El martillo de Ter Stegen
Acostumbrado a competir y elegido por Zubizarreta como el sucesor de Vald¨¦s, el alem¨¢n aspira a ser el portero titular del Bar?a despu¨¦s de la salida de Bravo
Marc-Andr¨¦ ter Stegen se parece cada vez m¨¢s a V¨ªctor Vald¨¦s como portero del Bar?a. Ambos tienen una personalidad muy fuerte, dif¨ªcilmente admiten competencia y se implican en el juego del equipo con la misma determinaci¨®n que Busquets. No responden al perfil cl¨¢sico de los guardametas que cuidan del ¨¢rea sino que son futbolistas de campo sobre los que el Barcelona edifica el f¨²tbol tan singular de posesi¨®n, posici¨®n y presi¨®n, liderado por Messi.
Vald¨¦s fue un guardameta dif¨ªcil que polemiz¨® hasta con su mentor Van Gaal para finalmente tomar la delantera sobre Reina. A partir de la Champions de Par¨ªs, nadie discuti¨® su jerarqu¨ªa despu¨¦s de alternar actuaciones muy sobrias con errores may¨²sculos ante pillos como Tamudo y Villa. Jug¨® y actu¨® como el portero titular de un campe¨®n: exig¨ªa mucho y se exig¨ªa m¨¢s, de manera que no era f¨¢cil tenerle contento, como se vio en su salida del Camp Nou.
Ten¨ªa reacciones dif¨ªciles de descifrar y su car¨¢cter engre¨ªdo m¨¢s que altivo abonaba muchas leyendas, no todas buenas precisamente, alguna intencionadamente falsa. Los entendidos coincidieron, de todas maneras, en que a partir suyo se supo qu¨¦ tipo de portero le conven¨ªa al Bar?a: el modelo a seguir era el de Vald¨¦s.
Pies, manos y cabeza
La tarea de dar con su sustituto se anunciaba especialmente compleja en un club que ha tenido porteros de categor¨ªa, y tambi¨¦n de grandes contrastes, como Zamora, Platko, Velasco, Ramallets, Sadurn¨ª, Reina, Urruti, Zubizarreta o Busquets, el portero sin manos, como le bautiz¨® L'Equipe, porque a Cruyff le obsesionaba que el juego empezara por los pies del arquero, una tesis tan discutida al inicio como asumida con el tiempo desde que a los guardametas les fue prohibido recibir con las manos las cesiones de su defensa.
Zubizarreta sufri¨® con Cruyff` y aguant¨® la presi¨®n del Camp Nou antes de desesperarse con Vald¨¦s en calidad de director deportivo del Bar?a. Muy pocos han entendido m¨¢s a Vald¨¦s y han analizado mejor al Bar?a que Zubi. As¨ª que su obsesi¨®n fue la de encontrar al entrenador y al portero ideal para el Camp Nou. Hoy puede presumir de un legado ganador: Luis Enrique y Ter Stegen.
¡°El comportamiento de los porteros ha sido ejemplar¡±
Una vez consumado el adi¨®s de Claudio Bravo, Luis Enrique destac¨® al guardameta chileno, que disput¨® 75 partidos con el Bar?a, encaj¨® 43 goles y dej¨® la porter¨ªa imbatida en 42 ocasiones. ¡°Quiero valorar el trabajo de Claudio, que ha sido incre¨ªble y profesional. Ha aportado much¨ªsimo, sobre todo en un momento en el que la porter¨ªa estaba en duda tras la salida de Vald¨¦s. Su rendimiento ha sido alt¨ªsimo¡±, asegur¨® el entrenador del Barcelona.
El asturiano quiso borrar ¡°los rumores¡± de una presunta mala relaci¨®n entre Ter Stegen y Bravo. ¡°He vivido en primera persona el comportamiento de los porteros y ha sido ejemplar. La f¨®rmula que utilizamos (el chileno jugaba la Liga y el alem¨¢n, la Copa y la Champions) ha tenido ¨¦xito gracias a ese comportamiento¡±, remat¨® Luis Enrique.
Al alem¨¢n le sigui¨® mucho tiempo, en casa y en el campo, hasta que se convenci¨® de que era un portero a la medida del Bar?a. La categor¨ªa de Ter Stegen qued¨® contrastada en la Copa y en la Champions. Ha sido hasta ahora un meta excelente con los pies, sus manos funcionan como los postes en los remates de arietes de la talla de Lewandoski, tiene reflejos y su cabeza parece tan dura como la de Vald¨¦s, un arquero ¨²nico, por otra parte, en el mano a mano, idealizado desde que se trag¨® a Henry en Par¨ªs. Hay que ser fuerte psicol¨®gicamente para defender el marco azulgrana y competir con Bravo. El pulso, tan profesional como tenso, a la medida de Luis Enrique, ha acabado con la marcha del chileno a Manchester. Bravo se va con Guardiola por la mitad del precio de su cl¨¢usula: 20 millones ante 40.
As¨ª que Ter Stegen se queda feliz, porque su litigio con Bravo fue ¡°duro, justo y motivador¡±, de acuerdo a su definici¨®n. La versi¨®n es diferente si se pregunta al entorno del meta de Chile, que ha dado a entender que el alem¨¢n ser¨ªa mejor portero que persona, seguramente porque hac¨ªa notar su ambici¨®n por jugar los d¨ªas laborales y los festivos, seguro de poder ganar el pulso porque lleva toda su vida compitiendo y venciendo a Leno en Alemania.
Alem¨¢n, un punto arrogante, Ter Stegen es un martillo.
Ahora le toca defender que es el portero del Bar?a, y no solo la mitad, con el permiso de Cillessen y la aprobaci¨®n del Camp Nou. La hinchada, experta en generar debates, le escrutar¨¢ m¨¢s que nunca, cosa peligrosa para un meta cuyos errores son muy vistosos por su forma de jugar y mostrarse, como se vio en la Supercopa del a?o pasado cuando tom¨® un gol desde medio campo de San Jos¨¦. La gente hab¨ªa interiorizado que Bravo era el portero de la Liga y Ter Stegen, el de la Champions. Y ya se ha visto en el pulso Bar?a-Madrid que no son precisamente el mismo torneo, de manera que es ahora cuando el alem¨¢n deber¨¢ demostrar que es la r¨¦plica de Vald¨¦s. Bravo, al fin y al cabo, gan¨® todos los torneos en que fue titular, prueba de su regularidad a los 33 a?os. Ocurre que nadie se siente tan seguro ni positiviza mejor los fallos que Ter Stegen a sus 24 a?os. No conviene olvidar que al igual que a Vald¨¦s le gustaba Khan.
Zubizarreta est¨¢ muy tranquilo y Cruyff se siente dichoso porque de la mano de Guardiola hasta la Premier ficha porteros que jueguen con los pies como Bravo.
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