Miguel ?ngel Mill¨¢n: m¨¢s de 30 a?os de abusos, silencios y encubrimientos
Los testimonios sobre el entrenador de atletismo detenido por abusos sexuales reconstruyen un largo recorrido con decenas de posibles v¨ªctimas y ocultaciones institucionales
La denuncia de Eduardo, un chico de 19 a?os, de que su antiguo entrenador de atletismo, Miguel ?ngel Mill¨¢n, hab¨ªa abusado sexualmente de ¨¦l hace cinco a?os, ha animado a que otros exatletas que estuvieron a sus ¨®rdenes tambi¨¦n contaran su historia. Estos relatos y las informaciones de EL PA?S permiten reconstruir m¨¢s de tres d¨¦cadas de presuntos abusos sexuales a ni?os de entre 13 y 15 a?os a los que entrenaba, desde los primeros casos a finales de los setenta en Alhama de Murcia, hasta al menos 2013 en Tenerife. En este tiempo, algunas quejas y denuncias en privado sobre su conducta han sido silenciadas o ignoradas por varias instituciones.
1979. El relato m¨¢s antiguo lo ha hecho el hoy escultor y pintor Alonso S¨¢nchez. Ha contado a la polic¨ªa que hace 37 a?os, cuando ¨¦l ten¨ªa 15 y se entrenaba a las ¨®rdenes de Miguel ?ngel Mill¨¢n en Alhama de Murcia, el t¨¦cnico abus¨® sexualmente de ¨¦l.
1981-1982.?Miguel ?ngel Mill¨¢n, profesor de gimnasia en un colegio de Alhama de Murcia, conoce al futuro medallista ol¨ªmpico en decatl¨®n Antonio Pe?alver, uno de sus alumnos, al que el t¨¦cnico describ¨ªa como ¡°una ca?a de bamb¨² con un cuerpecillo encima¡±.
1982.?Pe?alver ha relatado a EL PA?S cu¨¢ndo comenz¨® a sufrir los abusos sexuales de Mill¨¢n: "Yo ten¨ªa 13 a?os largos, fue del invierno a la primavera de 1982 a 1983. Se repiti¨® varias veces, pero no puedo precisar cu¨¢ntas porque esas cosas, supongo que ser¨¢ por un mecanismo de defensa, se borran de la memoria, hasta que, en un momento dado... Yo intentaba evitarlo, me acostaba boca abajo, pero no s¨¦ por qu¨¦, al final, siempre hab¨ªa un sitio reservado a su lado y te despertabas con ¨¦l encima. Justo cuando ya te venc¨ªa el sue?o, porque, claro, siempre intentaba no quedarme dormido".
1983. Seg¨²n el relato de Pe?alver, Mill¨¢n dej¨® de abusar de ¨¦l despu¨¦s de varios episodios y una ¨¦poca en la que lo alej¨® del grupo de entrenamiento.?
1984. Antonio Pe?alver termina en octavo lugar en el Europeo j¨²nior. El Ayuntamiento de Alhama de Murcia construye una pista de atletismo, Mill¨¢n deja su trabajo en el colegio y comienza a dedicarse en exclusiva a entrenar.
1987.?Mucho antes de relatar en 2016 a la Polic¨ªa que hab¨ªa sufrido abusos sexuales de Mill¨¢n, Alonso S¨¢nchez lo hab¨ªa contado en Alhama de Murcia: "Mis hermanos peque?os tambi¨¦n estaban en el club -ha contado a EL PA?S-, y un d¨ªa que me dijeron que iban a ir a Fuente Blanca, la casa de la sierra donde Mill¨¢n llevaba a sus favoritos, les dije que ni locos fueran, que no se les ocurriera. Yo ten¨ªa ya 23 a?os y no estaba con ellos en casa. No me hicieron caso. Vi c¨®mo empezaba a manipularlos y no aguant¨¦ m¨¢s. Empec¨¦ a contarlo, pero nos silenciaron¡±.
1992 (9 de agosto).?Antonio Pe?alver consigue la medalla de plata en decatl¨®n en los Juegos Ol¨ªmpicos de Barcelona. En la celebraci¨®n se abraza a su t¨¦cnico: "El momento m¨¢s amargo fue, de hecho, aquel pu?etero abrazo que le di cuando gan¨¦ la medalla. En aquel mismo momento, lo juro, estaba yo dici¨¦ndome ¡®pero qu¨¦ mierda estoy haciendo, qu¨¦ mierda estoy haciendo¡¯".
1992 (diciembre). Varias personas han relatado que ¨¦se fue el momento en que las autoridades de Alhama de Murcia recibieron las primeras denuncias de los abusos sexuales de Mill¨¢n a decenas de chicos de entre 12 y 15 a?os a los que hab¨ªa entrenado. Pe?alver lo recuerda as¨ª: "No s¨¦ cu¨¢l fue el detonante, no s¨¦ qui¨¦n empez¨® a hablar, no lo recuerdo. Alguien que no recuerdo qui¨¦n fue, me pregunta, ?oye, a ti te ha pasado algo con Miguel ?ngel cuando eras cr¨ªo? ?Hubo abusos? Entonces se descubri¨® y descubr¨ª que yo no era el ¨²nico, que hab¨ªa mucha gente, 20-30, por ah¨ª...".
