La Espa?a coral alcanza los octavos con un pleno

Cumpli¨® Espa?a el objetivo, que no era otro que sellar la primera fase del Mundial como l¨ªder de grupo para no toparse con Francia hasta una hipot¨¦tica final. Hasta el d¨ªa 29 queda todo un mundo y varias batallas, as¨ª que mesura, calma, mucha calma, pero de momento pocos peros se le puede poner al equipo dirigido Jordi Ribera. Ayer le bastaba con empatar ante Eslovenia, de ingrato recuerdo, puesto que fue la que le priv¨® de los Juegos de R¨ªo. Y no solo le derrot¨® (36-26), sino que lo hizo con lustre, en la versi¨®n m¨¢s brillante vista hasta ahora.

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Al resolver este ¨²ltimo litigio, Espa?a cerr¨® el tramo inicial del campeonato invicta, con cinco victorias ante Islandia, T¨²nez, Angola, Macedonia y Eslovenia, esta ¨²ltima el mayor escollo. Firm¨® el pleno en Metz y eso le condujo directamente hacia un choque con Brasil en los octavos, ma?ana (20.45, Tdp) en Montpellier. Un pulso que tendr¨¢ un alto componente sentimental para el seleccionador espa?ol, puesto que fue Ribera el encargado de impulsar el ambicioso proyecto balonman¨ªstico de la ¨²ltima anfitriona ol¨ªmpica. ?l puso la semilla y dio el empuj¨®n a una camada que bajo sus ¨®rdenes alcanzaron por primera vez en la historia los cuartos de unos Juegos.

Brasil ser¨¢ definitivamente el rival, as¨ª que despejada la inc¨®gnita. Pero antes, ayer, una victoria tonificante contra los eslovenos, genialmente instruidos por Veselin Vujovic. Ten¨ªa Espa?a cuentas pendientes con ellos, porque en los dos ¨²ltimos careos ¡ªel Europeo del a?o pasado y el infausto Preol¨ªmpico¡ª no fue capaz de tumbarle. Esta vez s¨ª, con autoridad y todas las letras adem¨¢s. El cintur¨®n defensivo funcion¨® a las mil maravillas y en la porter¨ªa Rodrigo Corrales imparti¨® una master class de intervenciones. Destac¨® el futuro portero del PSG (12 paradas), como tambi¨¦n lo hicieron David Balaguer o Ra¨²l Entrerr¨ªos en la direcci¨®n, aunque el protagonismo de este bloque es esencialmente colectivo.

Sobresalientes las torres (Morros, Guardiola¡­), los pretorianos (Gurbindo, Dujshebaev, Go?i¡­), los artistas (Ca?ellas, Sarmiento) y por supuesto los velocistas (Tom¨¢s, Rivera, Balaguer¡­). Todos, sin excepci¨®n. Si algo ha sabido hacer Ribera hasta ahora, am¨¦n de su cient¨ªfico trabajo con la pizarra, es involucrar al elenco y maximizar los recursos, consciente de que el ¨¦xito en este Mundial no pasa por una base de seis o siete fijos, sino de integrar a todo el plantel. Y as¨ª se reflej¨® ante Eslovenia. Esta se apoy¨® en los tantos de Gasper Marguc (6) y la creatividad ofensiva de la primera l¨ªnea, pero no pudo aguar la fiesta. No esta vez. Espa?a le bati¨® y cerr¨® la herida.

Ahora, por delante, Brasil, y en unos hipot¨¦ticos cuartos la piedra ser¨ªa Alemania o Croacia; con mirilla de teleobjetivo, en las semifinales tocar¨ªa bailar con la Dinamarca de Mikkel Hansen. Atr¨¢s qued¨® el triste episodio del a?o pasado en Suecia, el disgusto. El presente se localiza en Francia y la selecci¨®n espa?ola est¨¢ preparada. La misi¨®n determina el desembarco en Par¨ªs, para luchar por algo hermoso. Acepta el reto.