Piqu¨¦ sabe c¨®mo funciona esto
El defensa del Bar?a critic¨® con dureza a un ¨¢rbitro con una frase enigm¨¢tica
¡°Ya sabemos c¨®mo funciona esto¡±, dijo Piqu¨¦ tras el pol¨¦mico partido Athletic-Bar?a de Copa de la pasada semana, lo que viene a significar que aqu¨ª alguien ha matado a alguien. Analicemos la frase. Utiliza el excelente defensa del Bar?a el verbo saber en presente y en primera persona del plural, ¡°sabemos¡±, dice. Puede hacerlo as¨ª por varias razones. Quiz¨¢ est¨¦ empleando el llamado ¡°plural de modestia¡±, que se maneja para evitar un singular que pudiera indicar presunci¨®n, pues sin duda quedar¨ªa feo decir ¡°yo s¨¦ c¨®mo funciona esto¡±. O tal vez se incline Piqu¨¦ por echar mano de un plural sociativo, implicando al oyente por razones de cortes¨ªa, al modo ¡°?qu¨¦ tal estamos?¡±. No quiere uno pensar que se trate de un recurso mayest¨¢tico, reservado, seg¨²n la Academia, para reyes y papas. Y no alcanza todav¨ªa Piqu¨¦ esa condici¨®n, aunque est¨¢ en ello.
Se quejaba el defensa azulgrana de la actuaci¨®n arbitral, no precisamente favorable al Bar?a. Asegur¨® que estuvo ¡°en la l¨ªnea de las ¨²ltimas temporadas¡± (sic). Luego habl¨® de la ruleta, de c¨®mo unas veces sale el negro y otras el rojo. Parec¨ªa que se refer¨ªa a que un d¨ªa un equipo es perjudicado y otro beneficiado. Pero enseguida, y para hacer m¨¢s s¨®lido su ¡°ya sabemos c¨®mo funciona esto¡±, record¨® el partido del d¨ªa anterior entre el Real Madrid y el Sevilla, en el que tambi¨¦n hubo pol¨¦mica arbitral. Todo aderezado con un lamento por no poder estar a esas horas en casa con sus hijos, siendo como era la noche de Reyes. Sacrificada vida la del futbolista de ¨¦lite. En fin, que fue un pla?ido continuo el de Piqu¨¦, jugador, les recuerdo, del Bar?a.
Siendo este opinador corto de luces, quiz¨¢ de tanto apagarlas, ha acudido a las siempre precisas estad¨ªsticas para saber ¡°c¨®mo funciona esto¡±. Y lo que se ha encontrado es lo siguiente: de las ¨²ltimas ocho Copas del Rey, el Bar?a ha participado en seis finales, de las que ha ganado cuatro. De las ¨²ltimas ocho Ligas, seis, han le¨ªdo bien, seis, son propiedad del club azulgrana. En ese mismo periodo el Madrid ha conquistado dos Copas y una Liga. Resumiendo: de los 16 t¨ªtulos recientemente dirimidos en suelo espa?ol y dirigidos por ¨¢rbitros espa?oles, que tanto perjuicio le provocan, el equipo de Piqu¨¦ ha ganado 10 y el Madrid, tres.
Luis Enrique, t¨¦cnico del Bar?a, lleva 27 de sus 46 a?os de vida siendo protagonista destacado del f¨²tbol espa?ol, primero como jugador y luego como entrenador. Parece probable que en ese tiempo haya aprendido ¡°c¨®mo funciona esto¡±. Preguntado respeto a aquel arbitraje del partido de Copa en San Mam¨¦s, declar¨® con tono pausado, casi agradable: ¡°Todo lo vemos a nuestro favor, por eso nunca enjuicio la labor arbitral. Es uno de los trabajos m¨¢s dif¨ªciles que hay¡±. Parece, pues, que Piqu¨¦ y su jefe no est¨¢n en la misma onda. El primero sospecha; el segundo apacigua. El primero acusa; el segundo absuelve. Piqu¨¦, otra vez, se ha quedado en posici¨®n ilegal acompa?ado solo de quienes pintarrajean la palabra atraco en una portada.
Preguntado hace unos d¨ªas Guardiola por la posibilidad de que, una vez que deje los banquillos, pueda optar a la presidencia del Bar?a, el actual t¨¦cnico del Manchester City contest¨®: ¡°Nunca ser¨¦ presidente del Bar?a. Para eso ya est¨¢ Piqu¨¦¡±. Quiz¨¢ cuando ello ocurra, si ocurre, el nuevo presidente del Bar?a nos explique ¡°c¨®mo funciona esto¡±. O mejor, que se lo explique a un juez. Porque que un jugador del Bar?a (o uno del Madrid) se queje del perjuicio ocasionado por un ¨¢rbitro admitir¨ªa de buen grado la calificaci¨®n de insensatez si no fuera una sinvergonzoner¨ªa.
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