Madrid y Bar?a lo tienen crudo en la Champions
Los blancos se medir¨¢n al Bayern de Ancelotti y Xabi Alonso y los azulgrana, al Juventus de Dani Alves. La ruleta cruza al Atl¨¦tico con el Leicester, el rival al que todos quer¨ªan
Con sorna y cierta mala baba sostuvo Diego Pablo Simeone tras el ¨²ltimo choque copero con el Bar?a que al Atl¨¦tico le resultar¨ªa m¨¢s f¨¢cil ganar la Champions que la Liga dom¨¦stica. De momento, en el sorteo de los cuartos de final, gol del Aleti. Los rojiblancos no solo esquivaron a los cinco campeones que hab¨ªa en los bombos ¡ªcuatro de los cuales se retar¨¢n entre s¨ª¡ª, sino que tambi¨¦n al otro ¨²nico finalista (M¨®naco). Por el Vicente Calder¨®n desfilar¨¢ el 12 de abril el Leicester, el amigo al que todos quer¨ªan en la quiniela.
Con conspiranoica iron¨ªa algunos cainitas ya daban por hecho que al Real Madrid, afortunado en algunas ruletas precedentes, le tocar¨ªan los cenicientos ingleses de Shakespeare. Esta vez, ni bolas fr¨ªas ni calientes. Ni otras zarandajas. El mismo d¨ªa que el campe¨®n de la Premier desfile por el Manzanares, Zidane y sus muchachos visitar¨¢n en la capital b¨¢vara a sus viejos amigos Ancelotti y Xabi Alonso. Gui?os del destino: Chamart¨ªn pudiera ser la despedida del guipuzcoano de la Champions. Pero en el eterno Bayern, por encima de su n¨®mina, hay un poso m¨¢s inquietante, el de un hidalgo club que quiz¨¢ sea el gran demonio madridista en el torneo.
Si entre Real y Bayern suman 16 t¨ªtulos, la rifa de la UEFA dej¨® otro cruce de campeonato, el Juventus-Bar?a, con siete tronos entre ambos. De paso, el regreso al Camp Nou de Alves. El mismo que tras ocho temporadas como barcelonista se despach¨® a gusto hace un mes: ¡°Irme gratis del Barcelona fue una hostia con clase¡±. Morbo y numerosas cuentas pendientes en los pulsos de blancos y azulgrana con los gobernadores de la Bundesliga y el calcio. Dos citas de solera, propias de cualquier cartel finalista. Al otro equipo entronizado alguna vez en la Copa de Europa, el Borussia Dortmund (1997), le correspondi¨® el jovial e impactante M¨®naco, subcampe¨®n en 2004.
Bayern de M¨²nich-Real Madrid
Si alg¨²n adversario resulta f¨®bico para la instituci¨®n con m¨¢s apego ¨¦pico a la Copa de Europa ese es el Bayern. Ambos han novelado muchas de las mejores batallas del torneo, siempre incandescentes. Nadie ha disputado m¨¢s partidos (405 el Madrid y 319 el Bayern) ni cosechado m¨¢s victorias (241 por 183). En esta edici¨®n, de nuevo la esgrima se presagia emotiva. Zidane contra su primer tutor en los banquillos, Ancelotti. Los dos han levantado la Orejona de pantal¨®n corto y como t¨¦cnicos. Si el franc¨¦s hizo bingo a la primera como entrenador, el italiano es todo un catedr¨¢tico. En esta pasarela se mueve en pantuflas tras sus ¨¦xitos con el Milan (2003 y 2007) y Madrid (2014).
Como es costumbre, el Bayern transita por su liga con pu?o de hierro. No deleita, pero no ha perdido un ¨¢pice de su gen¨¦tica capacidad de intimidaci¨®n. Con Ancelotti, menos dogm¨¢tico que Guardiola, su predecesor, el Bayern se perfila como un conjunto m¨¢s de jugadores que de laboratorio. Alonso, Thiago y el ubicuo Arturo Vidal son los coroneles en medio campo, mientras que hay ca?ones por todos los lados: Lewandowski, M¨¹ller, Robben, Rib¨¦ry, Douglas Costa... Pese al eco de futbolistas de la graduaci¨®n de Neuer, Javi Mart¨ªnez, Boateng y Hummels, en ocasiones concede m¨¢s de la cuenta en la retaguardia. Y al dar carrete al juego desde la trinchera tiene mejor salida con los laterales, Lahm ¡ªotro de retirada¡ª y Alaba, que por el pasillo central.
