Leo, un caza indetectable
Messi se subraya con el juego de entrel¨ªneas y pases imposibles para desconchar a un entusiasta y combativo Eibar
Una hora antes de que comenzara el encuentro, atron¨® por Ipurua y por un buen rato una estridente bocina que, como si en tiempos de guerra se tratase, parec¨ªa alertar de un inminente ataque a¨¦reo. ¡°Desde siempre. Esto se hace aqu¨ª desde que se empez¨® a jugar para avisar que hay partido¡±, explicaba con orgullo un guardia de seguridad, a pie de cambio. Ocurri¨®, sin embargo, que s¨ª, que por Eibar sobrevol¨® un caza F-18, uno peque?o y silencioso, uno que se colaba por las l¨ªneas enemigas con una facilidad pasmosa hasta el punto de ser indetectable para el radar rival: fue Messi.
Busquets sufre un esguince en un tobillo
Sergi Busquets tuvo que abandonar el campo en camilla cuando ni siquiera hab¨ªan transcurrido diez minutos de juego. El medio centro del Barcelona sufri¨® un esguince en el ligamento lateral externo del tobillo derecho tras una entrada de Escalante. Busquets fue relevado por Denis Su¨¢rez.
Las pruebas m¨¦dicas a las que ser¨¢ sometido hoy Busquets determinar¨¢n el alcance de su lesi¨®n y los d¨ªas que deber¨¢ estar de baja. Los pr¨®ximos compromisos del Barcelona son, el jueves en el Camp Nou, contra la Real Sociedad, en partido de Copa, y el domingo, en partido de Liga, en el campo del Betis.
Luis Enrique ya tiene claro que en la fase defensiva su equipo forma en un 4-4-2, donde Neymar repliega como si fuera un interior m¨¢s y el volante derecho se encarga de la correspondiente banda. La estratagema libera a Messi, que ya no corre hacia atr¨¢s sino que baja siempre al paso, por m¨¢s que s¨ª escoja de vez en cuando esprintar hacia delante en la fase inicial de la presi¨®n. Unas carreras cortas en Ipurua porque Leo jug¨® de mediapunta al entender que el juego le reclamaba ser mediapunta para repartir pases y caramelos, sobre todo porque Busquets no estaba ¨Clesionado por una escalofriante entrada de Escalante¡ª y no se juntaba el equipo a su alrededor. Por lo que con el Bar?a un tanto estirado y con el duelo de ida y vuelta que reclamaba el Eibar con su acoso avanzado, Messi encontr¨® los agujeros, los huecos de entrel¨ªneas. Una mina que pudo ser jauja de enfocar la mirilla sus compa?eros; un fil¨®n que result¨® suficiente.
De inicio, el Bar?a se inclin¨® hacia la izquierda porque Neymar exig¨ªa bal¨®n y protagonismo. Pero la voluntad no regatea contrarios y el equipo cambi¨® de terci¨® para focalizarse en Messi. Funcion¨® de rechupete porque el 10 se puso el frac, c¨®modo al jugar en espacios reducidos porque no hay un jugador en la historia que iguale su regate en corto, su arrancada inicial, su baile con la pelota en una baldosa. As¨ª, con ese segundo de m¨¢s que le daba recibir en la zona caliente de las entrel¨ªneas, se puso las botas de quarterback. Primero lanz¨® un pase picadito por encima de dos defensas que Luis Su¨¢rez no acert¨® a resolver. Despu¨¦s, se entendi¨® con Arda, pero su cabezazo sali¨® demasiado flojo. Y tambi¨¦n le regal¨® una asistencia a Neymar tras una pared con Luis Su¨¢rez, pero el brasile?o no atin¨® en el remate cuando ya se daba el gol por descontado. Messi estaba en todos lados, palanca del f¨²tbol ofensivo azulgrana, por lo que tambi¨¦n pidi¨® el esf¨¦rico en las jugadas de estrategia. Chut¨® una ¨Cesa que dej¨® KO a Busquets¡ª demasiado alta; y prob¨® otra con rosca ajustada al palo, demasiado floja porque Yoel lleg¨® a tiempo para desbaratarla.
¡®Pichichi¡¯ junto a Su¨¢rez
Incluso cuando no la pidi¨®, el bal¨®n lleg¨® a pies del 10. Como en esa jugada en la que Alba y Luis Su¨¢rez se entendieron para que Neymar la perdiera en la frontal y la rescatara Messi, que prob¨® el chut y se estrell¨® en la espalda de Dos Santos. Para su fortuna, el rebote le cay¨® a Denis Su¨¢rez, que al fin se estren¨® como goleador azulgrana. El testigo, claro, lo recogi¨® el mismo Messi, que por una vez se adentr¨® en el ¨¢rea y Luis Su¨¢rez ley¨® el movimiento para ponerle un centro que emboc¨® a la red con sencillez ¡ªel quinto que le marca al Eibar. Un nuevo tanto de La Pulga, que se remarca como pichichi junto a Luis Su¨¢rez (15 goles) y que estira a cinco las jornadas ligueras seguidas en las que ha marcado. El tanto, adem¨¢s, sirvi¨® para firmar el r¨¦cord goleador del equipo en la primera vuelta del campeonato en la era Luis Enrique: 48 redes (50 a la conclusi¨®n del choque) por las 47 del primer curso. Otra gesta del caza, en este caso del M-10.
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