Jaque al romanticismo
Las nuevas reglas del balonmano, en vigor desde el verano, insatisfacen a la mayor¨ªa de los jugadores
Si alg¨²n telespectador o aficionado destin¨® su tiempo a ver algo de balonmano en los tres primeros d¨ªas del Mundial de Francia, y no conoc¨ªa excesivamente a fondo este deporte, en el primer caso, o bien llevaba un tiempo desconectado de ¨¦l, en el segundo, seguramente se ech¨® las manos a la cabeza. Si alguno de ellos tuvo a bien ponerse frente al televisor pudo ver a varios porteros marcar de meta a meta con suma facilidad, fruto del caos en las transiciones, y escenas de juego en la que un equipo jugaba con siete jugadores, sin guardameta, y el otro lo hac¨ªa solo con seis integrantes.
Hasta el pasado mes de agosto, cuando se renov¨® la normativa y se introdujeron una serie de cambios que comenzaron a aplicarse desde los Juegos Ol¨ªmpicos de R¨ªo, lo anteriormente citado no dejaba de ser excepcional, un recurso estrat¨¦gico empleado ¨²nicamente en las situaciones de inferioridad num¨¦rica, pero ahora va camino de convertirse en una din¨¢mica relativamente habitual. Ahora, amparados en la regla del portero-jugador, los t¨¦cnicos tienen la posibilidad de sustituir a los porteros por jugadores de campo, sin la necesidad de que estos ¨²ltimos luzcan ning¨²n peto distintivo.
A ra¨ªz de esto, los ataques se simplifican en exceso muchas veces. Si la acci¨®n sale bien es una variable interesante, pero al m¨¢s m¨ªnimo error se propician goles pr¨¢cticamente sin oposici¨®n. Las nuevas directrices de la Federaci¨®n Internacional de Balonmano (IHF) ¡ªcinco en total, entre ellas la tarjeta azul, y las otras relativas al juego pasivo, los lesionados y los sancionados en el ¨²ltimo minuto¡ª no terminan de agradar a los profesionales. Ni a los preparadores ni a los jugadores.
¡°A m¨ª no me gusta nada, as¨ª de claro lo digo, y de hecho creo que es el sentir general de los jugadores¡±, expresa el capit¨¢n de la selecci¨®n espa?ola, Ra¨²l Entrerr¨ªos. ¡°Para m¨ª no son normas que tengan que ver mucho con el balonmano que tenemos. Posibilitan atacar con un jugador m¨¢s, luego eliminan la igualdad de condiciones, y facilitan muchos goles de puerta a puerta, cuando creo que eso no es nada atractivo para nuestro deporte. Desequilibran much¨ªsimo los partidos. Creo que el balonmano es de por s¨ª un deporte dif¨ªcil de seguir, por la velocidad, y si a eso le sumas todo esto, se dan situaciones anormales¡±, agrega el central, quien es seria duda para el segundo compromiso de los Hispanos, hoy (17.45, Teledeporte) frente a T¨²nez.
Los profesionales opinan que las nuevas normas simplifican en exceso la elaboraci¨®n del juego y dificulta la comprensi¨®n del aficionado
¡°A m¨ª me da igual, porque digas lo que digas ah¨ª van a estar...¡±, se?ala el navarro Eduardo Gurbindo, uno de los que m¨¢s brill¨® en el estreno, contra Islandia (27-21). ¡°En realidad, a m¨ª me parece mejor jugar, entre comillas, como lo hemos hecho siempre. Yo me quedo con el seis contra seis de toda la vida. Ahora bien, las nuevas normas tambi¨¦n pueden tener un punto positivo porque permiten experimentar y obligan a tomar decisiones muy r¨¢pido. Son ensayos, pero particularmente prefiero lo de siempre. Creo que se pierde un poco el encanto¡±, a?ade el pamplon¨¦s, ex del Barcelona y ahora en las filas del Nantes.
Su opini¨®n la respalda ?lex Dujshebaev. ¡°Los equipos est¨¢n intentando sacarles partido a los cambios, adapt¨¢ndose.?Nosotros estamos trabajando con todas estas variantes, por si acaso, pero yo no soy demasiado partidario... A m¨ª me gusta el juego m¨¢s recto, m¨¢s plano. Yo soy m¨¢s cl¨¢sico¡±, indica el lateral, cuyo protagonismo est¨¢ llamado a crecer con respecto a campeonatos anteriores; ¡°adem¨¢s, si a la gente que no sigue habitualmente el balonmano ya le cuesta a veces entender bien c¨®mo jugamos... Con el nuevo c¨®digo a¨²n se hace un poco m¨¢s complejo. Tal vez sea un poco contraproducente, no lo s¨¦. Con el paso del tiempo lo veremos¡±.
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