En definitiva, el Bayern, aun con su irregularidad, tiene abundancia en todas las l¨ªneas. Bien lo sabe Kroos, de vuelta a casa para una eliminatoria de a¨²pa y mucho m¨¢s.
Juventus-Barcelona
Qui¨¦n sabe si el pr¨®ximo 11 de abril Luis Su¨¢rez y Giorgio Chiellini se ver¨¢n sobre un campo tras el mordisco m¨¢s universal en la historia del f¨²tbol. Con su enfrentamiento en estos cuartos de final ser¨¢ irremediable rebobinar a aquella dentellada del uruguayo al italiano en el Mundial de Brasil 2014. El central de la Juve fue baja en la final de 2015, cuando el Bar?a enganch¨® la quinta. Aquella escuadra italiana atemoriza tanto como la actual, al menos por su paso firme en la Serie A y en Europa. De los 14 que disputaron la final de Berl¨ªn hace solo dos cursos, por Tur¨ªn ya no se alistan Evra, Pirlo, Pogba, Vidal, Morata, Pereyra, Llorente y Coman.
Massimiliano Allegri, que se mantiene como entrenador, ha mudado al equipo en ataque con gente contrastada como Higua¨ªn y Mandzukic ¡ªal que sorprendentemente fuerza a jugar por el costado izquierdo¡ª. No es Pirlo, pero Pjanic no es un tuercebotas a bal¨®n parado; y no es Pogba, pero el colombiano Juan Cuadrado tiene cilindros. Por delante de los centrocampistas, como hilo del ataque, Paulo Dybala. A sus 23 a?os, la ¨²ltima gran aparici¨®n argentina. Un jugador muy h¨¢bil, ingenioso y picante.
Si un sector no ha cambiado es el defensivo, el gran amarre del equipo. Desde hace varias vidas se perpet¨²an Buffon, Barzagli, Bonucci y Chiellini. Allegri suele alternar la zaga de tres centrales con cuatro defensores en l¨ªnea, pero en los partidos de enjundia tira de sus tres pretorianos en la cueva. Al Bar?a le espera un muro. Y tambi¨¦n el club que m¨¢s finales europeas ha perdido, pero un jerarca que siempre vuelve.
Atl¨¦tico de Madrid-Leicester
Por mentira que parezca, en el f¨²tbol tambi¨¦n hay diplomacia. Por ello no brotaron voces entre los siete posibles rivales del Leicester que le se?alaran como el gran deseado. Nadie lo verbaliz¨®, pero los latidos eran otros. Este equipo de hadas y pulgarcitos, ganador de una Premier desde el cami¨®n escoba, se ha colado en la Copa de Europa con el mismo descaro y asombro general con el que conquist¨® un entorchado con el que jam¨¢s so?¨® el m¨¢s ingenuo habitante de Leicester. Pero ah¨ª est¨¢ y en Inglaterra ya desempolvan otro hito m¨¢gico, el del Nottingham Forest. F¨²tbol de celuloide: ascendi¨® en 1977, gan¨® su primera liga en 1978 y encaden¨® dos Copas de Europa en su estreno en el tinglado (1979 y 1980).
Aquel Nottingham Forest del hiperb¨®lico Brian Clough es el espejo de este Leicester, por m¨¢s que este tenga un f¨²tbol mucho m¨¢s rudimentario que aquel. Pero suficiente para haber desterrado al Sevilla poco despu¨¦s de haber provocado el exilio de Claudio Ranieri, que no podr¨¢ regresar al Calder¨®n que una vez le acogi¨®. Con el equipo agonizando a un paso del descenso, Craig Shakespeare, que era auxiliar del preparador italiano, ha reflotado al conjunto con un regreso al reciente y exitoso pasado. El nuevo t¨¦cnico ha recuperado las ra¨ªces, opta por los mismos que alzaron la Premier y el mismo trazo: centrales r¨ªgidos, la pelota por los aires, todos a chocar y Vardy a correr a por el gol. Schmeichel, su portero, de evocador apellido, est¨¢ iluminado de nuevo tras parar dos penaltis al Sevilla.
Borussia Dortmund-M¨®naco
Un duelo entre dos de los mejores viveros del f¨²tbol. Dos equipos frescos, atractivos, din¨¢micos. Es la hora de dos de las mayores promesas francesas: Demb¨¦l¨¦ (Borussia) y Mbapp¨¦ (M¨®naco). Una eliminatoria con mucho director deportivo con la billetera a cuestas.
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