Roberto Mart¨ªnez se estrena al frente de B¨¦lgica con el bal¨®n como obsesi¨®n
El seleccionador belga resta importancia al resultado del partido frente a Espa?a y lo toma como un ensayo para conocer mejor a sus jugadores
La selecci¨®n belga es ese equipo para el que ser eliminado en cuartos de final de una Eurocopa o un Mundial ha dejado de considerarse un aprobado para pasar a adquirir proporciones de drama nacional. Roberto Mart¨ªnez es ese t¨¦cnico al que ya no se le exige la gesta de llevar a equipos menores a logros inesperados sino a conjuntos maduros a objetivos ambiciosos. Ambos se han encontrado despu¨¦s de sendas decepciones en la Eurocopa y en el Everton, y presentar¨¢n frente a Espa?a la primera propuesta futbol¨ªstica de la era Mart¨ªnez sin apenas rodaje juntos. "Estoy acostumbrado a 50 sesiones de entrenamiento durante la pretemporada antes del primer partido", ha lamentado el t¨¦cnico catal¨¢n, resignado a que el contacto con sus nuevos jugadores antes del choque frente a Espa?a se limite a unas pocas jornadas.
En las cuatro semanas que lleva al frente de los Diablos Rojos, Mart¨ªnez ha renegado de la necesidad de la revoluci¨®n aludiendo al segundo puesto que B¨¦lgica ocupa en el ranking FIFA, una clasificaci¨®n liderada por Argentina en la que Espa?a es octava. Cuenta con pr¨¢cticamente los mismos hombres que fueron incapaces de evitar el adi¨®s de Marc Wilmots del banquillo de la selecci¨®n, la llamada generaci¨®n de oro del f¨²tbol belga con elementos como Eden Hazard (Chelsea), Kevin De Bruyne (Manchester City) o Thibaut Courtois (Chelsea).
La pregunta que planea sobre el espa?ol es si con los mismos ingredientes puede cocinar un plato distinto. Dos han sido sus prioridades desde que aterriz¨® en Bruselas: inculcar una mentalidad ganadora e implantar la cultura del f¨²tbol control que ya logr¨® en el Swansea gal¨¦s. "Pasamos de 150 a 650 pases por partido", gusta de presumir. As¨ª es Mart¨ªnez, un gestor para el que las estad¨ªsticas cuentan historias m¨¢s all¨¢ de las veces que el bal¨®n traspasa la l¨ªnea de gol de la porter¨ªa.
El hombre que colg¨® en su oficina un retrato de Johan Cruyff durante su etapa en el Everton tiene la posesi¨®n como obsesi¨®n y el f¨²tbol ofensivo como carta de presentaci¨®n. "Como entrenador, puedes ser alguien que cree un s¨®lido sistema defensivo o alguien para el que todo gire en torno al bal¨®n, el control del partido y atacar", apuntaba este a?o en una entrevista con el diario brit¨¢nico The Daily Mail. ?l pertenece a este ¨²ltimo grupo, pero la apuesta tiene sus riesgos: tres goleadas en sus ¨²ltimos cuatro encuentros al frente del Everton interrumpieron una fulgurante carrera en la Premier League.
"Mi objetivo es formar un bloque compacto que tenga la posesi¨®n del bal¨®n. Quiero un equipo capaz de controlar el tempo de un partido. Pero eso no se logra en dos entrenamientos...", insisti¨® esta semana en una rueda de prensa previa al partido frente a Espa?a. La selecci¨®n espa?ola no es, a priori, el mejor equipo al que discutirle el dominio del bal¨®n, y Mart¨ªnez es consciente de ello. ¡°Tendr¨¢n a menudo la pelota y quiero ver c¨®mo reaccionamos¡±.
El car¨¢cter amistoso del encuentro le permitir¨¢ estar m¨¢s pendiente de las anotaciones en el cuaderno que del electr¨®nico. "Lo que contar¨¢ el jueves es el compromiso y la mentalidad. Para m¨ª el resultado no tiene ninguna importancia, quiero ver a los jugadores emplearse a fondo". El f¨²tbol como ensayo. El bol¨ªgrafo como instrumento de mejoras futuras. Mart¨ªnez quiere ser una esponja que absorba las virtudes y defectos de su equipo. Como colectivo pero tambi¨¦n individualmente. Est¨¢ dispuesto a agotar los seis cambios frente a Espa?a para ver qui¨¦nes son capaces de impresionarle sobre el c¨¦sped.
"Tiene jugadores para hacer dos equipos", opina Jean Marie Pfaff, portero de la selecci¨®n belga en los a?os ochenta. El peso de la herencia de Wilmots, que pese a su destituci¨®n tras la Eurocopa dej¨® un digno balance de 34 victorias, ocho empates y nueve derrotas en 51 partidos, planear¨¢ sobre el nuevo seleccionador. "Cuando no ganemos la gente se acordar¨¢ de Wilmots", cree Pfaff.
La verdadera prueba de fuego llegar¨¢ para Mart¨ªnez la pr¨®xima semana en el choque clasificatorio para el Mundial frente a Chipre. Junto a una filosof¨ªa de juego que pone el control del bal¨®n como medida de todas las cosas, cuenta a su lado como parte del staff t¨¦cnico con el exdelantero franc¨¦s Thierry Henry para ayudar a sus atacantes a afinar la punter¨ªa. Poco conocido en un pa¨ªs que acogi¨® su nombramiento con sorpresa y en el que se barajaban nombres de mayor experiencia como Marcelo Lippi o Louis Van Gaal, Roberto Mart¨ªnez inicia este jueves el camino hacia la conquista del favor de la afici¨®n. "Lo m¨¢s dif¨ªcil es ganar cuando todo el mundo lo espera", dijo a su llegada a la selecci¨®n. En la B¨¦lgica de la generaci¨®n de oro, nadie aguarda la derrota.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.