El Sevilla m¨¢s pr¨¢ctico resiste ante el Olympique de Lyon
El conjunto de Sampaoli logra con pocos apuros el pase a los octavos como segundo de grupo en un ambiente hostil
No fue el Sevilla con el que sue?a Sampaoli. No fue el Sevilla que pretende su entrenador. No import¨® esta vez no ser protagonista ni dominar el bal¨®n. Estaba en juego la clasificaci¨®n a octavos y el Sevilla la logr¨® gracias a su gran trabajo en defensa, aupado en jugadores como Mariano, Rami, Pareja o Mercado, secundarios de un plantel que cumpli¨® con el primer objetivo de la temporada. El Sevilla vuelve a los octavos seis a?os despu¨¦s, lo que consolida el crecimiento de una entidad que quiere hacer historia en la Liga de Campeones. Su partido no fue bueno, m¨¢s bien r¨¢cano, sufriendo el acoso del Lyon, en especial en el primer tiempo, donde recibi¨® dos tiros al larguero. Su actitud defensiva fue todav¨ªa mejor en la segunda parte, donde cape¨® el temporal para certificar el primer ¨¦xito de la temporada.
La niebla se cern¨ªa sobre el estadio del Lyon un partido a cara a cruz, con medio proyecto andaluz en juego y la golosina de acceder a los octavos de la Liga de Campeones. Bajo un l¨®gico ambiente hostil, de espectacular ambiente, y en una noche muy fr¨ªa, el Sevilla se enfrentaba a muchas dudas. El regreso de un renqueante Nasri, la ausencia de un delantero puro en su alineaci¨®n, la presencia en el palco de Sampaoli por su sanci¨®n y hasta el aire de inquietud que rodeaba al equipo despu¨¦s de su mal partido en Granada.
Sampaoli lo dej¨® todo en el hotel, donde en una charla emotiva les pidi¨® a sus jugadores que fueran animales, hombres dispuestos a competir en un escenario complejo, frente a un Lyon en muy buena racha. Aparentemente, estaba desterrada la opci¨®n de especular, pues hasta una derrota por la m¨ªnima serv¨ªa a los intereses andaluces.
Se luci¨® Rico
La puesta en escena del Sevilla, con Lillo al mando, invit¨® al des¨¢nimo cuando Valbuena hizo lucirse a Rico a los tres minutos. El Sevilla opt¨® entonces por intentar mantener el control del bal¨®n, con una alineaci¨®n dise?ada para ello y con Vitolo como estilete. Despu¨¦s de unos minutos de cierta tregua, amenaz¨® primero el Sevilla. Fue un contragolpe muy bien organizado entre Vitolo y Escudero, con remate sutil del canario al palo. La jugada desat¨® la locura. Mariano hizo penalti a Valbuena y a la jugada siguiente Lopes derrib¨® de forma clara al propio Vitolo. Eriksson no pit¨® nada y el Lyon se salv¨®, como luego el Sevilla en un remate de Tolisso al larguero y otro de Valbuena tambi¨¦n al larguero.
El Lyon, con tres delanteros muy potentes, penalizaba el m¨¢s m¨ªnimo error t¨¢ctico del Sevilla. Con una pizca de suerte y trabajando duro, el cero al descanso sab¨ªa a gloria. No lo pas¨® demasiado mal el Sevilla en la segunda parte, aunque le segu¨ªa faltando m¨¢s posesi¨®n de bal¨®n, con Nasri muy intermitente. El paso de los minutos le permit¨ªa acariciar el objetivo ante un Lyon que daba menos sensaci¨®n de peligro. Los andaluces tiraron de oficio, perdiendo tiempo, acumulando pases y desquiciando a un rival con cada vez menos ideas, preso de cierta desesperaci¨®n.
Las fuerzas se le agotaron al conjunto franc¨¦s y el Sevilla certific¨® su clasificaci¨®n mientras la grada cantaba La Marsellesa. Un bonito y ¨¦pico final.
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