Unos testimonios calcados a los de hace dos d¨¦cadas
Alonso S¨¢nchez fue uno de los primeros atletas que hablaron para descubrir a los adultos del pueblo la verdad aterradora del que era su entrenador, Miguel ?ngel Mill¨¢n.

¡°La ¨²nica terapia posible para superarlo es contar lo terrible¡±, dice Alonso S¨¢nchez, v¨ªctima de Mill¨¢n que declar¨® hace unos d¨ªas los abusos sufridos a la polic¨ªa, como Antonio Pe?alver, como otros tres compa?eros de hace a?os, pese a que su caso est¨¢ prescrito para apoyar la denuncia del joven Eduardo en Tenerife, la ¨²nica que por el momento puede conseguir la condena.
¡°Hay gente que nunca lo ha hecho porque recordar es revivir, es insoportable. Solo despu¨¦s de 37 a?os lo he hecho yo. No soy dram¨¢tico. Iba seguro a comisar¨ªa a declarar y cuando empec¨¦ a hablar empec¨¦ a llorar y no pod¨ªa parar. Treinta y siete a?os despu¨¦s a¨²n lo ten¨ªa ah¨ª dentro¡±, relata.
Alonso S¨¢nchez es escultor y pintor. Una de sus obras, espl¨¦ndida, destaca en una de las rotondas grandes de Alhama de Murcia. Tambi¨¦n fue ¨¦l uno de los primeros atletas que hablaron, que descubrieron a los adultos del pueblo la verdad aterradora del que era su entrenador, Miguel ?ngel Mill¨¢n.
¡°Revent¨¦, me vine abajo. Un d¨ªa que fuimos de competici¨®n yo le dije a otro compa?ero que compartir¨ªa habitaci¨®n con ¨¦l, pero lleg¨® Mill¨¢n y dijo que no, que yo lo har¨ªa con ¨¦l. Iba supermotivado a competir, y ya no pude m¨¢s. Yo ten¨ªa solo 15 a?os pero me cre¨ªa ya supermayor, maduro, comparado con los ni?os. ?l [Mill¨¢n] era un Dios. Era como si tu padre hubiera querido hacerte da?o. Toqu¨¦ fondo. Ya dej¨¦ el atletismo y todo. A?os despu¨¦s, mis hermanos peque?os tambi¨¦n estaban en el club, y un d¨ªa que me dijeron que iban a ir a Fuente Blanca, la casa de la sierra donde Mill¨¢n llevaba a sus favoritos, les dije que ni locos fueran, que no se les ocurriera. Yo ten¨ªa ya 23 a?os y no estaba con ellos en casa. No me hicieron caso. Vi c¨®mo empezaba a manipularlos y no aguant¨¦ m¨¢s. Empec¨¦ a contarlo, pero nos silenciaron¡±.
Los testimonios de las v¨ªctimas son pr¨¢cticamente calcados: los que relatan abusos producidos en Alhama hace m¨¢s de 20 a?os y los que investiga ahora la polic¨ªa en Tenerife, los ¨²ltimos hace solo tres a?os. La ¨²nica diferencia es que un joven de 19 a?os se ha atrevido a denunciar su caso con el ¨²nico apoyo de su familia y amigos. Mill¨¢n fue detenido y ahora est¨¢ en libertad con cargos.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
?Tienes una suscripci¨®n de empresa? Accede aqu¨ª para contratar m¨¢s cuentas.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.