Los d¨ªas felices de Pablo Carre?o

Estos d¨ªas, Pablo Carre?o (Gij¨®n, 25 a?os) anda feliz como unas casta?uelas por la Gran Manzana. Y es que el asturiano, un chico cercano y accesible al que le gustan las ensaladas y la pasta despu¨¦s de un buen entrenamiento, un tipo al que uno puede encontr¨¢rselo dando un paseo en el centro de Londres o un bosque parisino, tiene m¨¢s que motivos para lucir una sonrisa. La pasada madrugada remont¨® un dur¨ªsimo partido frente al serbio Janko Tipsarevic, todo un sabueso de 32 a?os, y accedi¨® a la tercera ronda del US Open, donde ahora puede romper su techo en un gran torneo, porque nunca ha ido m¨¢s all¨¢ de esta fase. El 3-6, 4-6, 6-1, 6-4 y 6-4 (en 3h 41m) le cita ahora en un baile que muy pocos querr¨ªan, con el talentos¨ªsimo Dominic Thiem, pero a ¨¦l no se le borra la sonrisa.

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¡°?l est¨¢ haciendo un a?o muy bueno", remarca el espa?ol, que por primera vez en toda su carrera obtuvo un triunfo en cinco sets, en otra muestra m¨¢s de su crecimiento, justo despu¨¦s de alzar su primer t¨ªtulo como profesional la semana previa al major estadounidense, en Winston-Salem, y de estrenar su mejor ranking, como 39? mejor jugador del mundo en estos momentos. "Es top-10 y est¨¢ luchando para clasificarse para la Copa de Maestros¡­ Yo estoy en otra liga. Estoy subiendo posiciones, pero a¨²n me falta un poquito para llegar donde est¨¢ ¨¦l", expresa en unas declaraciones recogidas por la web oficial de la ATP.

El de Carre?o est¨¢ siendo un proceso dificultoso. Su acceso al circuito suscit¨® muchas esperanzas, porque por su edad pod¨ªa ser la bisagra entre la vieja guardia de tenistas espa?oles (Nadal, Feliciano, Ferrer, Verdasco, etc...) y las nuevas generaciones, a las que que dicho sea de paso no se les ve venir todav¨ªa. Pero Carre?o a¨²n no ha dado el salto cualitativo y se mueve desde hace tres a?os en una zona de la lista, entre los puestos 50 y 70, de la que no consigue escapar. Sin embargo, poco a poco ha ido cogiendo poso y afilando su derecha, supervisada en la Academia de Villena por sus t¨¦cnicos, Samuel L¨®pez y C¨¦sar F¨¤bregas, y por el exn¨²mero uno Juan Carlos Ferrero, uno de sus referentes. "?l sabe que es mi ¨ªdolo, se lo he dicho varias veces y le he ense?ado recuerdos, como una foto que tengo con ¨¦l", admite a la ATP.

Contra Tipsarevic, el gijon¨¦s no volvi¨® la cara a un pulso que se le hab¨ªa puesto muy negro, ante un veterano y con dos parciales en su contra. Entonces, se levant¨® y rubtric¨® una victoria de much¨ªsimo valor, la s¨¦ptima sucesiva sobre pista dura en esta ¨²ltima franja del verano.¡°Es la primera en cinco sets, despu¨¦s de no s¨¦ cu¨¢ntas derrotas. ?Por fin ha tocado! Este a?o en Roland Garros tambi¨¦n hab¨ªa remontado dos sets en contra, pero no pude acabar el quinto por lesi¨®n", recuerda Carre?o, que hace dos a?os, en 2014, tambi¨¦n logr¨® llegar hasta la tercera ronda en Flushing Meadows.

A la espera de su salto cualitativo, ¨¦l debe ser una de las bisagras en el cambio generacional del tenis espa?ol

"Me estaba costando jugar en pistas r¨¢pidas. No consegu¨ªa jugar m¨¢s de un torneo seguido bien, o dos partidos seguidos bien, y estas semanas me estoy encontrando muy c¨®modo, con mucha confianza. Se est¨¢ demostrando que en pista r¨¢pida tambi¨¦n puedo jugar y ganar a grandes jugadores¡±, incide, despu¨¦s de haber ganado en asfalto a rivales como J¨¦remy Chardy (55), Pablo Cuevas (20), Andrey Kuznetsov (47) o Roberto Bautista (17).

As¨ª son estos d¨ªas felices de Carre?o, siempre humilde. "Famoso no soy del todo", reconoce a la ATP; "algunas veces en las aerol¨ªneas me reconocen y me ayudan con el tema de sobrepeso o dej¨¢ndome llevar el raquetero encima, conmigo. Eso me ha ayudado un poquito". Y sobre esa humildad debe apoyarse la transici¨®n en el tenis espa?ol si no quiere que los tiempos de secano sean largos. Todos esperan el salto de Pablo.