Luis Su¨¢rez, tan perseguido
"Ac¨¢ ya sabemos c¨®mo va esto¡±, dijo el uruguayo tras ser expulsado ante el Atl¨¦tico, en lo que fue su primera tarjeta roja en 128 partidos con el Bar?a
La entrevista se produce el d¨ªa de San Isidro de 1977, en el descanso del partido entre el Madrid y el Atl¨¦tico correspondiente a la pen¨²ltima jornada de Liga. Si gana el Atl¨¦tico, es campe¨®n. Si gana el Madrid, mantendr¨¢ sus opciones de clasificarse para la Copa de la UEFA. La que intenta preguntar es Mari Carmen Izquierdo, la primera mujer que ejerci¨® en televisi¨®n en Espa?a como periodista deportiva. El que responde es el dirigente m¨¢s laureado de la historia del f¨²tbol.
¡ª0-1 en el descanso. Don Santiago Bernab¨¦u, ?c¨®mo ve el encuentro?
¡ªPues 0-1.
¡ªRealmente, para su equipo las cosas no se ponen muy bien.
¡ªEs que est¨¢n bajos de moral. Usted ha visto ah¨ª un penalti clar¨ªsimo. El negro ese le ha pegado un empuj¨®n a un jugador del Madrid, el ¨¢rbitro no se ha movido y, en fin, a perro flaco todo son pulgas.
¡ªSe puede remontar este resultado en la segunda parte o ve¡
¡ªUsted me dir¨¢. Usted entiende de f¨²tbol, ?no?
¡ªS¨ª, pero quiz¨¢ ve usted a sus jugadores¡
¡ªPero usted entiende, ?no?¡ A los jugadores, si sigue el ¨¢rbitro como est¨¢ pues no s¨¦...
El partido acab¨® 1-1 y aquella temporada el Madrid, por vez primera en su historia, no se clasific¨® para competici¨®n europea alguna. El Atl¨¦tico fue campe¨®n de Liga.
La tradici¨®n de quejarse de los ¨¢rbitros viene del principio de los tiempos. El Madrid, por aquellos a?os, ganaba t¨ªtulos en Espa?a como quien bosteza. Y por una vez que no lo hac¨ªa, ah¨ª estaba su presidente lament¨¢ndose en un tono despreciativo, insolente y machista por un supuesto penalti no pitado cometido por ¡°el negro ese¡± (que era Luis Pereira, p¨®nganse en pie). Pero una cosa es opinar, aunque sea con el mal talante que mostraba Bernab¨¦u, criticar una decisi¨®n err¨®nea, y otra acusar. Todav¨ªa recordamos aquella frase de Piqu¨¦, su c¨¦lebre ¡°ya sabemos c¨®mo funciona esto¡±. Pero pasa el tiempo y el chico no tiene a bien explicar c¨®mo funciona esto. Su jefe directo, Luis Enrique, le pidi¨® que abandonara ese papel de pla?idera dado el aspecto de abuela siciliana que se le estaba poniendo, y desde la directiva del Bar?a se le inst¨® a ¨¦l y, por el mismo precio, a sus compa?eros a que dejaran en paz a los ¨¢rbitros. No lo debi¨® entender bien Luis Su¨¢rez, que tras su expulsi¨®n la pasada semana en el partido de Copa ante el Atl¨¦tico, declar¨®: ¡°Me r¨ªo de mi expulsi¨®n. Ac¨¢ ya sabemos c¨®mo va esto¡±.
Desde estas l¨ªneas, y con un irrefrenable af¨¢n pedag¨®gico, procedemos a explicar a Luis Su¨¢rez c¨®mo va esto ac¨¢. Es el uruguayo un futbolista que ha disputado 128 partidos con el Bar?a y en 127 de ellos los ¨¢rbitros, de distinto porte, condici¨®n y familia, no han encontrado motivo alguno para expulsarle. Alg¨²n despistado lector puede pensar que estamos hablando de Iniesta. Error. Hablamos de Su¨¢rez, un goleador impresionante que bordea el abismo en cada jugada con el cuchillo entre los dientes, que ha golpeado rivales, que les ha pisado, que les ha insultado, que les ha despreciado. Y que les ha mordido. Delanteros que en Espa?a han ejercido el matonismo futbol¨ªstico ha habido muchos. Stoichkov, por citar a un icono del Bar?a, fue expulsado en nueve ocasiones. M¨¢s lejos lleg¨® una leyenda madridista como Hugo S¨¢nchez, que alcanz¨® las 10, r¨¦cord absoluto de un delantero en Espa?a. Entonces s¨ª sab¨ªamos c¨®mo iba esto ac¨¢. Luis Su¨¢rez se siente perseguido, pero los ¨¢rbitros espa?oles resultan ser tan malos y tan torpes que no saben ni perseguirle.
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