Szymanowski: ¡°Trabaj¨¦ hasta de repartidor de alfombras¡±
El extremo del Legan¨¦s, que abandon¨® Argentina por Espa?a con 12 a?os, cuenta la cara m¨¢s dura del f¨²tbol. "A toro pasado agradezco no haber estado en una burbuja"
Alexander Szymanowski (Buenos Aires, 28 a?os) aparece por la oficina de prensa de Butarque despu¨¦s del entrenamiento pasado por lluvia. El extremo del Legan¨¦s (que este s¨¢bado se mide al Atl¨¦tico: 18.30 beIN LaLiga) coge una silla, se sienta y no para de hablar. La charla, muy amena, se alarga tanto que cuando se quiere dar cuenta ya se le ha pasado casi la hora de comer. Se vino a Espa?a con toda su familia ¨Cla empresa Szymanowski, como la llama ¨¦l- cuando ten¨ªa 12 a?os. Trabaj¨® de camarero, socorrista, empleado de Decatl¨®n e incluso repartiendo alfombras porque del bal¨®n solo no pod¨ªa vivir. La suya es una historia diferente, la de las dificultades que hay que superar cuando vives en el f¨²tbol no de elite.
Pregunta. ?Con qu¨¦ so?aba de ni?o?
Respuesta. Con lo que me est¨¢ pasando este a?o. Jugar en Primera.
P. ?Los sue?os siempre se cumplen?
R. Por supuesto que no, por lo general no se cumplen. Pero cuando eres peque?o tienes que so?ar en grande y cuando te haces adulto, lo mejor es so?ar con cosas a corto plazo. Hace cuatro-cinco a?os cuando jugaba en Tercera mi sue?o era poder vivir del f¨²tbol, jugar en una categor¨ªa que me pudiera mantener a m¨ª y a mi familia [tiene dos hermanas, una de ellas es futbolista].
P. ?Tiene alguna pesadilla recurrente?
R. No. Pero es curioso que me pregunte eso porque anoche so?¨¦ que estaba dentro de las Torres Gemelas cuando los atentados del 11-S.
P. ?Se ha sentido emigrante alguna vez?
R. No, ni emigrante ni inmigrante, pero sufr¨ª mucho la ida de Argentina. De repente, con 12 a?os, te quiten de ra¨ªz de todo lo que tienes y te dicen que vas a cambiar todo¡ Eso s¨ª, tard¨¦ 10 minutos en adaptarme en Espa?a, me siento parte de este pa¨ªs.
P. ?Por qu¨¦ dejaron Argentina?
R. Mis padres hac¨ªan cuatro trabajos: mi madre era profesora y trabajaba en una editorial y mi padre trabajaba en una empresa y hab¨ªa montado una pizzer¨ªa. Trabajaban full time, pero no alcanzaba para estar tranquilos y llegar a fin de mes. Siempre ¨ªbamos con el mes atrasado, el barrio en que viv¨ªamos (Ituzaing¨®) era precario, con calles de tierra, tercermundista. Y luego encima asaltaron la pizzer¨ªa de mi padre. Le dieron un culetazo en el p¨®mulo con la parte de atr¨¢s de la pistola, nada m¨¢s, pero aceler¨® la decisi¨®n de dejar el pa¨ªs. Menos mal que mis hermanas y yo, que ayud¨¢bamos a repartir las pizzas, no est¨¢bamos esa noche [ten¨ªan 12, 10 y 9 a?os]. Pusimos la casa a la venta, mi padre se vino el primero, con un billete a¨¦reo de su hermano al que le sal¨ªa gratis y nosotros nos compramos los pasajes cuando conseguimos vender la casa.
P. ?C¨®mo les explicaron sus padres esa decisi¨®n?
R. No hubo explicaci¨®n. Nos vamos, as¨ª, a sangre fr¨ªa y sin anestesia. Ese mes y medio antes de venir a Espa?a lo recuerdo como uno de los peores de mi vida. En el colegio nunca hab¨ªa tenido problemas con nadie y empec¨¦ a tenerlos y a comportarme mal. Pero al llegar a Espa?a, a Guadarrama, ver el verde, la pista de tenis, de f¨²tbol, escuchar a la gente que te dec¨ªa que en invierno nevaba, que para nosotros era algo de pel¨ªculas americanas, pues diez minutos tardamos en decir que est¨¢bamos en el para¨ªso. Fue pisar la cancha de futbol y listo.
