¡°Si me tocas, chillo y te monto aqu¨ª el espect¨¢culo¡±
Otro de los exatletas que mantiene el anonimato relata su experiencia con Miguel ?ngel Mill¨¢n
¡°Yo fui su error¡±, explica otro de los exatletas que mantiene el anonimato pero tambi¨¦n ha declarado ante la polic¨ªa para explicar su experiencia como disc¨ªpulo de Mill¨¢n. ¡°A m¨ª me atac¨® en una salida del colegio, aunque tambi¨¦n estaba en el equipo de atletismo. Fuimos a una excursi¨®n a la sierra y mientras los compa?eros dorm¨ªan en un refugio a m¨ª me dijo que dormir¨ªa con ¨¦l en su tienda de campa?a, a un kil¨®metro o as¨ª. Estuvimos hablando un buen rato. Yo hasta entonces era para Mill¨¢n un mierda, el m¨¢s tonto, el m¨¢s in¨²til, un ni?o de 13 a?os, y de repente me dice que estaba teniendo la conversaci¨®n m¨¢s inteligente de su vida. Me qued¨¦ alucinado, me cre¨ª un ser especial, no era ya un mierda. Me dorm¨ª y me despert¨¦ de pronto y el tipo este me estaba masturbando. Me qued¨¦ paralizado, pero no s¨¦ de d¨®nde sacar¨ªa fuerzas y ech¨¦ a correr al monte. Pas¨¦ toda la noche por el monte. Despu¨¦s, siempre que iba a la casa de Fuente Blanca, iba con el saco de dormir, hasta en verano, y dorm¨ªa con la cremallera hasta la barbilla, aun con 50 grados. No se volvi¨® a acercar¡±.
¡°Unos a?os despu¨¦s, yo ya era mayor, tendr¨ªa 15 o 16 a?os, salimos a una competici¨®n, y al llegar al reparto de habitaciones en el hotel todos los dem¨¢s estaban callados. Supongo que todos habr¨ªan sufrido abusos pero cada uno pensar¨ªa que solo le hab¨ªa tocado a ¨¦l. Total, que me toc¨® a m¨ª, el individuo me eligi¨®. Me pregunt¨® que qu¨¦ me pasaba. ¡®Sabes perfectamente lo que me pasa, que me masturbaste en la sierra¡¯. Entonces me dice el lumbreras que era para que yo no tuviera problemas de mayor, y me dijo que le dejase otra vez masturbarme. ¡®Si me vuelves a tocar¡¯, le dije, ¡®me levanto, chillo, te monto aqu¨ª el espect¨¢culo¡¯. No volvi¨® a tocarme pero empez¨® a machacarme. Vuelves al aislamiento total, vuelves a ser la mayor mierda del planeta... Usaba a los compa?eros y a gente adulta tambi¨¦n contra ti. Les dec¨ªa que uno no val¨ªa para nada y todos le hac¨ªan el vac¨ªo. Soy de una familia desestructurada. Mi padre no estaba en casa, afortunadamente, ten¨ªa sus problemas, mi madre trabajando las 24 horas del d¨ªa. Yo no ten¨ªa refugio. Se aprovechaba de eso. Pero yo siempre he dicho que fui su error. ?l no se esperaba que yo echara a correr. Me gritaba, no, no, no te vayas. No se imaginaba la reacci¨®n que tuve entonces¡±.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.