Legan¨¦s - Real Madrid: juega Asensio y golea Morata
Tres goles del delantero y los violines del mallorqu¨ªn evitan un susto al Real Madrid ante un Legan¨¦s con mucho ¨¢nimo que no se rindi¨® ni con 0-3 antes de la media hora
Con Atl¨¦tico y Bayern a la vista, y el Bar?a no muy lejos en la clasificaci¨®n y el calendario, el Real Madrid despach¨® la etapa valle de Legan¨¦s enganchado a Morata, autor de tres tantos. A su ariete suplente le debe otros tres puntos en la mochila tras un partido que los de Zidane no rebobinar¨¢n. O quiz¨¢ solo para deleite de Asensio y para debatir sobre la incapacidad general para no cerrar un choque con tres goles de ventaja minutos antes de la media hora. El Legan¨¦s sali¨® de las cuerdas y le tuvo no lejos del precipicio. La artiller¨ªa de la segunda columna le permiti¨® el rescate.
Arriesg¨® de lo lindo Zidane, que orden¨® nueve cambios respecto al equipo titular que se midi¨® el pasado domingo al Alav¨¦s. De un plumazo, Kroos, Cristiano y Bale en el sof¨¢, y Carvajal, Modric y Benzema en el banquillo de Butarque. Ante las jornadas alpinas que esperan al Madrid, su t¨¦cnico ni siquiera altern¨® a las estrellas. A lo largo del curso el convoy m¨¢s suplente ha funcionado de maravilla. Nadie se ha sentido en el cami¨®n escoba. Tampoco en Legan¨¦s, por mucho que el cartel tuviera m¨¢s de hist¨®rico, por in¨¦dito, que de gran pasarela.
Arranc¨® inc¨®modo el Madrid. Por ¨¢nimo, este Legan¨¦s es grande. Poblado su medio campo consigui¨® encapotar a su hidalgo adversario en ese sector. Los visitantes necesitaban con urgencia un desatascador, alguien que marchitara el ¨ªmpetu rival. El papel lo asumi¨® Asensio, futbolista con tanta clase como repertorio. No solo tiene violines en los pies. Con la pelota cosida es jamaicano, vuela. As¨ª hizo con un despegue desde el eje central. Cada perseguidor qued¨® a rebufo, hasta que dentro del ¨¢rea sirvi¨® a James el gol m¨¢s sencillo de su carrera. Al colombiano, sin mucho tino toda la noche, le bast¨® soplar el bal¨®n.
Asensio abri¨® la puerta y en apenas ocho minutos el Madrid pareci¨® dejar en la lona a la muchachada de Garitano. Morata caz¨® su noveno gol con un cabezazo tras un c¨®rner que Nacho, solidario, no le quiso descontar y no remach¨® bajo el larguero. Un gesto altruista. Bien sabe Nacho que son los arietes quienes requieren el gol como sustento capital. Los dos ganchos a la mand¨ªbula hicieron brotar a un Madrid equilibrado y bien pertrechado. Y aireado con las sutilezas de Asensio, cuya plasticidad en todo lo que hace le otorga una singularidad extraordinaria. A su manera, tambi¨¦n emergi¨® Kovacic, jugador de intermitencias. Le cuesta discernir cu¨¢ndo meter el turbo y cu¨¢ndo dar hilo al juego de primera. Explot¨® las dos v¨ªas para citar a Morata en duelo esgrimista con Herrer¨ªn, resuelto con un disparo preciso y aterciopelado.
Con 0-3 y ante el Madrid, cualquiera hubiera sucumbido sin remedio. Nadie hubiera tenido nada que reprochar al Legan¨¦s. Cuando se le adivinaba noqueado por completo, el equipo madridista le dio un segundo aire. El Madrid no se daba palique con la pelota, lo que reforz¨® el coraz¨®n local. Lo que no entraba en el guion es que el Legan¨¦s, con pegada de plastilina, enfilara por la ruta del gol en dos acciones sucesivas. La primera la emboc¨® Gabriel tras una incursi¨®n de Rico, el mejor de los locales, con buena parte del Madrid en la inopia. De repente, otro chute de optimismo. Siovas descolg¨® un saque de esquina con un cabezazo que rebot¨® en Sergio Ramos y Luciano, habilitado por Nacho, puso el lazo con un remate a un palmo de Keylor. Ver para creer. El Madrid, angustiado despu¨¦s de un 0-3. El Legan¨¦s, creyente de un posible do de pecho para la eternidad. A un gol de improvisar la gloria del modesto. Sobre todo, tras impedir Herrer¨ªn un tanto de Lucas, al que frustr¨® con una parada muy meritoria, por agilidad y mano dura para desviar un zarpazo a bocajarro.
En Butarque hab¨ªa una trama inesperada. Pero la puntualidad suele ser cualidad distinguida de equipos con la graduaci¨®n del Madrid. De vuelta del descanso, de inmediato Morata espant¨® los fantasmas. Asensio, c¨®mo no, sac¨® la cadena a un par de zagueros pepineros, que solo alcanzaron a anudarle en un lateral del ¨¢rea. James lanz¨® la falta y Morata sell¨® su hat-trick. Ni as¨ª floreci¨® del todo el Madrid, que aunque tuvo algo m¨¢s de control le falt¨® frescura pese a la diferencia entre un contendiente y otro. Ni as¨ª, con la cuarta estocada, cedi¨® el Legan¨¦s. Pero no le dio para m¨¢s que subrayar su inquebrantable fe en esta aventura gloriosa por la ¨¦lite. Con Morata de aguador, el Madrid ya mira metas de cuidado. Le esperan semanas de traca.
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