Messi redime al peor Barcelona ante el Atl¨¦tico de Madrid
Los azulgrana se clasifican para la final de Copa tras un ejercicio de contenci¨®n ante un bullicioso rival que mantuvo sus opciones hasta el ¨²ltimo instante en un partido con tres expulsados
El Atl¨¦tico at¨® al Bar?a a un potro de tortura en el Camp Nou. Los azulgrana vivieron un infierno, sometidos a un sufrimiento continuo, solo aliviados por Messi. El argentino juega por diez contra once, santo y se?a de su equipo en la abundancia y en la miseria, protagonista de un partido tormentoso para los azulgrana, que alcanzan por cuarta vez consecutiva la final de Copa. Apareci¨® el rosarino y marc¨® la diferencia con una gran jugada en un encuentro tenso y pasional, digno de una semifinal copera que se acab¨® como el rosario de la aurora: Luis Su¨¢rez y Sergi Roberto fueron expulsados por una parte y Carrasco por la otra.
El Camp Nou tirit¨® antes y despu¨¦s de que el rosarino soltara su zurda y propiciara el gol de Luis Su¨¢rez. Hac¨ªa tiempo que no se ve¨ªa a un equipo azulgrana tan temeroso, err¨¢tico y sufrido; tampoco se recordaba una versi¨®n m¨¢s atrevida del Atl¨¦tico. La diferencia la puso Messi. No remataron los rojiblancos su buen juego y cuando encontraron la porter¨ªa se toparon con un excelente Cillessen, un gol mal anulado a Griezmann y un penalti fallado por Gameiro. La fatalidad atl¨¦tica continu¨® incluso despu¨¦s de que se resarciera el delantero franc¨¦s, asistido por Griezmann.
El Atl¨¦tico llev¨® al Bar?a hasta una situaci¨®n l¨ªmite desde que Simeone cant¨® una alineaci¨®n tan sorprendente como la de Luis Enrique. El Cholo tir¨® del hilo de la segunda parte del partido del Calder¨®n y apost¨® por un equipo muy ofensivo, repleto de delanteros y con dos volantes centrales que juegan sin retrovisor: Sa¨²l y Koke. A la afrenta rojiblanca, producto de la autoestima y tambi¨¦n de obligaci¨®n de ganar por el 1-2 de la ida, respondi¨® el t¨¦cnico azulgrana con un equipo sin un medio centro, relegados a la suplencia Mascherano y Busquets, y en la punta de ataque Arda como sustituto del sancionado Neymar.
Quiso saber Simeone desde la necesidad hasta qu¨¦ punto era cierta la vulnerabilidad del Barcelona, un equipo inseguro, permeable en la divisoria, incapaz de transmitir autoridad y confianza a los rivales y a su propia hinchada, incluso despu¨¦s de su victoria en Madrid. Abierto a las bandas por Gait¨¢n y Carrasco, el Atl¨¦tico enfil¨® de salida al Bar?a con Torres y Griezmann. A partir de cuatro zagueros y pr¨¢cticamente seis atacantes, los rojiblancos funcionaban igual de bien en la presi¨®n que en las transiciones, como se advirti¨® en un mano a mano de Carrasco con Cillessen, bien resuelto por el meta del Barcelona.
El partido se convirti¨® en un di¨¢logo del Atl¨¦tico con Cillessen. La pelota la ten¨ªa el portero azulgrana o los muchachos de Simeone. Los interiores barcelonistas no entraban en el partido, especialmente Denis Su¨¢rez, fuera de onda, ni tampoco aparec¨ªa Messi. Mal puestos y sin mando en la divisoria, los errores individuales eran continuos en los jugadores del Bar?a. Nadie ligaba una jugada y las muchas p¨¦rdidas habilitaban las llegadas constantes del Atl¨¦tico. El Barcelona era un flan ante un semivac¨ªo Camp Nou.
El mon¨®logo atl¨¦tico dur¨® m¨¢s de media hora y si no acab¨® en gol fue por Cillessen y por su falta de pegada, reiterativa durante la temporada, tambi¨¦n en el Camp Nou. El suyo no era un problema de f¨²tbol sino que estaba peleado con el gol, una suerte para el Bar?a. Los azulgrana no daban pie con bola, tal que fueran unos tuercebotas, presa de los nervios, nada finos, muy timoratos, negados por el Atl¨¦tico. A excepci¨®n de Andr¨¦ Gomes, retra¨ªdo en su campo y alegre en cancha ajena, ni un solo futbolista asum¨ªa riesgos ni daba salida al bal¨®n en el Bar?a. Hasta que el portugu¨¦s conect¨® con Messi. El 10 agarr¨® el cuero, empez¨® a descontar rivales con su r¨¢pida conducci¨®n, hasta que pudo armar su zurda y exigir la apurada intervenci¨®n de Moy¨¢. Al rechazo del portero acudi¨® el ca?onero Luis Su¨¢rez: 1-0.
La capacidad azulgrana para complicarse la vida y dejarse llevar por las circunstancias es, sin embargo, inagotable, con y sin Messi, incluso con Busquets e Iniesta. Los azulgrana propiciaron que el Atl¨¦tico entrara en el partido con la expulsi¨®n de Sergi Roberto cuando se hab¨ªan lesionado Gait¨¢n y God¨ªn. Pas¨® un muy mal rato el Bar?a mientras el Atl¨¦tico se repuso a la tarjeta roja que vio Carrasco. El Atl¨¦tico fue tambi¨¦n mejor equipo diez contra diez y si no forz¨® la pr¨®rroga fue por un dedo, ag¨®nico y entregado como estaba el Bar?a, expulsado Su¨¢rez, finalista de Copa despu¨¦s de pedir la hora y rogar a todos los santos, redimido por Messi.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.