Elena Myers: el exceso de tolerancia es demasiado sospechoso
La primera mujer en ganar una carrera profesional de motociclismo lo dej¨® en 2016 por una agresi¨®n sexual que sufri¨® en 2014
Elena Myers, primera mujer en ganar una carrera profesional de motociclismo, y una de las grandes promesas norteamericanas de la velocidad, ha revelado que en enero de 2016 se baj¨® de la moto no por falta de financiaci¨®n, argumento que esgrimi¨® en aquel momento, sino por no haber podido superar una agresi¨®n sexual que sufri¨® a finales de 2014. Myers solicit¨® un fisioterapeuta en el hotel en que se hospedaba durante una carrera en New Jersey, y el tipo consider¨® que aquel cuerpo de 20 a?os estaba a su disposici¨®n. As¨ª se lo hab¨ªan hecho creer sus jefes, que no rescindieron su contrato tras las quejas de varias clientas que hab¨ªan sufrido un trato similar al de Myers, y que como ella presentaron quejas formales en el hotel. As¨ª se lo hab¨ªa hecho creer tambi¨¦n la justicia estadounidense, cuando siete a?os antes de la agresi¨®n a Myers le absolvi¨® de una triple violaci¨®n a una ni?a de 12 a?os porque el principal testigo del caso no compareci¨® en el juicio. Desconozco los procedimientos legales en estos casos, pero entiendo que tampoco el testigo recibi¨® ninguna clase de amonestaci¨®n por tama?a omisi¨®n del deber.
Algo de esto debi¨® de anticipar Myers cuando no quiso denunciar la agresi¨®n ante la polic¨ªa en aquel momento. En su testimonio dice que la actitud de los gerentes del hotel, que minimizaban constantemente lo sucedido (algo que corroboran los emails que se cruzaron ese d¨ªa), la desalent¨®. No quer¨ªa volver a vivir lo mismo en la comisar¨ªa de una ciudad desconocida, donde adem¨¢s tendr¨ªa que volver a cruzarse con su agresor. Lo mejor era olvidarlo y pasar p¨¢gina, se reconfortaba a s¨ª misma una persona que era capaz de dominar una moto a 300 km por hora, y que hab¨ªa tomado una sola p¨ªldora para el dolor despu¨¦s de las cinco operaciones sufridas tras sus ca¨ªdas.
Sin embargo, las crisis y los ataques de ansiedad no tardaron en aparecer. Al miedo y la rabia por la agresi¨®n, por la impotencia, por el sentimiento de indefensi¨®n, se sumaba adem¨¢s la culpa por sentirse insolidaria, por no haber intentado evitar que Jerome McNeill, como se llama el depredador, agrediera a otras mujeres. El subirse a una moto pas¨® a un segundo plano y curiosamente al a?o siguiente, en 2015, Elena Myers conoce a trav¨¦s de Facebook a un piloto brit¨¢nico y el d¨ªa de su 22? cumplea?os se compromete en matrimonio, que celebran tan s¨®lo dos meses m¨¢s tarde.
Probablemente Myers haya encontrado en la complicidad de su marido la fuerza necesaria para hacer p¨²blica su historia. Sin embargo, no podemos sino ver en ella el caso paradigm¨¢tico de la relaci¨®n entre la cultura de la violaci¨®n y el patriarcado. Una mujer que, m¨¢s all¨¢ de toda expectativa social, alcanza los est¨¢ndares masculinos de ¨¦xito es reencauzada hacia sus roles de g¨¦nero por la acci¨®n de un individuo sobre el que ya se hab¨ªan encendido todas las alarmas. El exceso de tolerancia es demasiado sospechoso como para no hacernos pensar que el beneficio debe de ser compartido.
Olatz Gonz¨¢lez Abrisketa es antrop¨®loga y profesora de la UPV/EHU
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