Fred Pentland, ?qu¨¦ tipo!

Cuenta la sabidur¨ªa de las gradas de f¨²tbol que, cuando nos referimos a un entrenador como ¡°m¨ªster¡±, lo hacemos en memoria de Frederick Pentland, quien, adem¨¢s de futbolista internacional con Inglaterra y seleccionador de Franciaonsable, entren¨® en Espa?a al Racing de Santander, Athletic de Bilbao ¡ªcon el que gan¨® dos Ligas y cinco Copas¡ª, Real Oviedo, Atl¨¦tico de Madrid y Arenas de Getxo.

Pentland, que sol¨ªa vestir traje, abrigo tres cuartos, corbata y bomb¨ªn, es una de las im¨¢genes ic¨®nicas de los inicios del balompi¨¦ en Espa?a. Tiene, adem¨¢s, una historia que va m¨¢s all¨¢ de la trayectoria deportiva, pero que enlaza con ella: estuvo prisionero en el campo de concentraci¨®n de Ruhleben durante la Primera Guerra Mundial. All¨ª organiz¨® una Liga de f¨²tbol en la que participaron m¨¢s de 400 compa?eros de cautiverio.

En El prisionero de Ruhleben (Sin¨ªndice), el periodista Jon Rivas reconstruye la trayectoria del t¨¦cnico ingl¨¦s, con una especial atenci¨®n a la evoluci¨®n que supuso su llegada para el Athletic de Bilbao. Un tipo carism¨¢tico y educado. Tambi¨¦n un innovador, que aport¨® una nueva forma de lanzar un penalti: el jugador se situaba entre el portero y el bal¨®n, corr¨ªa en sentido contrario a la porter¨ªa, se giraba y chutaba. Eso s¨ª, los goles eran tan comunes como los fallos.