¡°A los hombres no les gusta que una mujer vaya por delante¡±
La colombiana Tatiana Calder¨®n es la ¨²nica piloto que compite en una de las dos categor¨ªas teloneras de la F¨®rmula 1
El presente de Tatiana Calder¨®n (Bogot¨¢, 1993) comenz¨® una tarde de hace 14 a?os en un peque?o circuito colombiano de karts de alquiler, acompa?ada de su hermana Paula, siete a?os mayor. Mientras sus compa?eros de clase so?aban con emular al Pibe Valderrama o a Mar¨ªa Isabel Urrutia, primera medallista de oro para Colombia en unos Juegos Ol¨ªmpicos, ella comenz¨® a seguir los pasos de Juan Pablo Montoya, que hab¨ªa debutado en 2001 en la F¨®rmula 1 con Williams. Hoy est¨¢ a dos escalones de su sue?o.
Con 23 a?os, Tatiana Calder¨®n es la ¨²nica mujer en las dos categor¨ªas que sirven de antesala a la cumbre del automovilismo. Desde comienzos de a?o, y tras haber pasado cinco temporadas en F¨®rmula 3, milita en el equipo Arden de GP3, la tercera divisi¨®n europea, con monoplazas de 400CV. Ya ha encadenado tres top 10 este curso, pero no se conforma. Su pr¨®ximo reto es subir al podio.
En el automovilismo no existen categor¨ªas femeninas. Hombres y mujeres compiten a la par. Danica Patrick o Susie Wolff, por ejemplo, han competido en los ¨²ltimos a?os en la Indycar y en el Campeonato Alem¨¢n de Turismos, respectivamente. ¡°F¨ªsicamente, y m¨¢s ahora que estoy en monoplazas, me toca trabajar muy duro el tren superior para estar al nivel de un hombre normal¡±, afirma Tatiana, que ha tenido que cambiar varias veces este a?o su posici¨®n en el asiento del coche, la colocaci¨®n del pedal del freno y las palas para subir y bajar de marcha. ¡°Obviamente a los hombres no les gusta que una mujer vaya por delante y creo que al principio te tratan un poco m¨¢s duro en pista y tratan de sacarte, pero cuando les demuestras que est¨¢s ah¨ª para competir y para ganarles, te empiezan a respetar y te tratan como uno m¨¢s¡±, dice la piloto colombiana, que con 15 a?os fue la primera mujer en ganar un campeonato nacional de karting en Estados Unidos.
Tatiana ha contado con el apoyo econ¨®mico de su familia desde que con nueve a?os se iniciara en el karting. Pero cada temporada de GP3 ronda los 800.000 euros y para ello es imprescindible encontrar otros respaldos. De eso se encarga su hermana, su m¨¢nager. ¡°Es algo muy complicado. Necesitamos a alguien que nos apoye. No solo empresas colombianas¡±, reconoce la piloto.
A 4.350 metros de altitud en plena Comunidad de Madrid. La concentraci¨®n de ox¨ªgeno ronda el 12% (lo normal es 20%) y la temperatura supera los 40 grados, pero Tatiana sigue pedaleando a 120 pedaladas por minuto mientras goterones de sudor caen al suelo de pl¨¢stico. La colombiana se encuentra dentro de una c¨¢mara de hipoxia con dos radiadores a cada lado de la bicicleta est¨¢tica donde se entrena. Durante el ¨²ltimo mes y medio, todas las semanas ha repetido este tipo de entrenamiento en el Reebook Sports Center de La Finca. ¡°Est¨¢ aclimataci¨®n al calor es clave para preparar citas como la de Malasia¡±, apunta Iv¨¢n Rodr¨ªguez, su entrenador personal y responsable de alto rendimiento del club.
Tambi¨¦n la ¨²nica mec¨¢nica en la categor¨ªa
Emilie Rath (Copenhague, 1992) tambi¨¦n so?aba con coches, carreras y circuitos, pero en su caso con herramientas en la mano. Desde principios de temporada ha sido una de los dos mec¨¢nicos de Tatiana, y su amiga. ¡°Ser la ¨²nica piloto y la ¨²nica mec¨¢nica en la categor¨ªa nos ha unido mucho¡±, reconoce. Su carrera empieza desde el martes o mi¨¦rcoles montando las carpas del equipo donde descansan los coches entre sesiones y termina contra el reloj el domingo.
¡°Su tenacidad es contagiosa y nos ha hecho trabajar al 110%¡±, apunta Rath. Ella logr¨® aterrizar en la F-1 con Manor el pasado agosto y reconoce que ¡°tener pilotos como Tatiana hace m¨¢s brillante el futuro de la mujer en la F1¡±.
Tatiana pone de acuerdo a aquellos que trabajan con ella: es constante, sacrificada y sabe sufrir. Tambi¨¦n coinciden en que le falta ese punto de agresividad en la pista que intimide a los rivales, pero esta temporada se est¨¢ curtiendo en mil batallas. Vive por y para el deporte y solo desconecta para ver m¨¢s deporte en televisi¨®n y ¡°alguna serie de abogados¡±. Seg¨²n Rodr¨ªguez, que ha entrenado a pilotos de F1 como el mexicano Esteban Guti¨¦rrez, a Tatiana ¡°le falta fuerza explosiva y ganas de comerse a los dem¨¢s pilotos¡±.
Atr¨¢s quedan los deberes del colegio en un avi¨®n para competir en EE UU, los corrillos con sus amigas al volver a clase los lunes y las herramientas desperdigadas en casa tras preparar el kart con su padre y su hermana cuando la pasi¨®n ganaba terreno en peque?as pistas colombianas. Desde la italiana Giovanna Amati en el Gran Premio de Brasil de 1992, ninguna mujer ha disputado una sesi¨®n clasificatoria de F¨®rmula 1. Tatiana se despierta todos los d¨ªas con un sue?o: tomar el relevo de aquellas pioneras.
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