Espa?a golea a Macedonia con poco
La Roja m¨¢s gris de la etapa de Lopetegui acaba por vapulear a Macedonia tras un mal primer tiempo
De la Espa?a del casi nada a la Espa?a de Silva, que en estos tiempos es mucho Silva. No fue el partido de su vida, pero s¨ª quien sirvi¨® de lanzadera para una Espa?a nublada. As¨ª, con el faro del canario y poco m¨¢s, fragu¨® la Roja ante Macedonia su 57? partido sin derrota en una fase de clasificaci¨®n mundialista. Y lo hizo con una goleada, necesaria por el apret¨®n previsto con Italia en un grupo en el que es probable que los goles favorables sentencien el billete directo a Rusia 2018. No fue un choque para la retina, ni mucho menos. Espa?a cumpli¨® y basta tras un primer tiempo raqu¨ªtico y algo m¨¢s de pulso en el segundo, con un do de pecho de Silva y Vitolo que arrastr¨® al grupo hacia la victoria final.
De entrada, le sobr¨® ret¨®rica a Espa?a, demasiado rasa, sin volumen. Cortita y al pie, toquecito a toquecito. No hubo otro gui¨®n, sin jugadores animados a desbordar. En definitiva, f¨²tbol sin turbo, nada chisposo. Frente al dique macedonio, La Roja no tuvo capacidad de sorpresa. De poco le sirvieron las constantes permutas en ataque, no siempre bien sincronizadas, lo que en muchas ocasiones despoblaba el ¨¢rea, donde ni siquiera anidaba Morata. Del ariete ortop¨¦dico al aut¨¦ntico, pero el asunto es cr¨®nico: Espa?a chuta poco hasta que los contrarios se agrietan.
M¨¢s horizontal que vertical, la selecci¨®n se dedic¨® a susurrar con la pelota hasta que lleg¨® la fatalidad de Velkovski que cabece¨® del rev¨¦s un centro de Carvajal. Antes del gol dislocado del macedonio, apenas tuvo foco Dimitrievski, el meta suplente de Macedonia, que jug¨® de urgencia por lesi¨®n del titular durante el calentamiento. En el primer tramo, el portero del N¨¤stic de Tarragona solo fue exigido tras una jugada de rechace que no le cundi¨® a Morata. Y tampoco a Silva, cuyo remate posterior desvi¨® un defensa visitante. A Espa?a no le fue mucho mejor en el per¨ªmetro de De Gea. A la zaga, improvisada con Bartra y Nacho como centrales, le falt¨® contundencia en dos saques de esquina que casi embocan Mojsov y Pandev. Demasiado borr¨®n ante un adversario tan de la cola del f¨²tbol europeo.
Reducida al ingenio de Silva, el tr¨¢fico equilibrado de Busquets y las percusiones de Vitolo, al cuadro de Lopetegui se le vio atrofiado, sin el apogeo de las citas previas con este seleccionador. De las muchas bajas espa?olas, pese al titubeo de los centrales, ninguna se sinti¨® m¨¢s que la de Iniesta. Id¨®neo para muchos escenarios, pero sobre todo cuando se trata de descorchar rivales que se empotran en su trinchera, caso de Macedonia. Nadie remite m¨¢s al manchego que Thiago, de cuyo potencial no hay duda. Otra cosa es su regularidad, la que tampoco tuvo en Los C¨¢rmenes, err¨¢tico en ocasiones, l¨²cido en otras, especialmente tras el intervalo. Como en la jugada del tanto de Vitolo. Virguero, el jugador del Bayern enfil¨® a Silva para su centro hacia el sevillista.
El c¨ªrculo granadino de Dimitrevski
Relevado el viejo Zahov de la porter¨ªa de Macedonia, antes de viajar a Granada el seleccionador dispuso la titularidad del Sub-21 Igor Aleksovski. Fue el gran cambio del equipo balc¨¢nico para disputar el que, se presume, ser¨ªa su encuentro m¨¢s duro de la clasificaci¨®n. La medida tuvo efecto ef¨ªmero. Aleksovski se lesion¨® en el calentamiento y debi¨® ser sustituido por un muchacho de 22 a?os llamado Stole Dimitrevski. Dimitrevski juega en el N¨¤stic, en Segunda, a donde lleg¨® procedente del Granada. Con su titularidad en Los C¨¢rmenes cerr¨® un c¨ªrculo.
Con otra marcha de Vitolo, el de mayor despegue en la etapa de Lopetegui, y el gancho de Silva, La Roja mejor¨® algo tras el intermedio. A lo suyo, de puntillas, Silva ha terminado por ser un l¨ªder silencioso. Pese a sus 108 internacionalidades, no es un narciso y no siempre se sinti¨® un pretoriano, ya fuera por su car¨¢cter o por la sombra de Xavi, Iniesta y compa?¨ªa. Hoy es un valor indiscutible, m¨¢xime cuando Espa?a se ciega. En esta versi¨®n, junto a Iniesta, Silva es el mejor romance de la selecci¨®n. Nada que ver con aquel futbolista talentoso pero algo fugaz. Este Silva est¨¢ en todas y su crecida en el segundo acto fue capital para el alivio espa?ol, que tard¨® en llegar.
Poco antes del gol de Vitolo, Lopetegui cambi¨® el eje del ataque, con Aduriz por Morata. Se?al de que no ve¨ªa el partido despejado. Por mucho que Macedonia fuera Macedonia, el f¨²tbol conspira a menudo con gui?os inesperados. Apareci¨® Vitolo guiado por el mejor Silva y Aduriz, a sus 35 a?os y 275 d¨ªas, se convirti¨®, seg¨²n los estad¨ªsticos, en el goleador m¨¢s veterano en la historia de la selecci¨®n. El del Athletic tuvo tiempo de brindar con una diana cuando ya no hab¨ªa intriga. Antes, Monreal ya hab¨ªa rebajado un poco m¨¢s a los macedonios, sabedores de que desde el segundo gol ya no podr¨ªan improvisar la gloria. Sellada la goleada, la gente de Granada tuvo m¨¢s motivos para celebrar. Recibi¨® a Isco como si fuera un h¨¦roe local, y no digamos a Callej¨®n, de Motril, al que Lopetegui dio vuelo al final para que le vitorearan sus paisanos de Los C¨¢rmenes. Del tedio a las serpentinas en un encuentro destinado al olvido.
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