Iago Aspas, el gallego que conquist¨® Wembley
El delantero del Celta muestra en la selecci¨®n el valor de su entusiasmo, pero tambi¨¦n el de su clase futbol¨ªstica
Cuando esperas por una oportunidad toda la vida lo m¨¢s normal es que sobren tres cuartos de hora para agarrarla. Iago Aspas, a sus 29 a?os, recibi¨® la llamada que esperaba mientras se afeitaba en el vestuario de A Madroa. El t¨¦cnico Toto Berizzo hab¨ªa concedido unos d¨ªas libres a la plantilla y su plan pasaba por disfrutar de las fiestas de Moa?a, su pueblo, el refugio en el que vive y del que es imposible que se despegue para hacer el camino de tantos, el de cruzar la r¨ªa y afincarse en Vigo. De pronto, se vio con un pie en el avi¨®n camino de la selecci¨®n espa?ola. Para alguien tan futbolero, que venera tanto los mitos que fomenta la pelota la perspectiva era fant¨¢stica: no solo ten¨ªa la posibilidad de debutar de rojo sino que podr¨ªa hacerlo o en partido oficial o en un amistoso de prestigio en Wembley. ¡°Ya solo la posibilidad de entrenar con los futbolistas de la selecci¨®n es una ilusi¨®n¡±, explicaba en el aeropuerto.
Fue en Londres y fue especial porque Aspas ten¨ªa una cuenta pendiente en el Reino Unido. All¨ª lleg¨® hace poco m¨¢s de tres a?os reclutado para el Liverpool por Brendan Rodgers, que pronto le explic¨® su pasi¨®n por el f¨²tbol espa?ol, por todos los valores que atesoraba aquel chico de Moa?a, t¨¦cnico, habilidoso, asociativo, capaz de evolucionar por todo el frente del ataque. Le dio carrete en pretemporada y al inicio de la campa?a, mientras Luis Su¨¢rez cumpl¨ªa una sanci¨®n de diez partidos por propinarle un mordisco a Ivanovic. Anfield acu?¨® una canci¨®n para ¨¦l, animado el sacrosanto grader¨ªo por todo lo bueno que hab¨ªa esbozado. "We really like him, Iago Aspas, Iago Aspas", le entonaban con el pegadizo estribillo de The Clash en Rock the Casbah. Pero quiz¨¢s a Aspas le falt¨® entonces colmillo y le sobr¨® generosidad sobre el c¨¦sped, enfocado como estaba a un passing game que ya era pasado en el Liverpool. Aquel equipo era pura pegada, con Sterling, Su¨¢rez y Sturridge. Justo cuando regres¨® el uruguayo, Aspas se fue al banquillo y pocos d¨ªas despu¨¦s sufri¨® una dura lesi¨®n muscular que le tuvo lejos del equipo casi dos meses. Cuando volvi¨® ya no pudo subirse al tren. ¡°Los delanteros estaban metiendo goles y no pude jugar. No fue el a?o que esperaba¡±, apunta.
Aspas se fue de Inglaterra incluso entre la mofa y el reproche de algunos aficionados del Liverpool tras un c¨®rner ejecutado de manera catastr¨®fica en los instantes finales de un partido en el que el equipo se jugaba sus opciones de ganar la Premier. Por eso Wembley tambi¨¦n era un escenario singular para dejarse ver. No iba a perder el tiempo, en el primer bal¨®n que toc¨® traz¨® un autopase sobre el veloc¨ªsimo Danny Rose. Le hicieron falta y no se se?al¨®. Se activ¨® como suele hacerlo, propici¨® incluso una contra tras un mal pase atr¨¢s, protest¨® varias decisiones del ¨¢rbitro y hasta empuj¨® a un juez de l¨ªnea. ¡°A veces me enfado y s¨¦ que me perjudica¡±, reconoce. En el pasado ya tuvo problemas con esos prontos. En su ¨²ltimo a?o de juvenil se perdi¨® sancionado un tercio del campeonato. Poco despu¨¦s cuando iba a ser convocado para su primer derbi en Riazor le expulsaron con el filial y se tuvo que quedar en Moa?a. ¡°Durante d¨ªas llor¨¦ por una estupidez de unos segundos¡±, recuerda.
