Europa reta a Espa?a en el regreso de la Champions
La m¨¢xima competici¨®n, con cinco t¨ªtulos espa?oles de los ¨²ltimos diez, vuelve con unos octavos con mayor¨ªa de aspirantes de la Liga
![Los jugadores del Real Madrid celebran la undécima en el estadio de San Siro en mayo de 2016.](https://imagenes.elpais.com/resizer/v2/YMYPGGSV2RYETYXNIZXQZ3HC5M.jpg?auth=c4577812a2231ea8e67696876a0edbd2ca37fd429d8f42ee3a9de4a35e371ba0&width=414)
La Liga de Campeones es al f¨²tbol lo que la madre al cordero. No hay torneo anual que amplifique su impacto, m¨¢xime cuando, al rev¨¦s que en la fase de grupos, llegan las eliminatorias y ya nada es sobrante, no quedan apenas teloneros. Como prueba, los octavos que arrancan esta semana, con la Liga espa?ola midi¨¦ndose a las otras cuatro mejores de Europa. Real Madrid, Bar?a y Atl¨¦tico llegan con ciertas pesadumbres, con claroscuros, y el Sevilla, el valor m¨¢s seguro en la Liga Europa, debe afrontar un escal¨®n muy superior como es la Champions. Con todo, no hay competici¨®n m¨¢s fetiche para el Madrid, que junto al Bar?a han conquistado cinco de las ¨²ltimas diez. Y tambi¨¦n es la competici¨®n que ha puesto al Atl¨¦tico en la primera pasarela continental con sus dos finales en las tres ediciones precedentes.
El poder de los clubes espa?oles en el concierto europeo es incuestionable. Solo la Liga ha clasificado a cuatro equipos para los octavos. Tampoco es una cuesti¨®n menor la regularidad de Real Madrid y Bar?a. Junto al Bayern son los ¨²nicos tres conjuntos de los ¨²ltimos diez ganadores que han tomado la salida en la presente cita: Milan e Inter ¨Crepresentantes de la ¨²nica ciudad con dos campeones¨C, United y Chelsea ni siquiera estuvieron en la parrilla.
Hay datos elocuentes que subrayan la exigencia del torneo en sus 61 ediciones. De los 486 participantes solo 22 han cantado bingo (el 4,5%) y apenas doce equipos han ganado m¨¢s de un t¨ªtulo (2,5%). Adem¨¢s, el ¨¦xito se ha limitado a diez ¡°pa¨ªses¡± (separada la docena de t¨ªtulos ingleses del logrado por el Celtic escoc¨¦s). Tal es la hist¨®rica pujanza de la Copa de Europa en cualquiera de sus formatos, que capitales como Par¨ªs, Roma, Berl¨ªn, Bruselas o Mosc¨² jam¨¢s han podido festejar una ¡°orejona¡±. Y Londres tuvo que esperar hasta 2012 con el Chelsea.
El cartel de estos octavos no es menor, ni mucho menos. Resisten siete campeones y cuatro finalistas. Ni una cosa ni otra ha sido el PSG, primer rival de los espa?oles. Con Unai Emery al frente, un experto en los tr¨¢nsitos por la Europa League, espera ma?ana al Bar?a en Par¨ªs. En la capital francesa las presiones se han multiplicado desde 2011, cuando Qatar Investment Authority tom¨® el control de la entidad con idea de lanzar al PSG al gran trono europeo. Por ahora, no lo ha conseguido y, para colmo, este curso ni si quiera lidera la Liga gala.
El cartel de estos octavos no es menor, ni mucho menos. Resisten siete campeones y cuatro finalistas.
Con el refuerzo invernal de Draxler, Emery ha mejorado un cesto en el que ya destacaban jugadores de altos vuelos como Thiago Silva, Verratti, Di Mar¨ªa y Cavani. El entrenador espa?ol, tenaz y puntilloso como es, parece haber logrado enfilar al equipo en las ¨²ltimas semanas, pero en Par¨ªs hay prisas hasta cuando hay que retarse con Messi y los suyos. Las urgencias catar¨ªs marcan al PSG.
Todo lo contrario ocurre en N¨¢poles, adversario del Madrid en el Bernab¨¦u este mi¨¦rcoles. Bajo la tutela del entrenador Maurizio Sarri ha vuelto el apogeo a San Paolo, donde la gente disfruta como nunca desde los tiempos de Maradona. Aunque lejos del Juventus, que gobierna el calcio con pu?o de hierro, el N¨¢poles se ha instalado en la zona alta del f¨²tbol italiano con un equipo vers¨¢til, din¨¢mico y atractivo. Alrededor de Reina, Albiol y Callej¨®n, Sarri ha dado pista a gente como Insigne, Mertens y Hamsik, que han mejorado notablemente sus prestaciones. Con ello, el N¨¢poles ataca mejor de lo que defiende y, como ya ha dejado caer su t¨¦cnico, de su valent¨ªa en Chamart¨ªn depender¨¢ en gran parte la eliminatoria. No le falta raz¨®n a Sarri, no han sido pocos los equipos ¨Cnovatos y hasta veteranos¨C a los que se les viene encima el eco hist¨®rico del Bernab¨¦u.
Las amenazas de Atl¨¦tico y Sevilla
Para la pr¨®xima semana quedan los retos de Atl¨¦tico y Sevilla, con Leverkusen y Leicester, respectivamente. Los alemanes de Roger Schmidt tampoco navegan con suficiencia por la Bundesliga, pero mantienen en alerta al grupo de Simeone, al que angustiaron de lo lindo en 2015. Solo una tanda de penaltis en el Calder¨®n permiti¨® el acceso a cuartos a los colchoneros. Poco ha cambiado el Leverkusen desde entonces, donde Chicharito va por rachas, lo mismo que el equipo.
Para at¨ªpico lo del Leicester, donde a¨²n se frotan los ojos tras ganar una Premier con la que no so?aron jam¨¢s y avanzar ahora en la Liga de Campeones hasta los octavos. Si extraordinaria fue su haza?a, no lo es menos su desplome en el campeonato dom¨¦stico, de vuelta a la realidad y flirteando con el descenso. No es un caso singular. La Champions pasa factura a quien no est¨¢ familiarizado. Basta con recordar los descensos de Villarreal y Celta cuando debieron alternar ambas competiciones. O rebobinar a los casos de Mallorca, Real Sociedad y Betis, que no bajaron por un dedo.
La Liga de Campeones apremia y distrae. Por algo tiene la enjundia que tiene y ha sido el hilo conductor de los mayores relatos del f¨²tbol mundial, con el Madrid, defensor del t¨ªtulo, al frente y Sergio Ramos a la cabeza de las ¨²ltimas gestas. Con el Real como gobernador absoluto del torneo, el Bar?a narrado por la chistera de Messi, el Atl¨¦tico en combusti¨®n de Simeone y el emergente Sevilla de Sampaoli, de nuevo Europa se mide a la Liga espa?ola, defensora de 16 t¨ªtulos, diez de ellos sin necesidad de remontarse al paleol¨ªtico del torneo.
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