El Sevilla sigue so?ando

Cuarta victoria consecutiva del Sevilla. Un nuevo paso del conjunto andaluz para seguir so?ando. Esta vez, los de Sampaoli sufrieron una barbaridad ante un buen Athletic, que roz¨® el empate y que domin¨® la mayor parte del encuentro. El Sevilla acus¨® las bajas ante un rival que le quit¨® el bal¨®n y que le domin¨®, pero que demostr¨® que fuera de casa le cuesta mucho marcar. El Sevilla, por lo tanto, se mantiene en la pelea a solo dos puntos del l¨ªder, el Barcelona, y a uno del segundo clasificado, el Madrid. Quiz¨¢s el juego y las sensaciones no fueron las mejores en el Sevilla, pero los equipos que ganan t¨ªtulos ganan jugando bien y jugando mal. Esta vez el f¨²tbol lo puso el Athletic. El gol, sin embargo, fue del Sevilla, obra de Iborra, el coraz¨®n de este equipo que no se quiere rendir y desea pelear por la Liga.

Impulsado por el fervor de su t¨¦cnico y la calidad de la plantilla dise?ada por Monchi, el Sevilla se enfrentaba ante el Athletic a dos retos de considerable envergadura. El primero, mantenerse en la tremenda pelea por la Liga junto a los dos colosos del f¨²tbol espa?ol. El segundo, hacerlo sin dos de sus mejores jugadores. Vivir sin N'Zonzi, sancionado, y Vitolo, lesionado, supon¨ªa una importante prueba para el conjunto andaluz. Sampaoli no tuvo m¨¢s remedio que aportar jugadores de la segunda l¨ªnea, caso de Kranevitter, Correa o Iborra, al que acompa?aron otros, caso de Vietto, recuperados para la causa despu¨¦s de varias jornadas ausente. Tambi¨¦n Valverde, otro estupendo t¨¦cnico en la cresta de la ola, contaba con bajas de enjundia, caso de Aduriz, Laporte, De Marcos o Balenziaga.

El inicio de partido del Sevilla fue estupendo. Un cuarto de hora de juego r¨¢pido y vertical que metio al Athletic en su campo. Sampaoli se decidi¨® a jugar con tres delanteros, con Vietto partiendo desde la banda derecha. En los 10 primeros minutos, Jovetic hab¨ªa cabeceado con mucho peligro por encima del larguero e Iraizoz hab¨ªa metido una mano oportuna ante el propio delantero motenegrino, muy activo. Luego B¨®veda salv¨® bajo palos ante Correa. Las veloces combinaciones de los jugadores del Sevilla sorprend¨ªan a los vascos, superados en cada acci¨®n. En una de ellas, Vietto se meti¨® en el ¨¢rea y recort¨® ante Etxeita. El central sac¨® la pierna a paseo y, aunque probablemente no tocara al argentino, pareci¨® penalti. Lo lanz¨® Jovetic. Rechaz¨® Iraizoz e Iborra, el alma y capit¨¢n de este equipo, marc¨® con un disparo que entr¨® de forma milagrosa por debajo de las piernas del portero del Athletic.

Los de Valverde supieron rehacerse del golpe. Poco a poco, Be?at fue imponi¨¦ndose en el centro del campo, bien secundado por Muniain. La tuvo Ra¨²l Garc¨ªa en un formidable remate de cabeza al poste. El Sevilla hab¨ªa perdido empuje y, lo que para este equipo es m¨¢s grave, tambi¨¦n el bal¨®n. Monopolizada la pelota por el Athletic, el tramo final de la primera mitad se le hizo inc¨®modo a los de Sampaoli. Sergio Rico salv¨® ante Saborit y todav¨ªa Williams amenaz¨® la porter¨ªa andaluza con un disparo ajustado al palo. El Athletic hab¨ªa logrado encontrar la f¨®rmula de incordiar al Sevilla, quit¨¢ndole el bal¨®n, realizando una presi¨®n alt¨ªsima que incomodaba una barbaridad a los andaluces. El Sevilla, atascado, no tuvo fluidez.

Murmullos en Nervi¨®n

Los murmullos afloraron en Nervi¨®n ante el dominio con el que el Athletic apabull¨® al Sevilla. Con Nasri desaparecido, los de Valverde sometieron a su rival a un aut¨¦ntico bombardeo. Rico salv¨® ante un potente disparo de Ra¨²l Garc¨ªa y cada bal¨®n al ¨¢rea supon¨ªa mucho peligro para el Sevilla, incapaz de desahogarse, sin capacidad para defenderse con el bal¨®n, superado por la intensidad del Athletic. Sampaoli meti¨® a V¨¢zquez para intentar mantener el control del juego, pero le result¨® imposible al Sevilla. Los vascos segu¨ªan apretando, aunque demostraban que les costaba mucho marcar fuera de casa. El Sevilla ara?¨® tiempo como pudo, resistiendo ante los remates de Yerai y Saborit, que rozaron el empate. Montoya, que debut¨®, pudo ser objeto de penalti. El Sevilla aguant¨® y se llev¨® un triunfo gris, pero importante.