El encontronazo con el linier en Wembley se sald¨® con una inocua tarjeta amarilla. Para entonces Aspas ya le hab¨ªa dado otro colmillo a una selecci¨®n languideciente. Quer¨ªa mostrarse, quer¨ªa ganar. Emboc¨® una sutil rosca de zurda en la escuadra y se ech¨® al equipo a la espalda para llevarlo hacia una ¨¦pica igualada. Algo in¨¦dito en un debutante. ¡°Es bueno que le vean porque es un jugador diferente a todo lo que tiene la selecci¨®n¡±, apuntaba antes del partido Borja Oubi?a, el ¨²ltimo canterano del Celta en llegar a la selecci¨®n. Aspas es celtista hasta la m¨¦dula. Falsific¨® la edad en la ficha para poder jugar con la cruz de Santiago en el pecho cuando era un a?o menor que todos sus compa?eros. Creci¨® en el vivero celeste como mediapunta o extremo, pero ya en la elite fue Paco Herrera quien valor¨® que pod¨ªa actuar como referencia en punta. ¡°Igual tiene raz¨®n¡±, valor¨® tras unas semanas el futbolista, pleno de ese escepticismo propio de la tierra. En su estreno con Lopetegui, con compa?¨ªa en el ataque en busca de la remontada, parti¨® acostado a la banda derecha. Pero rinde a¨²n m¨¢s cuando, en todos los sentidos, est¨¢ centrado. ¡°Como delantero se abren m¨¢s espacios¡±, zanj¨® una vez asentado como un nueve m¨®vil que va y viene, que busca apoyos y espacios. Con gol porque esta temporada es el m¨¢ximo realizador espa?ol en la Liga.
No fue ni en Liverpool ni en Sevilla. Fue en el Celta y desde Moa?a, maduro, asentado, padre. A veces no hace falta salir de casa para llegar a los anhelos. Cuando coleccionaba los cromos del Mundial de 1994, Aspas so?aba con ser una de aquellas postalillas. Todav¨ªa hoy puede recitar toda la convocatoria de la selecci¨®n rumana de entonces. Y no es descartable que pueda citar a bastantes jugadores de Arabia Saud¨ª. Ahora es ¨¦l quien tiene abierto el camino de un Mundial al que llegar¨ªa a punto de cumplir los 31 a?os. Por eso en Wembley no ten¨ªa tiempo que perder. Tan de O Morrazo como es, hacia Rusia va a todo filisp¨ªn, una expresi¨®n usual en la costa gallega y derivada de la marca de motores para barcos ¡°Full Speed¡±, una manera inequ¨ªvoca de explicar que alguien va muy deprisa y ser¨¢ complicado pararle.
¡°Me traje la mayor cantidad de ropa posible por si no vuelvo¡±, confiesa ya de regreso en Vigo
¡°Es el fruto del trabajo, sobre todo el del ¨²ltimo a?o y medio¡±, explica Iago Aspas reci¨¦n aterrizado de regreso a Vigo. Ya en casa trata de digerir toda la expectaci¨®n medi¨¢tica generada tras su debut en la selecci¨®n espa?ola, tras haber marcado en su primer disparo a puerta con La Roja y abrirse unas puertas que, precavido, no acaba de ver desplegadas. ¡°Me traje la mayor cantidad de ropa posible por si no vuelvo¡±, confiesa. Pero el caso es que en la selecci¨®n se sinti¨® como en casa, arropado por su amigo Nolito, por otro ex celtista como David Silva o por el medico de la selecci¨®n Juan Jos¨¦ Garc¨ªa Cota, que es el mismo que el del Celta.
¡°Iba tranquilo y confiado. Qued¨® demostrado que pod¨ªa estar en la selecci¨®n¡±, apunta Iago Aspas sobre las palabras de aquellos que menospreciaron lo que pod¨ªa aportar a La Roja el futbolista de un club modesto. ¡°Y aqu¨ª seguir¨¦¡±, advierte. ¡°Tengo tres a?os m¨¢s de contrato y estoy muy contento. Seguir¨¦ trabajando como hasta ahora para tener posibilidades de volver a la selecci¨®n. La pr¨®xima convocatoria es en marzo y ya se ver¨¢ que pasa, lo que es cierto es que ahora estoy en uno de mis mejores momentos¡±.
Tras tanto vaiv¨¦n y tanta emoci¨®n a Iago Aspas le tocar¨¢ descansar este fin de semana. Se perder¨¢ la visita del Celta a Ipur¨²a para enfrentarse al Eibar porque est¨¢ sancionado, pero ya mira hacia el pr¨®ximo jueves y el decisivo partido contra el Standard de Lieja para continuar en la Europa League. "Trabajamos diez meses para poder jugar esa competici¨®n y queremos seguir en ella", avisa.
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