Piqu¨¦: ¡°La prioridad es volver a ser reconocibles¡±
El jugador recupera su funci¨®n de portavoz y antepone recuperar la identidad futbol¨ªstica a los resultados para el remonte del Bar?a
A la junta directiva del Bar?a, necesitada de discurso e ideario futbol¨ªstico, no le queda m¨¢s remedio que encomendarse al equipo y al entrenador, que son protagonistas en la victoria y tambi¨¦n en la derrota, ya sea en la Liga o la Champions. La ¨²ltima vez que tom¨® la palabra el director general ?scar Grau fue reprendido y a Pere Gratac¨®s le destituyeron como representante azulgrana en los sorteos de Copa por la obviedad de contextualizar el ¨¦xito de Messi. As¨ª que el consejo se remite a las declaraciones del presidente Josep Maria Bartomeu, quien el domingo, antes del partido, vino a decir: ¡°Aqu¨ª paz y despu¨¦s gloria¡±.
El discurso del m¨¢ximo mandatario azulgrana no cal¨® en la afici¨®n de la misma manera que tampoco convencieron las explicaciones de Robert Fern¨¢ndez, el secretario t¨¦cnico, hipotecado por la pol¨ªtica de fichajes, nada que ver con los que en su d¨ªa realiz¨® Andoni Zubizarreta.
M¨¢s contundente son¨® la denuncia de Dani Alves, exjugador azulgrana que en junio fich¨® por la Juve. ¡°Irme gratis del Barcelona fue una hostia con clase¡±, afirmo al diario ABC. ¡°Durante mis tres ¨²ltimas temporadas siempre se escuchaba que Alves se iba, pero los directivos nunca me dec¨ªan nada a la cara. Fueron muy falsos y desagradecidos. No me tuvieron respeto. Solo me ofrecieron renovar cuando le sancion¨® la FIFA. Entonces es cuando yo entr¨¦ en juego y firm¨¦ una renovaci¨®n con cl¨¢usula libre. Los que hoy dirigen el Barcelona no tienen ni idea de c¨®mo tratar a los futbolistas¡±.
No queda m¨¢s remedio que remitirse al vestuario. El domingo, acabado el partido contra el Legan¨¦s, el discurso del capit¨¢n Iniesta fue sereno y reflexivo, menos contundente que el del t¨¦cnico Luis Enrique, quien proclam¨®: ¡°Mejoraremos al mil por mil, ya lo ver¨¦is, e iremos a competir al Calder¨®n¡±. Aunque no se advierte ruptura entre el entrenador y la plantilla, el mensaje del t¨¦cnico ha perdido fuerza despu¨¦s de que su figura fuera contestada en Par¨ªs y el domingo por el Camp Nou.
Piqu¨¦: ¡°Entiendo el descontento de la afici¨®n, pero no las pitadas¡±
La pitada que una parte de la afici¨®n dedic¨® a Andr¨¦ Gomes y a Luis Enrique durante el partido ante el Legan¨¦s ha dejado un poso amargo en la plantilla del Barcelona. Piqu¨¦, como ya hicieron Iniesta, Ter Stegen y Luis Enrique, lament¨® la pitada. ¡°El Bar?a es el club de mi vida y s¨¦ c¨®mo va. Entiendo el descontento de la afici¨®n, pero no estoy de acuerdo con la forma en que lo expresa. Este equipo y este entrenador han ganado ocho de los diez t¨ªtulos disputados. Entiendo que no hay memoria, pero me cuesta creer que sea tan corta. Intentemos ser m¨¢s que un club cuando vienen mal dadas. Cuando celebramos, celebramos todos. Cuando sufrimos, tambi¨¦n¡±.
El central envi¨® un mensaje a los socios con vistas al partido de vuelta ante el PSG: ¡°Que vengan al Camp Nou, que no se queden en casa, porque si se pierden la remontada, entonces s¨ª que van a estar jodidos. Debemos quitarnos la cl¨¢sica actitud del tribunero. Este equipo seguir¨¢ dando mucho¡±.
La mejor alternativa fue recuperar la voz de Piqu¨¦, un l¨ªder con gancho entre los aficionados, silenciado o inducido por la junta a mantener la calma despu¨¦s de sus cr¨ªticas a los ¨¢rbitros y al presidente de la Liga, Javier Tebas. La intervenci¨®n de Piqu¨¦ fue consecuente con la de un jugador que aspira a ser presidente.
¡°Os doy mi palabra. Estamos haciendo todo lo posible para darle la vuelta a la situaci¨®n¡±, argument¨® el central despu¨¦s de inaugurar unas pistas de p¨¢del. ¡°La prioridad es volver a ser nosotros mismos. Aceptar¨ªa cualquier resultado, incluso que podamos ser eliminados de Europa ¡ªhemos ganado muchas Champions¡ª, siempre que volvamos a ser reconocibles y el juego vuelva a ser el que debe ser, el que nos gusta y con el que nos sentimos c¨®modos¡±.
A partir de la autocr¨ªtica futbol¨ªstica, Piqu¨¦ defendi¨® al entrenador: ¡°Cuando lleg¨® Luis Enrique ven¨ªamos de la mierda absoluta y ganamos el triplete. Estamos a muerte con ¨¦l. Seguro que est¨¢ en el despacho dando vueltas a la cuesti¨®n¡±. El problema, ¡°a pesar de que tenemos opciones de ganar todav¨ªa las tres competiciones¡±, es que el equipo ¡°lleva un mes y medio sin jugar al f¨²tbol acostumbrado. Nos cuesta m¨¢s de la cuenta. Nos gusta m¨¢s tener el bal¨®n y combinar; cuando los partidos son de ida y vuelta sufrimos, somos m¨¢s fr¨¢giles. El perfil de los jugadores ha cambiado. Desde que tenemos a los tres mejores delanteros del mundo se juega menos con el centro del campo. Pero hay que evolucionar; si jug¨¢ramos como hace seis a?os nos habr¨ªan cogido la matr¨ªcula. Es un tema t¨¢ctico y de confianza¡±.
Y para zanjar discrepancias sobre su mutismo despu¨¦s de criticar a los ¨¢rbitros, Piqu¨¦ concluy¨®: ¡°Jam¨¢s me he sentido solo; me he sentido muy amado¡±. Aunque sin dar soluciones, la intervenci¨®n de Piqu¨¦ ayud¨® a centrar el momento que vive el Bar?a. La posibilidad de tomar medidas como en enero de 2015, cuando Bartomeu destituy¨® a Zubizarreta y convoc¨® elecciones, no parece hoy viable, de manera que en la junta no se advierte m¨¢s remedio que entregarse a Luis Enrique y a Messi, aun sabiendo que la continuidad del t¨¦cnico es dudosa y la del rosarino est¨¢ pendiente de renovaci¨®n. Su contrato acaba en 2018.
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