Pako Ayestar¨¢n deja de ser el entrenador del Valencia

V¨ªctima de su conformismo en la confecci¨®n de la plantilla, de los resultados, con cuatro derrotas consecutivas, la historia de Pako Ayestar¨¢n en el Valencia ha tocado a su fin, despedido de la entidad che, decisi¨®n tomada a 12.000 kil¨®metros de distancia, en Singapur, donde se desplaz¨® la presidenta Layhoon y el consejero delegado Kim Kho, para reunirse con Peter Lim y confirmar la destituci¨®n del t¨¦cnico de Beas¨¢in. Voro Gonz¨¢lez, se sentar¨¢ en el banquillo de Mestalla en el partido que enfrentar¨¢ ma?ana jueves al Valencia contra el Alav¨¦s. El delegado del conjunto che, le tocar¨¢ una vez m¨¢s ejercer de t¨¦cnico interino hasta la contrataci¨®n de un nuevo entrenador, esta vez con m¨¢s experiencia y cach¨¦. La temporada pasada, a Voro ya le toc¨® lidiar en la transici¨®n entre Nuno y Neville, en el encuentro entre el Valencia y Bar?a disputado en Mestalla y que concluy¨® con 1-1. En las ¨²ltimas jornadas de la temporada 2005-2006, el excentral del Valencia y D¨¦por gobern¨® a la plantilla del conjunto che tras el despido de Ronald Koeman.

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Cuatro meses ha durado el idilio entre Ayestar¨¢n y el Valencia, con m¨¢s sombras que luces. El entrenador guipuzcoano, tras llegar al club de Lim en el pasado mes de febrero para ejercer de asistente de Gary Neville, cogi¨® las riendas del Valencia a falta de ocho jornadas para la conclusi¨®n de la Liga, con el humilde objetivo de salvarlo del descenso, debutando con derrota ante Las Palmas en el estadio Gran Canaria, consiguiendo despu¨¦s tres victorias consecutivas, con triunfo incluido en el Camp Nou ante el Bar?a (1-2) y un empate, que certificaban la permanencia en Primera. En los ¨²ltimos tres partidos de Liga el Valencia los sald¨® con sendas derrotas, justificadas estas por Garc¨ªa Pitarch, el director deportivo, por la relajaci¨®n de la plantilla tras el deber cumplido.

En el cierre de temporada en Mestalla, Ayestar¨¢n se postul¨® como ¡°el entrenador id¨®neo para el proyecto del Valencia¡±. Subyac¨ªa la idea de que el expreparador f¨ªsico de Ben¨ªtez ser¨ªa sol¨ªcito con el nuevo proceder austero del propietario del Valencia que asumi¨® una ampliaci¨®n de capital de 100 millones, malgastados en parte con fichajes de cuestionable val¨ªa, (Santos, Abdennour) endosados algunos de ellos por Jorge Mendes, amigo-socio el representante portugu¨¦s del singapurense.

Posteriormente, a mitad de mayo, Ayestar¨¢n viaj¨® a Singapur junto a un reducido grupo de jugadores che. En los dominios de Lim, el de Beas¨¢in termin¨® de convencer al magnate de Singapur de la idoneidad de su prolongaci¨®n de contrato. Garc¨ªa Pitarch, tras el benepl¨¢cito de Lim, anunci¨® que Ayestar¨¢n ser¨ªa el entrenador del Valencia hasta junio del 2018, que era la primera opci¨®n contemplada para el banquillo de Mestalla. Desde que Lim es due?o del Valencia, entrenar al conjunto che ha resultado barato, con entrenadores con escaso curr¨ªculum en clubes de prestigio, como Nuno o Ayestar¨¢n, o en pr¨¢cticas como Neville.

Velando por los intereses del due?o, Garc¨ªa Pitarch reconoci¨® que la llegada de un entrenador de contrastada reputaci¨®n al Valencia, supondr¨ªa un desembolso econ¨®mico y unas exigencias en la confecci¨®n de la plantilla que el Lim no estaba dispuesto a dispensar. Tras anunciar en el verano que de Mestalla no se marchar¨ªan los principales jugadores, la realidad result¨® todo lo contrario. Tras la venta de Andr¨¦ Gomes al Bar?a, al que sigui¨® Paco Alc¨¢cer a finales de agosto, m¨¢s el traspaso de Mustafi al Arsenal, supuso para el Valencia el quedarse sin sus tres futbolistas m¨¢s importantes, uno por l¨ªnea. Lim recaud¨® para el club che 110 millones de euros con las transferencias e invirti¨® apenas 30 con las llegadas de Nani y Medr¨¢n, m¨¢s la de Garay el 31 de agosto, a los que sumar los cedidos, Mangala, Munir y Mario Su¨¢rez. Todo a ¨²ltima hora. Hasta la tercera jornada Ayestar¨¢n no supo de qu¨¦ plantilla dispon¨ªa. Solo la ha podido entrenar dos jornadas, destituido por los resultados y una planificaci¨®n deportiva en la que apenas tuvo voz.