¡®SuperNadal¡¯ vuelve a volar
El problema que ha tenido a lo largo de los ¨²ltimos dos a?os ha sido que se vest¨ªa de blanco y segu¨ªa siendo Clark Kent
¡°No hay nada que temer salvo el miedo mismo¡±. Franklin Delano Roosevelt
Rafa Nadal le tiene miedo a los perros. Tendr¨¢ los huevos m¨¢s grandes de la historia, como me coment¨® un buen amigo suyo despu¨¦s de su victoria el viernes en la semifinal del Open de Australia, pero se le acerca un perro y sale corriendo.
Durante la mayor parte de una carrera en la que Nadal lo ha ganado todo en el tenis, empezando por los cuatro Grand Slam, lo que siempre ha llamado la atenci¨®n a sus familiares y conocidos ha sido la discrepancia entre su vulnerabilidad fuera de la pista y su audacia dentro. El Clark Kent mallorqu¨ªn se vest¨ªa de blanco y se convert¨ªa en Superman.
El problema que ha tenido a lo largo de los ¨²ltimos dos a?os ha sido que se vest¨ªa de blanco y segu¨ªa siendo Clark Kent. Hoy SuperNadal, que parec¨ªa enterrado, ha emergido de las cenizas. Lo vemos no solo en las estad¨ªsticas de las victorias que le han llevado a la final so?ada de Melbourne contra Roger Federer, sino tambi¨¦n en su lenguaje corporal. Ya no se rastrea por la pista, como amargado, maldiciendo su triste destino; una vez m¨¢s transmite la sensaci¨®n de que se siente el macho alfa de la manada.
Tuvo problemas f¨ªsicos en los a?os horribles 2015 y 2016 pero lo m¨¢s serio fue que perdi¨® la furiosa fe competitiva que siempre hab¨ªa marcado la diferencia contra rivales que muchas veces ten¨ªan el mismo talento natural que ¨¦l.
?Qu¨¦ ha pasado para que todo cambie? No puede ser casualidad que reci¨¦n ahora, en diciembre, se incorpor¨® a su equipo t¨¦cnico su viejo amigo, rival y compa?ero de Copa Davis Carlos Moy¨¢. Jam¨¢s Nadal habr¨¢ recibido mejor regalo de Navidad.
John McEnroe, el gran extenista estadounidense y ahora gran comentarista de televisi¨®n, exclam¨® cuando Nadal toc¨® fondo y cay¨® contra el desconocido Dustin Brown en Wimbledon en 2015 que hab¨ªa llegado la hora de que se consiguiese ¡°un nuevo maldito entrenador¡±. La idea era que reemplazara a su t¨ªo Toni, el que forj¨® su esp¨ªritu de guerrero desde la infancia, con alguien capaz de ayudarle a recuperar la chispa perdida.
Nadal nunca hubiera hecho semejante cosa. La lealtad familiar es m¨¢s importante para ¨¦l que la victoria en el tenis. Tard¨® demasiado tiempo pero al final dio con la soluci¨®n salom¨®nica: no despedir a Toni Nadal pero s¨ª pedir a Moy¨¢ que trabajase junto a ¨¦l.
Moy¨¢ lo conoce como si fuera su hermano mayor. Sabe, por ejemplo, que cuando Nadal le visita en su casa lo primero que tiene que hacer es encerrar a su perro en una habitaci¨®n. Como gran tenista que fue, finalista en Australia en 1997, Moy¨¢ conoce las virtudes y las debilidades de su juego tanto en el aspecto t¨¦cnico como en el psicol¨®gico.
La nueva qu¨ªmica que Moy¨¢ aporta ha funcionado mejor de lo que cualquiera se podr¨ªa haber imaginado. Toni fue el que le ense?¨® a su sobrino desde una temprana edad a aguantar y nunca rendirse; Toni fue el que convenci¨® a su sobrino que pod¨ªa lograr la misi¨®n imposible en enero de 2009 de ganar a Federer en la final de Melbourne de 2009. Nadal estaba f¨ªsicamente destrozado tras ganar a su compatriota Fernando Verdasco en la semifinal, el partido m¨¢s largo en la historia del Open de Australia en un d¨ªa en el que hizo un calor brutal. Un d¨ªa y medio despu¨¦s, en la ma?ana del domingo de la final, Nadal apenas pod¨ªa levantarse de la cama. ¡°No puedo,¡± le dijo a su t¨ªo.
Toni le contest¨® bruscamente que s¨ª pod¨ªa. ¡°Imag¨ªnate,¡± le dijo, ¡°que en el estadio hay un tipo detr¨¢s de ti apunt¨¢ndote con una pistola dici¨¦ndote que si no corres sin parar apretar¨¢ el gatillo. ?Me juego lo que sea que echas a correr!¡± Nadal corri¨® y, en cinco sets, gan¨®.
Las palabras del t¨ªo Toni no fueron suficientes, en cambio, durante la sequ¨ªa de los dos ¨²ltimos a?os. Moy¨¢ ha sumado el factor X, el ant¨ªdoto a la kryptonita que debilit¨® a Superman. En qu¨¦ consiste la f¨®rmula a¨²n no sabemos. Quiz¨¢ le haya dicho que en vez de un hombre con una pistola hay un perro detr¨¢s de ¨¦l. Sea lo que sea, la fant¨¢stica noticia para todos lo que aman el deporte, no solo el tenis, es que Nadal vuelve a volar.
John Carlin escribi¨® ¡°Rafa: mi historia¡± con Rafa Nadal
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