Carlsen recupera terreno en la pen¨²ltima partida del Mundial de ajedrez
El campe¨®n empata con negras la pen¨²ltima partida y tendr¨¢ las blancas el lunes (5,5-5,5)
Esta vez no hubo grandes sobresaltos ni errores. Magnus Carlsen hizo tablas con relativa comodidad en la pen¨²ltima partida ante Sergu¨¦i Kariakin, y vuelve a ser el favorito, pero en el filo de la navaja. El noruego conducir¨¢ las piezas blancas en la ¨²ltima, con el marcador 5,5-5,5, y si hace tablas tendr¨¢ las apuestas a favor en el desempate r¨¢pido del mi¨¦rcoles.
¡°Si la psicolog¨ªa pesa habitualmente un 30% en este tipo de duelos, ahora sube al 80%¡±, asegur¨® Kariakin poco despu¨¦s de firmar el noveno empate de este Mundial (s¨®lo una victoria para cada uno). Eso explica que el aspirante llegase esta vez al Fulton Market Building acompa?ado tambi¨¦n por su esposa, Galia Kam¨¢lova, y no s¨®lo por su entrenador, Vlad¨ªmir Potkin, como es habitual.
A las 13.55, con el tiempo justo para no perder por incomparecencia, lleg¨® Carlsen como siempre, en compa?¨ªa de su padre, Henrik, y su entrenador, Peter Heine Nielsen. Es muy probable que esta vez su sonrisa abierta fuera natural, porque una victoria ag¨®nica como la del jueves supone una inyecci¨®n de confianza mayor que la de cinco psic¨®logos trabajando juntos. Adem¨¢s, el Comit¨¦ de Apelaci¨®n (uno de cuyos miembros es el presidente de las Federaciones Espa?ola e Iberoamericana, Javier Ochoa de Echag¨¹en), decidi¨® rebajarle un 50% la multa por no estar en la conferencia de prensa tras su derrota en la 8? partida; ahora pagar¨¢ 30.000 euros si gana, y 20.000 si pierde.
A ra¨ªz de la muerte de Fidel Castro -quien fue, junto al Che Guevara, el art¨ªfice principal de que Cuba sea una potencia mundial en ajedrez-, las televisiones noruegas hicieron reportajes durante la partida sobre las similitudes entre dos grandes genios: Carlsen y el cubano Jos¨¦ Ra¨²l Capablanca (1888-1942), que muri¨® en Nueva York. Su principal factor com¨²n es la profund¨ªsima comprensi¨®n del ajedrez, que se traduce en que bastan unos segundos para saber cu¨¢l es el mejor plan en una posici¨®n, qu¨¦ piezas son esenciales y cu¨¢les deben cambiarse. Adem¨¢s, ninguno de los dos tuvo nunca un horario sistem¨¢tico de entrenamiento, pero en este aspecto hay una diferencia esencial: Capablanca apenas se entrenaba, y Carlsen est¨¢ pensando siempre en alguna posici¨®n, incluso cuando esqu¨ªa o nada.
Mientras en Noruega, donde el ajedrez supera ahora en popularidad al f¨²tbol gracias a Carlsen, millones de personas se enteraban de qui¨¦n fue Capablanca, Kariakin sal¨ªa de la apertura sin ventaja, a pesar de conducir las piezas blancas. El siguiente paso para el noruego era complicar la partida cuanto pudiera, y para ello encontr¨® una idea muy apropiada en la jugada 19.
Carlsen no dio en ning¨²n momento la impresi¨®n de buscar el empate -jugar¨¢ con blancas la ¨²ltima-, sino que sacrific¨® un pe¨®n y se meti¨® en las l¨ªneas m¨¢s agudas con el objetivo de que Kariakin se apurase de tiempo y cometiera un error. Eso no ocurri¨®, Kariakin volvi¨® a irradiar esa seguridad y solidez que ha mostrado en todo el duelo excepto el d¨ªa que perdi¨®, y el empate no tard¨® mucho en firmarse.
Ambos parec¨ªan relajados en la conferencia de prensa a pesar de la enorme tensi¨®n del duelo, quiz¨¢ porque sus relaciones personales nunca fueron malas; nada que ver con Kasp¨¢rov y K¨¢rpov, por ejemplo. El ruso fue realista: ¡°No estoy orgulloso de mi juego de hoy, pero tampoco est¨¢ mal. El lunes me centrar¨¦ en jugar mi mejor ajedrez, y veremos qu¨¦ pasa¡±.
El campe¨®n estaba bastante m¨¢s locuaz que de costumbre: ¡°S¨ª. Estoy m¨¢s calmado que en las ¨²ltimas tres partidas. La situaci¨®n no es ideal, pero soy consciente de que podr¨ªa ser mucho peor¡±. Y se permiti¨® incluso un poco de filosof¨ªa, cuando le preguntaron en qu¨¦ medida este duelo es m¨¢s deporte, ciencia o arte: ¡°Ahora mismo es sobre todo deporte. Si tenemos en cuenta nuestra preparaci¨®n casera, hay algo de ciencia. Y me temo que para ver arte tendr¨¢n ustedes que ir a otros torneos, porque aqu¨ª nos jugamos mucho y arriesgamos poco¡±.
Si tras la 12? partida el marcador es 6-6, el mi¨¦rcoles (14.00, hora de Nueva York) se jugar¨¢n cuatro partidas con 25 minutos para cada jugador m¨¢s un incremento autom¨¢tico de 10 segundos por jugada. Si persistiera el empate, dos partidas con cinco minutos m¨¢s tres segundos de incremento; y si a¨²n hubiera igualdad, cuatro series m¨¢s de dos partidas con el mismo control de tiempo. Si a pesar de todo no hubiera un ganador, la muerte s¨²bita: una sola partida, 5 minutos para las blancas, 4 para las negras, y las blancas estar¨ªan obligadas a ganar.
Una de las razones de la calma de Carlsen puede ser que ¨¦l se sabe m¨¢s fuerte que Kariakin en las modalidades r¨¢pidas. Pero el ruso probablemente pensar¨¢ que en un solo d¨ªa puede pasar cualquier cosa. Si ese d¨ªa, el mi¨¦rcoles, ¨¦l juega muy bien, puede bastarle para ser campe¨®n del mundo.
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