El Atl¨¦tico de Madrid se aferra a las viejas ideas y atrapa tres puntos frente al Eibar
Simeone insiste con Gim¨¦nez en el mediocentro ante un rival m¨¢s ordenado y dominador. Sa¨²l, a bal¨®n parado y en fuera de juego, y Griezmann a la contra, cuadran el 0-2
Solo a bal¨®n parado, mediante un cabezazo de Sa¨²l en fuera de juego, pudo el Atl¨¦tico doblegar a su rival. Durante m¨¢s de una hora el Eibar fue superior. El bal¨®n, el orden, las ocasiones y las certezas estuvieron del lado del equipo que dirige Mendilibar. El acierto quir¨²rgico, correspondi¨® al Atl¨¦tico. A este Atl¨¦tico que oscila entre su historia reciente y un futuro incierto. A este equipo de gente esforzada por superar las tensiones internas y recuperar la fe y las viejas f¨®rmulas. La balanza se inclina en favor de los veteranos de pie de plomo. Los jugadores rojiblancos han vuelto al redil de God¨ªn y Gabi, los ide¨®logos de la reacci¨®n. El tiempo de las innovaciones parece suspendido. Vuelven los dientes apretados. Vuelve la piedra angular del bal¨®n parado, vuelven los contragolpes y las l¨ªneas pegadas a God¨ªn, y vuelve God¨ªn a pegarse a sus palos. Paradojas del f¨²tbol. En Ipurua el juego m¨¢s armonioso correspondi¨® al Eibar.
Son contados los entrenadores que culminaron con ¨¦xito la empresa que se propuso Simeone esta temporada. Nada menos que modificar el estilo de juego de un equipo que hizo bandera de su estilo. La metamorfosis iniciada no fue formal. Fue esencial y cuesta arriba. No se trat¨® de simplificar los procedimientos. Se trat¨® de refinarlos. De administrar el bal¨®n con registros sutiles, de conectar con los hombres de mejor pie, de que Koke, Griezmann, Gait¨¢n o Carrasco, explotaran al m¨¢ximo sus posibilidades alargando las jugadas con mayor pausa y procurando de este modo controlar los partidos con m¨¢s garant¨ªas. La intenci¨®n desemboc¨® hace mes y medio un una crisis de confianza.
El primer partido de Liga de 2017 sirve para medir la respuesta. Simeone ha dado un paso atr¨¢s. Adelantar a Gim¨¦nez al mediocentro es la decisi¨®n m¨¢s reveladora. Recuperar los viejos esquemas de seguridad, defensa compacta en campo propio y bal¨®n al espacio a la m¨ªnima oportunidad, son, en el imaginario colectivo del vestuario, como la lancha salvavidas.
Gim¨¦nez, volante forzoso
Apremiado por ese deseo de recuperar el viejo m¨¦todo, el Atl¨¦tico sali¨® a la cancha helada a sintetizar los expedientes. Trat¨® de poner cada bal¨®n lo m¨¢s r¨¢pidamente posible en campo contrario. Intent¨® habilitar a Torres para que corriera a los espacios que dejaban los centrales adelantados. Los centrocampistas pensaron antes en cerrar espacios al contrario que en ofrecer l¨ªneas de pase al compa?ero. Durante un buen rato, Koke y Sa¨²l apenas entraron en contacto con la pelota. Gim¨¦nez solo fue trascendente para chocar y cortar, pero se vio ahogado cuando quiso manejar la pelota.
Se ponga donde se ponga, Gim¨¦nez seguir¨¢ siendo un excelente central. Obligado a resolver problemas sin espacios y en 360 grados, se apur¨® en exceso. El primer pase del Atl¨¦tico no existi¨® y los ejercicios de cobertura resultaron accidentados. La defensa no logr¨® desmontar los ataques armados por Dani, Pedro Le¨®n y Adri¨¢n, muy precisos entre l¨ªneas. En la banda derecha, Vrsaljko sufri¨® horrores ante las incursiones de Inui. Antes del descanso, Vrsaljko, tendido en el ¨¢rea, jug¨® un bal¨®n con la mano. El ¨¢rbitro no pit¨® el penalti pero a Simeone se le encendieron las alarmas. Despu¨¦s del descanso lo cambi¨® por Juanfran.
El intervalo recompuso al Atl¨¦tico. M¨¢s solidarios en defensa y, sobre todo, m¨¢s generosos en ataque, los visitantes obligaron al Eibar a recular. Quiz¨¢s todo comenz¨® por un cambio en la movilidad de Gabi, Koke y Sa¨²l, de pronto din¨¢micos entre l¨ªneas. Fue Sa¨²l quien provoc¨® el c¨®rner entrando por la derecha. Filipe Luis lo ejecut¨® por la v¨ªa indirecta y Sa¨²l pein¨® la pelota en el primer palo. En fuera de juego pero con resultado de gol legalizado. No hab¨ªa tenido m¨¢s ocasiones el Atl¨¦tico.
El Eibar pudo adelantarse. Enrich y Pedro Le¨®n desaprovecharon los tiros cuando alrededor de Moy¨¢ se multiplicaba la ansiedad. El gol del Atl¨¦tico cambi¨® el escenario por completo. De pronto, el acierto a la primera record¨® el car¨¢cter quir¨²irgico del campe¨®n de Liga de 2014. Apurado por la necesidad de igualar, el Eibar hizo el resto. Avanz¨®, control¨® el bal¨®n, se desdobl¨® con los laterales y liber¨® espacios para que Griezmann obrara el contragolpe y, pared con Gameiro mediante, el mazazo final.
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