Cillessen y Alc¨¢cer, un estreno torcido

Control orientado con el pie derecho y pase al lateral izquierdo, a Digne. As¨ª arranc¨® Cillessen los primeros aplausos del Camp Nou, que salud¨® a su nuevo portero, al tercero que defiende la camiseta azulgrana en los cinco primeros encuentros despu¨¦s de que jugara Bravo ¡ªya traspasado al Manchester City¡ª, le siguiera Ter Stegen, re?ido con la fortuna porque ya se ha lesionado dos veces (esguince en la rodilla y molestias musculares en el b¨ªceps femoral), y completara el c¨ªrculo el holand¨¦s, que tom¨® el relevo de Ruud Hesp 16 a?os despu¨¦s. Pero fue un estreno torcido para el meta al igual que para Alc¨¢cer, que ocup¨® el frente de ataque azulgrana. ¡°No estoy bien porque hemos perdido. Aunque ma?ana espero estar un poco mejor por ver que he debutado con el Barcelona¡±.

No estoy bien porque hemos perdido. Espero estar mejor ma?ana Cillessen, portero del Bar?a

Cillessen sumaba tres entrenamientos y 16 d¨ªas en el Bar?a, y empez¨® con buen pie al atrapar con seguridad ese disparo potente pero centrado de Ibai G¨®mez. Aunque en la siguiente acci¨®n, poco exigido ante un rival que se encerraba alrededor del ¨¢rea y que se remit¨ªa a las contras espor¨¢dicas, se qued¨® sin respuesta. Fue al filo del descanso, cuando Kiko Femen¨ªa sac¨® un centro envenenado, cuando la anticipaci¨®n de Deyverson acab¨® en un remate raso que le pill¨® a contrapi¨¦. Se lament¨® el portero para perder la mirada en el infinito, al tiempo que Ter Stegen ¡ªandaba renqueante por los vomitorios del Camp Nou¡ª pon¨ªa cara de pocos amigos en su asiento, justo al lado de Sergi Roberto, una de las rotaciones de Luis Enrique.

La rueda de cambios, impulsada por las molestias de Messi en el pubis y las musculares de Luis Su¨¢rez, dio cabida a Alc¨¢cer en el campo. Pero sobre el c¨¦sped no encontr¨® su sitio, entre otras cosas porque Neymar tir¨® hacia dentro en vez de dar amplitud al campo y acumul¨® el bal¨®n y la prioridad del pase de los compa?eros. No fue por falta de ganas de Alc¨¢cer, que lanz¨® diagonales sin parar (incluso realiz¨® un saque de banda tras uno de esos movimientos), sin ser visto. Y cuando se gan¨® el sitio, en una acci¨®n similar a la de Deyverson con Arda como surtidor, cruz¨® en exceso el esf¨¦rico.

Apenas la toc¨® el punta, cambiado con las urgencias, y solo la roz¨® Cillessen en el chut de Ibai G¨®mez, que estrope¨® la noche azulgrana de los estrenos.