Mestalla y el Valencia encienden al Barcelona y a Messi

Ardi¨® Mestalla en un partido dram¨¢tico que se resolvi¨® en el ¨²ltimo momento con la jugada de mayor suspense que se da en el f¨²tbol, un penalti protagonizado adem¨¢s por dos de sus figuras m¨¢s singulares: Leo Messi y Diego Alves. No hay mejor portero desde los 11 metros que el del Valencia ¡ª19 paradas sobre 42¡ª y hay tiradores m¨¢s fiables que el delantero, que ha transformado 70 sobre 90, de acuerdo a MisterChip. Aunque no se le tiene por un especialista, Messi ni pesta?e¨® ante la dificultad, m¨¢s lucido, responsable y orgulloso que nunca, dispuesto a ser h¨¦roe y no villano, sabedor de que en el disparo le iba la victoria en un choque que acostumbra a marcar tendencia en la Liga.

Tir¨® el 10 al rinc¨®n derecho de Alves y, al igual que hab¨ªa ocurrido en tres de las cuatro ocasiones anteriores, cuando se repiti¨® la escena en situaciones menos tensas, la pelota entr¨® en la meta del Valencia despu¨¦s de que no llegara por un dedo Alves. La celebraci¨®n azulgrana fue tan rotunda que encendi¨® a la hinchada del fondo, y desde la c¨®lera y el desquiciamiento de unos cuantos por la afrenta apareci¨® una botella de agua que dio en Neymar. Muy enrabietado, Messi se encar¨® con la afici¨®n despu¨¦s que no le temblaran las piernas ni le fallara la punter¨ªa ante tanta excitaci¨®n como hubo en Valencia.

Hay pocos escenarios m¨¢s exigentes y tambi¨¦n m¨¢s resultones para el Barcelona que Mestalla. El partido pide futbolistas de mucho despliegue como Rakitic, o irreductibles como Luis Su¨¢rez, y detesta jugadores pusil¨¢nimes, reflejados en Andr¨¦ Gomes, nada que ver con al agresivo Enzo P¨¦rez. Aprieta mucho la hinchada, mayoritariamente intimidatoria con los azulgrana y con su carga simb¨®lica, m¨¢s beligerante que nunca despu¨¦s del pase de Alc¨¢cer al Camp Nou, y se bate el Valencia con intensidad y fiereza, a menudo al l¨ªmite del reglamento, circunstancia que obliga a reparar en el ¨¢rbitro, y m¨¢s si se trata de Undiano. El colegiado estuvo condescendiente con el f¨²tbol f¨ªsico de los muchachos de Prandelli, seguramente porque permite el cuerpo a cuerpo, apreciaci¨®n que le recriminan los barcelonistas, y en cambio perjudic¨® al Valencia en las acciones de apreciaci¨®n, especialmente en el 0-1 de Messi.

Habilitado por Rakitic, el argentino aprovech¨® un rebote despu¨¦s de una asistencia del croata y remat¨® a la red de Alves. El portero sali¨® como un rayo para protestar el gol porque Luis Su¨¢rez salt¨® para dejar pasar el cuero y despist¨® al meta del Valencia. Undiano, sin embargo, no apreci¨® fuera de juego y valid¨® el 0-1. Tampoco expuls¨® a Busquets despu¨¦s de merecer seguramente la segunda tarjeta por un agarr¨®n a Enzo P¨¦rez. Y no advirti¨® que pudiera haber agresi¨®n en una doble entrada de Mario Su¨¢rez a Neymar ni en la tijera de Enzo P¨¦rez, quien le quit¨® la pelota a Iniesta antes de que el manchego fuera retirado en camilla de Mestalla.

El remonte local

Muy bravo, el Valencia achic¨® el campo y redujo al Bar?a en un ambiente de crispaci¨®n may¨²scula, m¨¢s propio de la Copa. Acostumbrados ¨²ltimamente a los partidos accidentados, los azulgrana aguantaron el tipo y generaron las mejores ocasiones, sobre todo un par de Luis Su¨¢rez, una tercera de Neymar y, a la salida del descanso, otra de Rakitic, que remat¨® al palo con la porter¨ªa abierta, despu¨¦s de una jugada de Neymar. A pesar de combinar poco, llegaba con frecuencia el Bar?a con su f¨²tbol directo, dif¨ªcil de defender para el Valencia.

Apenas jugaba el plantel de Prandelli, m¨¢s pendiente del rival y del ¨¢rbitro que del bal¨®n, irritado por un posible penalti de Umtiti a Rodrigo. No reaccion¨® hasta que compareci¨® Munir. A la carga, el Valencia remont¨® con un golazo del exazulgrana, excelente en la pegada con la zurda desde la despu¨¦s de un centro desde la derecha de Parejo, y un segundo tanto de Rodrigo, habilitado por un toque delicioso de Nani. El arrebato del Valencia se llev¨® por delante a Andr¨¦ Gomes, demasiado timorato, conductor y discontinuo, poco expresivo ante un contrario enrabietado, excelente en las acciones de superioridad propiciadas por la mala defensa del flanco izquierdo del Barcelona.

Muy fatigados, descontrolados y desconectados, y tambi¨¦n vulnerables, los azulgrana fueron espectadores del punto de fiebre del Valencia. El riesgo de la derrota azulgrana se mantuvo hasta que comparecieron Luis Su¨¢rez y Messi. Acabada la pasividad al grito del 10, encendido por el griter¨ªo de Mestalla, el uruguayo remat¨® con un zurdazo un rechazo de Alves a la salida de un c¨®rner y en la ¨²ltima jugada sac¨® un penalti a Abdennour. Messi no dud¨® sino que remach¨® un triunfo que le supo a gloria al Bar?a, derrengado y desvencijado por las lesiones, superviviente una jornada m¨¢s en el volc¨¢nico estadio de Mestalla.