Las dudas afloran en la primera crisis de Simeone
El Atl¨¦tico vive su peor momento desde la llegada del t¨¦cnico y en el vestuario se duda de su continuidad
Ac¨¦rrimo creyente en la redenci¨®n a trav¨¦s del trabajo, con la realizaci¨®n de un entrenamiento decidido durante el regreso desde Villarreal, Diego Pablo Simeone comenz¨® en la ma?ana del martes a gestionar su primera gran crisis como entrenador del Atl¨¦tico. Un bache en el que emergen varias dudas sobre el equipo, la continuidad de Simeone y al que se a?adi¨® que Jan Oblak tendr¨¢ que ser operado de su hombro izquierdo y ser¨¢ baja entre tres y cuatro meses.
La lesi¨®n del meta esloveno se a?ade a la dura derrota cosechada en El Madrigal, al ruido generado por el nombre del nuevo estadio y el redise?o del escudo. En el club admiten que el duro traspi¨¦ del lunes no ha llegado en el mejor momento. Tambi¨¦n hay quien apela a la memoria del mal fario de ¨¦pocas anteriores unido a la sensaci¨®n generalizada de que el equipo es tan fr¨¢gil como irreconocible en sus formas y en sus n¨²meros.
En Liga, el Atl¨¦tico suma 10 puntos menos que la temporada anterior y el temor un traslado al Wanda Metropolitano sin estar clasificado para la pr¨®xima Liga de Campeones comienza a estar presente. Tambi¨¦n empieza a estar en el aire si Simeone liderar¨¢ el cambio de estadio. El asunto ya se ha convertido en tema de conversaci¨®n entre algunos jugadores. La cuesti¨®n es si esas dudas sobre la continuidad del t¨¦cnico afectan ya a la creencia de buena parte del plantel en el mensaje y la metodolog¨ªa de su entrenado; si esos cuchicheos de vestuario son una consecuencia de aquel discurso de su entrenador tras la final de Mil¨¢n. El Inter sigue al acecho y este verano ir¨¢ a la carga de nuevo con la opulencia financiera de sus inversores chinos por delante. Tampoco las declaraciones del t¨¦cnico en la rueda de M¨²nich en las que asegur¨® que no es un secreto que alg¨²n d¨ªa entrenara al Inter ayudan a despejar las dudas. En otras ocasiones, Simeone prefiri¨® no responder y centrarse en los partidos.
En los casi cinco a?os que lleva al frente, ni Simeone ni sus jugadores hab¨ªan cohabitado en un panorama tan marcado por la incertidumbre y la disparidad en los diagn¨®sticos. ¡°Tenemos que encajar menos goles¡±, expres¨® el capit¨¢n Gabi al t¨¦rmino del partido en Villarreal. ¡°Hay que ser m¨¢s contundentes de cara a gol, tener m¨¢s precisi¨®n. Trabajaremos para que eso aparezca¡±, analiz¨® el t¨¦cnico rojiblanco. La sequ¨ªa de Griezmann, ocho partidos sin marcar, es otro de los focos de los an¨¢lisis. Gran parte de la temporada pasada el Atl¨¦tico vivi¨® de Oblak, de su solidez defensiva y de los goles del franc¨¦s.
Moy¨¢ toma el testigo en un momento clave
Las molestias en los hombros de Oblak han sido una constante esta temporada. La lesi¨®n ha venido a agudizar un problema que le incordiaba desde hace tiempo. Cuando le baje la hinchaz¨®n en su hombro izquierdo se sabr¨¢ con mayor precisi¨®n el alcance de la lesi¨®n y el tiempo que estar¨¢ fuera de los terrenos de juego. Su baja le impedir¨¢ casi con toda seguridad disputar la ida de los octavos de final de la Champions ante el Bayern Leverkusen y una docena de partidos de Liga.
La ausencia del meta esloveno otorgar¨¢ de nuevo la titularidad a Miguel ?ngel Moy¨¢. El mallorqu¨ªn perdi¨® esa condici¨®n hace dos temporadas precisamente ante el Bayern Leverkusen, tambi¨¦n en los octavos de final de la Liga de Campeones. Oblak le sustituy¨® en el partido de vuelta de la eliminatoria que termin¨® por decidirse en la tanda de penaltis. Moy¨¢, que hab¨ªa rechazado ofertas para dejar el Atl¨¦tico, est¨¢ ante otra gran oportunidad.
La realidad le da la raz¨®n a Gabi y a Simeone, el equipo ha perdido contundencia en las dos ¨¢reas. La coincidencia m¨¢s generalizada dentro y fuera del vestuario es que el Atl¨¦tico no ha ofrecido en los ¨²ltimos partidos esa imagen de equipo inc¨®modo. No transmite la autoridad de antes con continuidad ni tampoco exhibe el control de los partidos. Ni con bal¨®n, ni sin bal¨®n.
Con la derrota en Sevilla se inici¨® una debacle defensiva que le ha llevado a encajar 11 goles en siete partidos de Liga. El armaz¨®n defensivo bajo el que reinaron sus centrales o sus mediocentros se ha desarmado. La consecuencia es que el equipo no compite como anta?o porque ha perdido su gran valor: la seguridad defensiva. Los fallos individuales en defensa se han multiplicado y han propiciado las derrotas en Sevilla, San Sebasti¨¢n, en el derbi y en Villarreal. Sin embargo, las razones esgrimidas en los partidos perdidos se han ce?ido en la mayor¨ªa de los casos a lamentar ocasiones de gol fallidas que supuestamente hubieran cambiado el devenir de esos partidos. No se incide en la falta de continuidad en el juego, independientemente del estilo o del dibujo. Y tampoco si es necesario remover la tierra con alguna suplencia temporal de jugadores intocables que no pasan por su mejor momento.
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