Mis padres ten¨ªan cuatro trabajos y no lleg¨¢bamos a fin de mes. No s¨¦ c¨®mo lo hac¨ªan, pero nunca me faltaron las botas de f¨²tbol
P. ?Qu¨¦ recuerda de su infancia en Argentina?
R. Era todo precario y tercermundista, pero es el lugar donde m¨¢s feliz fui. No pasaban coches casi por las calles de tierra, est¨¢bamos todo el d¨ªa en la calle a jugar al f¨²tbol. Fuimos muy callejeros siempre, es una costumbre que se ha perdido. Los chicos de ahora tienen pabell¨®n, clase, m¨®viles, tablet¡ A mis padres siempre le digo que si volviese a nacer me gustar¨ªa tener de nuevo esa infancia tan dura que tuvimos. Para ellos m¨¢s que nada, yo s¨®lo percib¨ªa felicidad. No s¨¦ c¨®mo lo hac¨ªan, pero a m¨ª nunca me faltaron las botas de f¨²tbol ni las vacaciones en verano. Nunca nos falt¨® de nada, a consta de los sacrificios de mis padres que nos ocultaban los problemas econ¨®micos.
P. Empez¨® repartiendo pizzas con 12 a?os y siempre se las ha ido apa?ando.
R. Eso era echar una mano m¨¢s que un trabajo. Dej¨¦ el instituto con 16 a?os y a partir de ah¨ª empec¨¦ a hacer de todo: encuestas para una empresa por Cuatro Caminos [un barrio de Madrid], camarero, incluso repart¨ª alfombras en una tintorer¨ªa en la sierra, estuve un a?o en Decatl¨®n, de socorrista varios veranos sin t¨ªtulo, atend¨ª tambi¨¦n en un quiosco de verano¡ Tambi¨¦n trabaj¨¦ para Securitas Direct, Herbalife. Lo que me dejaba el f¨²tbol.
P. ?C¨®mo es de dura la vida para un futbolista no de elite?
R. Es dura en el sentido de que te vas haciendo a la idea de que no vas a ser futbolista profesional, de que lo ¨²nico que sabes hacer en esta vida es jugar al f¨²tbol pero que no te va a dar para ser solvente econ¨®micamente y vivir de ello. As¨ª que tienes que ser realista y poner los pies en la tierra. Es lo que hice: trabajar y compaginarlo con el f¨²tbol. Eso es lo m¨¢s duro, es la vida real.?
P. En el San Sebasti¨¢n, estuvo cinco meses apartado, dando vueltas solo por el campo. ?C¨®mo se aguanta eso?
R. A toro pasado creo que es lo mejor que me ha podido pasar el en f¨²tbol. Fue mi primer a?o de profesional, ten¨ªa 18 a?os y estaba en un equipo de Segunda B. En diciembre cambiamos de entrenador por tercera vez, lleg¨® un t¨¦cnico muy dictatorial [Alberto Ferri] muy del estilo de las pel¨ªculas de guerra, el t¨ªpico sargento que manda al soldado, entiendo que no estaba tan mal para que el equipo despertase, pero sus m¨¦todos eran muy radicales. Yo no entraba en su proyecto, me apart¨® junto a dos compa?eros m¨¢s. Nos mandaba al vestuario mientras los dem¨¢s se entrenaban. Estuve cinco meses corriendo solo. Sufr¨ªa bastante.
P. ?Qu¨¦ le hizo no tirar la toalla?
R. El dinero. Cobraba 1.000 euros, combinado con decatl¨®n me ven¨ªa bien para darle una mano a mi familia que estaba justo en el peor momento econ¨®mico. Pens¨¦: si dejo esto son 1.000 euros menos en casa y 1.000 euros menos es bancarrota. No me quedaba otra. Tengo que agradecerle que me haya hecho pasar las de Ca¨ªn porque luego no me he encontrado nada peor que eso. Cuando de primeras te encuentras lo peor, est¨¢s preparado y fabricas una coraza para lo que pueda venir despu¨¦s. Lo miro ahora y digo: menos mal que me pas¨® eso y no estuve en una burbuja.
Fui y soy feliz. Agradezco no haber estado en una burbuja. Me preparar¨¦ para lo peor
P. ?Qu¨¦ nivel de autoestima tiene que tener un futbolista para no venirse abajo?
R. Lo hablo mucho con mi madre y siempre le digo que no s¨®lo autoestima , sino una fuerza mental prodigiosa porque en el f¨²tbol son m¨¢s los peores momentos que los buenos. Si no te mantienes fuerte en esos momentos, no llegas a vivir los buenos. No vale s¨®lo con ser bueno, de hecho, para m¨ª no es fundamental, lo b¨¢sico es tener una mente que te empuje.
P. ?De d¨®nde le viene a usted?
R. Inconscientemente creo que ido adquiriendo las proezas que han hecho mis padres a lo largo de su vida, fabricarse una casa con sus propias manos para sus hijos, dejar su pa¨ªs y empezar de cero en nuevo continente. Es eso y los valores del deporte que te ense?an a luchar por lo que m¨¢s quieres. No me imagino el d¨ªa a d¨ªa sin el f¨²tbol, cuando llegan los momentos malos o haces lo posible para que vengan los buenos o te tienes que retirar.
