El Baskonia se atasca en Mil¨¢n
El recital de Larkin es insuficiente ante un Armani m¨¢s regular y acertado. Tercera derrota del equipo espa?ol en Euroliga
Lo que mal acaba, da igual que empiece bien. No fue el caso para el Baskonia, que empez¨® mal cada cuarto ante el Armani Milan y lo acab¨® a¨²n peor. Nada peor que aparentar debilidad para que jugadores como Hickman o Sanders se regodeen en sus habilidades y trituren la canasta a veces con la elegancia de una bandeja, a veces con la precisi¨®n de un triple o sencillamente con un ejercicio de buena colocaci¨®n. Y as¨ª hasta el el 88-76 final, aunque el Baskonia supo ya en el descanso (49-35) que sus posibilidades de perder eran muy superiores a las de ganar.
Porque funcionaba a estrincones y lo mismo daba dos pasos adelante que tres pasos atr¨¢s mientras el equipo de Repesa paseaba por el Palabancondesio (su cancha estaba ocupada por un concierto de Placebo), fr¨ªo como un t¨¦mpano, con el esp¨ªritu rutero de los veh¨ªculos pesados. Desde el principio se vio que era un partido malo, o sea d¨¬if¨ªcil de jugar, con los tres ¨¢rbitros empe?ados en calcular en que medida la u?a de un jugador ara?aba la camiseta de su rival. Y, por ejemplo, en dos minutos, Hanga ya ten¨ªa dos personales que le enfriaron el coraz¨®n. Con diez puntos abajo (27-17), el Baskonia supo que hab¨ªa que ser muy f¨¦rtil con las ocasiones, pero le venci¨® la infertilidad. Su atasco era palmario y los errores a cada final de periodo parec¨ªan accidentes inesperados.
Al t¨¦rmino del segundo cuarto, la desventaja de 14 puntos parec¨ªa un desierto demasiado largo que un ca se atrevi¨® a cruzar.
De poco vali¨® la aportaci¨®n soberbia de Larkin o la reacci¨®n tard¨ªa de Vaugtmann, los dos m¨¢ximos anotadores. Fueron artificios que nunca quemaron las manos del Armani, siempre encomendado a Sanders y Hickman para retorcer la mu?eca de sus opositores, Jam¨¢s baj¨® de doce puntos la ventaja italiana. Jam¨¢s sinti¨® el Baskonia la posibilidad de ganar. Agotado, impreciso. Porque lo que mal acaba da igual que empiece bien. No sirve para nada.
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