El rebote hace grande al Baskonia ante el Galatasaray

Shane Larkin y Rodrigue Beaubois son dos tipos serios. Literalmente. Cuesta arrancarles un gesto, ni siquiera una mueca de alegr¨ªa o decepci¨®n tres una jugada, hier¨¢ticos y con cara de buena gente. Por eso sorprendi¨® tanto verles a ambos, riendo, chocando sus hombros como dos colegiales contentos despu¨¦s de que el franc¨¦s anotara dos bandejas seguidas cuando el Buesa Arena conten¨ªa el aliento porque el Galatasaray se acercaba a tres puntos y quedaba poco, poqu¨ªsimo y peligraba la victoria de un Baskonia que era un tira y afloja permanente y un equipo turco que se pas¨® todo el encuentro haciendo la goma. Quien lo iba a decir despu¨¦s de un primer cuarto primoroso, un desfile del Baskonia, comandado por el alem¨¢n Voigtmann que en solo 11 minutos anot¨® 13 puntos y captur¨® cinco rebotes. Parec¨ªa un duelo particular entre dos jugadores alemanes: el baskonista Voigtmann y el exbaskonista Tibor Pleiss con sus majestuosos 218 cent¨ªmetros. Bargnani lo ve¨ªa desde una bicicleta est¨¢tica en la que estuvo sentado dando pedales durante toda la primera mitad. El 22-9 con el que concluy¨® el primer cuarto anunciaba una c¨®moda victoria ante un rival que solo ha sabido ganar en su cancha (tres veces) y se diluye cuando sale de Estambul.

Los rebotes, sobre todo los rebotes justificaban la superioridad del Baskonia 44 contra 34). Cuando se domina ese arte de juego, se vive mejor, porque el error no es casi nunca fatal y las segundas oportunidades te dan la vida en cada acci¨®n. Cuando el rebote decay¨®, a pesar de los esfuerzos de Diop -mejor que nunca- o Shengelia por hacer frente a Pleiss. Decay¨® el ritmo del Baskonia, los errores ten¨ªan coste inmediato y el Galatasaray, impulsado por el alem¨¢n, por el americano Dentmon (indultado por su t¨¦cnico tras el incidente nocturno de Lituania) hasta cerrar la primera parte con un amenazante 36-32.

El tercer cuarto se inici¨® de forma atribulada por el Baskonia. Larkin se qued¨® un rato m¨¢s en el vestuario atendido de un golpe en el est¨®mago, Rafa Luz le sustituy¨®, Beaubois cometi¨® su tercera falta y tuvo que dejar la cancha. Un cierto desconcierto que permiti¨® al Galatasaray ponerse por segunda vez por delante en el marcado (38-40), tras el 0-2 inicial. Los nervios hicieron olvidar que mediado el segundo cuarto el Baskonia hab¨ªa alcanzado su m¨¢xima ventaja (15 puntos), dilapidada entre nervios y malas apuestas. Bargnani salio al rescate dejando atr¨¢s la bicicleta est¨¢tica, pero el equipo turco hab¨ªa encontrado al mejor Schilb. El t¨¦cnico turco opt¨® por tiradores que rodeasen a Tibor Pleiss. Y el partido se apret¨® hasta que fue surgiendo la figura enorme de Tillie en el rebote y en la anotaci¨®n, enfurecido, embravecido. Concluy¨® el partido con 11 rebotes, los mismos que Pleiss, pero unos cuantos cent¨ªmetros menos. Sin embargo, el partido sigui¨® enredado entre tiras y aflojas, hasta que llegaron las dos bandejas de Beauvois. Su fortaleza mental qued¨® demostrada: en los instantes anteriores err¨® una bandeja solo bajo la canasta en un contragolpe. Se sent¨® en el banco y volvi¨® a salir y sus dos bandejas llevaron el triunfo a la canasta del Baskonia. Y los bases hier¨¢ticos derrocharon su alegr¨ªa. Era la sexta victoria del Baskonia en la Euroliga, y la tercera ante un rival turco.