecillo de la costa sec¨¢ndoles el sudor.
La historia se repiti¨® un d¨ªa despu¨¦s. Gan¨® quien m¨¢s sufri¨®, Calmejane, y triunf¨®, como l¨ªder, Atapuma. Un d¨ªa antes, hab¨ªa ganado otro franc¨¦s, Geniez y, Rub¨¦n Fern¨¢ndez alcanz¨® el primer liderato de su corta historia. Pero la historia tiene sus matices y no siempre se repite literalmente. Para su bien, Alberto Contador vivi¨® un d¨ªa tranquilo.
Metidito entre sus rivales, como arropado (m¨¢s que vigilado) fue corriendo y subiendo sin que nadie le inquietara. No era un d¨ªa de guerra, ni de maniobras. M¨¢s se trataba de rutina y el ciclista de Pinto naveg¨® por el mar y la monta?a, como un balandro y como un quad.
Mayordomo y alfombra
Hab¨ªa dudas y Contador y el pelot¨®n se dieron un respiro. El primer da?o ya est¨¢ hecho, pero quedan muchos asaltos. La pelea estaba por delante. Dicen que seg¨²n en qu¨¦ casos, dos son multitud. Imag¨ªnense 20 ciclistas con el mismo objetivo y las fronteras del pelot¨®n abiertas de par en par. Inevitablemente, la pelea ten¨ªa que ser multitudinaria. Todos los que guardaron o ten¨ªan fuerzas lo intentaron en los 20 kil¨®metros finales: unos con m¨¢s ganas que fuerzas, otros con m¨¢s fe que razones. De Gendt, Madrazo, Dommont... y todo as¨ª en busca del ko.
Calmejane, el chaval¨ªn, el m¨¢s joven, el m¨¢s inexperto, decidi¨® irse hacia la meta como quien llega tarde a casa: se abri¨® el maillot, sac¨® pecho, mir¨® una cuantas veces hacia atr¨¢s y devolvi¨® la vista al frente, mirando las pancartas que iban restando kil¨®metros a una ascensi¨®n final de 11 kil¨®metros. Cuando Atapuma reaccion¨® ya era tarde, ya hab¨ªa perdido las llaves y deb¨ªa llamar al timbre para que le abrieran la puerta de la etapa. Pero era el l¨ªder. O sea, que ten¨ªa mayordomo y alfombra para entrar en San Andr¨¦s de Teixido.
Y el resto, al tran tran, respetando sus fuerzas, sin medir al rival porque, como dicen todos, ¡°la Vuelta acaba de comenzar¡±. Y no mienten. Pero el ciclismo tambi¨¦n se alimenta de s¨ªntomas. En la etapa fueron planos. El coraz¨®n de Calmejane lat¨ªa como una bater¨ªa de heavy metal, el de los favoritos sonaba m¨¢s a las maracas de un bolero. Todos decidieron esperar. Menos Calmenaje, que ten¨ªa prisa por llegar y ninguna por bajarse del podio. Era su d¨ªa. En cierto modo, ayer naci¨® en Teixido, en los alto de Cedeira. En Galicia. En el mismo lugar en el que Contador tom¨® aliento, y el resto de sus rivales decidieron que era un mal d¨ªa para la l¨ªrica del ciclismo.
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