Diego Valero, t¨¦cnico de la concejal¨ªa de Deportes entonces, y posteriormente presidente del club de atletismo, explic¨® a EL PA?S que supieron lo que pasaba: "Yo trabajaba en la Concejal¨ªa de Deportes. Vinieron a mi casa unos zagales y hablaron conmigo, mi mujer y otra gente. Contaron lo que les hab¨ªa hecho Mill¨¢n. Diego, el alcalde, le prohibi¨® la entrada en las instalaciones deportivas". Mill¨¢n incluso le confes¨® entonces todo a un amigo, Sebasti¨¢n S¨¢nchez, de cuyo hijo, de 12 a?os, tambi¨¦n hab¨ªa abusado.
Valero adem¨¢s ha contado que Jos¨¦ Mar¨ªa Odriozola, presidente de la federaci¨®n de atletismo hasta hace unas semanas, tambi¨¦n ha sabido de las denuncias durante d¨¦cadas: "[el alcalde] se fue a Madrid a hablar con Jos¨¦ Mar¨ªa Odriozola, el presidente de la federaci¨®n, a cont¨¢rselo todo y a decirle: ¡®En el pueblo hemos hecho esto, la federaci¨®n ya sabr¨¢ lo que tiene que hacer, porque Mill¨¢n estaba pagado por la federaci¨®n'¡±.
El Ayuntamiento y el delegado de Educaci¨®n pensaron entonces que lo mejor era tapar el asunto y evitar una denuncia. Pe?alver tuvo miedo: "Intent¨¦ hacer algo pero me lo desaconsejaron legalmente por las consecuencias que pod¨ªa tener contra m¨ª... Y ese es otro peso que llevo encima". Despu¨¦s del revuelo, Mill¨¢n desapareci¨® de Alhama.
1993. Despu¨¦s de un breve paso por un colegio de C¨¢ceres, Miguel ?ngel Mill¨¢n se instala en Canarias.
2003. La federaci¨®n vuelve a contratar a Mill¨¢n como responsable de n¨²cleo, cuando entrenaba a sus hijos.
2006.?Ante el regreso de Mill¨¢n a las pistas como entrenador,?Rosendo Bereng¨¹¨ª,?presidente de la federaci¨®n murciana, asegura que habl¨® con Odriozola: "Jos¨¦ Mar¨ªa, el tema este turbio de Alhama no se ha olvidado aunque se haya tapado, esto va a saltar alg¨²n d¨ªa¡¯, le dije al presidente de la espa?ola para advertirle de que quiz¨¢s ser¨ªa mejor que la federaci¨®n no tuviera contactos con Mill¨¢n". Seg¨²n?Bereng¨¹¨ª, la respuesta de Odriozola fue: "De momento no tenemos motivo para dudar de ¨¦l. Por lo que me han dicho, Mill¨¢n se ha normalizado. Todas las personas pueden rehabilitarse y hay que ayudarlas".
2005-2008. Entre los testigos que han declarado apoyando la denuncia de Eduardo, dos j¨®venes nacidos en 1990 aseguran que sufrieron abusos de Miguel ?ngel Mill¨¢n cuando estaban a sus ¨®rdenes entre 2005 y 2008 en Tenerife. Estos hechos a¨²n no habr¨ªan prescrito.
2012. Eduardo, el joven cuya denuncia ha provocado la detenci¨®n de Miguel ?ngel Mill¨¢n, ha asegurado que su entrenador abus¨® ese a?o de ¨¦l?por primera vez, cuando ten¨ªa 14 a?os y practicaba heptatl¨®n en el Club Atletismo Tenerife. Dice que Mill¨¢n abus¨® de ¨¦l otras tres veces despu¨¦s de aqu¨¦lla.
2012. Ram¨®n Cid, director t¨¦cnico de la federaci¨®n de atletismo, nombra a Mill¨¢n responsable nacional de pruebas combinadas.?¡°Nadie me inform¨® de nada de su pasado", dice. Odriozola a¨²n era presidente de la federaci¨®n.
2016 (enero).?Eduardo decide contar a su familia los abusos sufridos y denuncia ante la Polic¨ªa.
2016 (octubre). La jueza archiva la denuncia despu¨¦s de tomar declaraci¨®n a dos compa?eros de Eduardo que dijeron que no hab¨ªan sufrido ning¨²n abuso.
2016 (7 de noviembre).?La jueza reabre el caso atendiendo al recurso de Eduardo. Ese mismo d¨ªa?Jos¨¦ Mar¨ªa Odriozola, a¨²n presidente de la federaci¨®n, destituye a Miguel ?ngel Mill¨¢n como responsable de pruebas combinadas. Tambi¨¦n entonces, el club de atletismo Tenerife Cajacanarias, del que es vicepresidente su hijo Germ¨¢n, lo suspendi¨® de su puesto en la secretar¨ªa t¨¦cnica. Desde entonces han declarado otros cinco atletas que hab¨ªan estado bajo su direcci¨®n y que han asegurado haber sufrido abusos.
2016 (12 de diciembre). La Polic¨ªa detiene a Mill¨¢n en su domicilio de Tenerife y se lleva su ordenador y varias fotograf¨ªas.
2016 (15 de diciembre). La jueza deja en libertad con cargos a Mill¨¢n, que se hab¨ªa negado a declarar ante la Polic¨ªa en las 72 horas que estuvo detenido, y tambi¨¦n se neg¨® a declara ante ella. Se ha decretado el secreto de sumario.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.