P. ?En qu¨¦ gasta ahora el dinero?
R. Lo que yo quer¨ªa era cobrar un sueldo que me diera para vivir a m¨ª y a mi familia. Conseguido eso, intent¨¦ elevar un poco el nivel de vida familiar. Que mi hermana pueda ir al mejor m¨¦dico a curarse la rodilla, que mi madre vaya en AVE a los partidos en vez de meterse ocho horas en un autob¨²s, que mi hermana peque?a en vez de irse al camping del Escorial si quiere irse a Tenerife de vacaciones con su novio se pueda ir. Es simplemente hacer lo que siempre hemos querido hacer sin estar pendientes de no llegar a fin de mes. Que si viene tu familia a visitarte puedas ir a un buen restaurante, los destinos de las vacaciones, no es lo mismo irte a Benidorm que a Ibiza. Sin volverse loco. Negoci¨¦ tambi¨¦n que mi padre, que se ha vuelto a Argentina, dejara el trabajo despu¨¦s del tercer atraco.
P. ?A qui¨¦n admiraba de peque?o?
R. A mi abuelo materno Ignacio, que se muri¨® en 2004. Ten¨ªa seis hijas y para no gastar dinero y para que todas tuvieran todo y llegaran a fin de mes, se iba andando a trabajar y eran muchos kil¨®metros.
P. ?Qu¨¦ ha encontrado en el Legan¨¦s?
R. Que existe la posibilidad de jugar al f¨²tbol en Primera de una forma cotidiana. La gente ve la Primera como un circo, con los millones e intereses que ello mueve; aqu¨ª somos los mismos de siempre, la gente y el club es humilde y eso te da la sensaci¨®n de hacer lo que m¨¢s te gusta, en el mejor lugar del mundo y de una manera sencilla y cotidiana. Eso es impagable.
P. ?C¨®mo es vivir un ascenso?
R. No se puede ni imaginar, de lo duro y bonito que es. Subir de Segunda a Primera es como que le da sentido a todas las decisiones que has tomado. Creo que nunca me pasar¨¢ nada mejor en la vida que el ascenso con el Legan¨¦s.
P. ?El f¨²tbol de Primera es como se lo imaginaba?
R. Lo ve¨ªa por la tele y me lo imaginaba inalcanzable. Cre¨ªa que no pod¨ªa dar el nivel, pero al final si subes es por algo. Valgo para este lugar, me he ido quitando los miedos que ten¨ªa.
P. ?Cree que el Atl¨¦tico ha perdido su identidad?
R. No. La identidad no la ha perdido, en el f¨²tbol existe una cosa que la gente no entiende: es imposible que el ¨¦xito dure para siempre. El Aleti viene bas¨¢ndose en los ¨²ltimos a?os en la motivaci¨®n, en el coraz¨®n y le ha ido transmitiendo a jugadores y afici¨®n que todo es posible. El Cholo ha puesto el Atl¨¦tico a nivel del Barcelona y Real Madrid y la gente no se da cuenta. Si el equipo baja un poco y ya no pelea de t¨² a tu, la gente tiende a pensar que se ha acabado un ciclo y ha perdido la identidad.
Legan¨¦s es impagable. Juegas en Primera en un ambiente sencillo y cotidiano. La permanencia en salud nos va a costar, pero hay que aprender a disfrutar
P. ?Cu¨¢nto va a costar la permanencia?
R. De salud nos va a costar. La presidenta el otro d¨ªa ya se imaginaba una segunda vuelta fren¨¦tica¡ Va a costar 100% de cada jugador y el 200 % de cada aficionado y de cada trabajador del club. Creo que es m¨¢s un tema psicol¨®gico que t¨¦cnico-t¨¢ctico.
P. ?Eso ya se vivi¨® el a?o pasado?
R. El a?o pasado era ahora o nunca, este a?o hay que intentar disfrutar pero sufriendo. Nos lo hemos ganado, tenemos que sufrirlo pero sin olvidarse que esto es f¨²tbol y como te olvides de disfrutarlo un poco, mentalmente no aguantas cinco meses sufriendo.
P. ?C¨®mo es tener una presidenta?
R. Le da muy buena imagen al club, es importante para el f¨²tbol que se vea como cabeza de proyecto tambi¨¦n a las mujeres, tengo una hermana futbolista y veo la importancia de que la mujer se vea en primer plano. Es una persona muy cercana y a todos los que estamos aqu¨ª nos facilita mucho las cosas.
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