Messi, trist¨®n, abate a un Legan¨¦s mejor
Los goles del argentino, el segundo de penalti, alivian a un esperp¨¦ntico Bar?a, depresivo por la tunda de Par¨ªs
No ser¨¢ nada f¨¢cil llegar al 8-M despu¨¦s de la cat¨¢strofe de Par¨ªs por m¨¢s paciencia que pida Bartomeu. Y muchos culers temen que cuando el PSG se presente por fin en el estadio, la espera solo habr¨¢ servido para perder tambi¨¦n la Liga. El impacto del 4-0 del Parque de los Pr¨ªncipes fue tan tremendo que el Legan¨¦s fue m¨¢s equipo que el Bar?a. Aturdidos, los azulgrana necesitaron de un penalti a ¨²ltima hora para salvar el marcador despu¨¦s de un partido horroroso y desquiciante, resuelto por Messi. Incluso trist¨®n, sin humor siquiera para celebrar los goles, el 10 es imprescindible para mantener con vida al Bar?a.
La hinchada, mientras, aguarda en casa, todav¨ªa convaleciente ¡ªla de ayer fue la peor entrada de la temporada en Liga¡ª, y los pocos aficionados que van al estadio discuten cuando desde el gol norte, l¡¯Espai d'Animaci¨® se arranca con c¨¢nticos a favor de Luis Enrique. No es que la gent blaugrana est¨¦ en contra de Lucho sino que le inoportuna que le vitoreen sin venir a cuento, por decreto, como se quiera, solo por ser el entrenador del Bar?a. La tristeza pesa tanto que no quedan fuerzas ni para pitar al equipo de Messi. Nada va a ser igual desde la noche de San Valent¨ªn salvo que el 10 sea el d¨ªa 8-M cinco veces Maradona. Tambi¨¦n para Luis Enrique.
Muy serio y muy suyo, el t¨¦cnico dio a entender que nada hab¨ªa pasado en Par¨ªs e insisti¨® en las rotaciones contra el Legan¨¦s. Acaso sorprendi¨® con una formaci¨®n con un solo catal¨¢n ¡ªSergi Roberto¡ª, la suplencia de Iniesta, necesitado de minutos con vistas al partido del Calder¨®n y cr¨ªtico el martes con el plan y el f¨²tbol del equipo en el Parque de los Pr¨ªncipes. Tampoco jug¨® por sanci¨®n Busquets, igual de contrariado que el capit¨¢n por el resultado de la Champions, y en cambio form¨® el tridente, rodeado de suplentes, como si el partido fuera una continuaci¨®n del disputado en Mendizorroza. La vida del Bar?a gira alrededor de Messi, Luis Su¨¢rez y Neymar. Luis Enrique se ha casado con los tres delanteros y, como un buen matrimonio, se mantienen fieles en la prosperidad y en la adversidad, en la salud y en la enfermedad, en la Champions y en la Liga. Nadie m¨¢s tiene bula, a excepci¨®n de Andr¨¦ Gomes, el jugador franquicia del t¨¦cnico, el mismo que fue presentado como una oportunidad despu¨¦s de un supuesto inter¨¦s del Madrid. Y el tridente no tard¨® ni tres minutos en responder a la confianza despu¨¦s de una recuperaci¨®n de Rafinha. Abri¨® Neymar para Su¨¢rez y su centro lo emboc¨® Messi.
El gol, sin embargo, no cambi¨® la cara depresiva del Bar?a, y si El Zhar no empat¨® fue por tres paradas de mucho m¨¦rito de Ter Stegen. Muy aseado y acad¨¦mico, el Legan¨¦s se estir¨® cada vez m¨¢s cuando advirti¨® el extrav¨ªo y la melancol¨ªa del Bar?a. Mal organizados alrededor de Andr¨¦ Gomes, sin control ni autoridad, los azulgrana no encontraban la l¨ªnea de pase, apenas sab¨ªan qu¨¦ hacer con la pelota, desdichados y atormentados, incapaces de olvidar Par¨ªs. A falta de fluidez y continuidad, el Bar?a se sosten¨ªa hasta la llegada del descanso por los brazos de acero de Ter Stegen.
El empate
Al Legan¨¦s le dol¨ªa menos la derrota con el Sporting que al Bar?a la tunda de Par¨ªs. Ocurre que al equipo de Asier Garitano le cuesta Dios y ayuda meter un gol, por m¨¢s empe?o que ponga, incluso en el Camp Nou. Nada pareci¨® cambiar en la reanudaci¨®n salvo que aument¨® la voluntad del Legan¨¦s y el acierto de Ter Stegen, plet¨®rico en su cuarta parada, ahora ante Guerrero. No hab¨ªa por donde coger al Bar?a, diseminado y arrugado, sin energ¨ªa ni ¨¢nimo, tal que fuera un vagabundo en su propio estadio, encomendado al gol de Messi.
El partido se hizo muy largo, pesaroso, solamente salpicado por las llegadas del Legan¨¦s. Las p¨¦rdidas de bal¨®n eran continuas en el Bar?a y ni siquiera Messi atinaba a rematar de nuevo contra Iago Herrer¨ªn. Imposible distinguir entre titulares y suplentes en el Barcelona.
El encuentro se puso tan apetitoso para el Legan¨¦s que Asier Garitano quit¨® a un volante central ¡ªMor¨¢n¡ª y puso a un delantero como Unai L¨®pez y a un extremo: Mach¨ªs. Luis Enrique, en cambio, no mov¨ªa pieza y empezaron a escucharse pitidos en el Camp Nou. La contienda se convirti¨® entonces en un ir y venir, la ruleta rusa de costumbre, circunstancia especialmente comprometedora para el Bar?a, que decidi¨® contribuir a la merecida causa del Legan¨¦s: Sergi Roberto regal¨® el cuero a Mach¨ªn y Unai L¨®pez la col¨® sorprendentemente ante Ter Stegen.
Fall¨® por una vez el meta y no le qued¨® m¨¢s remedio a Luis Enrique que recurrir a Iniesta, Alba y Denis. Al rescate acudi¨®, sin embargo, Neymar, volteado por Mantovani. El ¨¢rbitro apreci¨® penalti y Messi no fall¨® con un tiro imparable, tan imponente como el dolor que lleva de Par¨ªs. El 10 agach¨® la cabeza y el barcelonismo se retir¨® a casa dolorido, como si la sufrida victoria contra el Legan¨¦s solo sirviera para sufrir todav¨ªa m¨¢s en la Liga y qui¨¦n sabe si tambi¨¦n en la Champions el 8-M.
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