El Sevilla sacude sus miedos ante el Deportivo

El Sevilla se sacudi¨® sus miedos y rompi¨® una racha que empezaba a pesar demasiado. Cinco partidos de Liga despu¨¦s, los de Sampaoli volvieron a la senda del triunfo. Lo hicieron derrotando a un digno Deportivo, tras un primer tiempo muy loco y un segundo algo m¨¢s pausado, no exento de cierto sufrimiento, coronado con un golazo espectacular de Ben Yedder. El partido mostr¨® las dos caras del conjunto andaluz, que acumula un importante cansancio mental, pero que cuenta con elementos de calidad que le definen los partidos. Result¨® llamativo el esfuerzo de Sarabia. Tambi¨¦n el regreso de un V¨¢zquez que es importante para el Sevilla.

El choque, tomado como una final por Sampaoli y los suyos, demostr¨® tambi¨¦n los problemas que tiene el Deportivo en defensa, donde ofreci¨® muchas facilidades a los andaluces. Los de Mel mantuvieron siempre sus opciones al menos de empatar. Hasta que lleg¨® Ben Yedder y forj¨® una peque?a obra de arte. El Sevilla, ahora a un punto del Atl¨¦tico, tercero, debe respirar y enfilar sin tanta tensi¨®n el tramo final y decisivo de la temporada. Al Deportivo le queda un suplicio por delante a pesar de su aceptable renta con la zona de descenso. Puede quejarse, eso s¨ª, de una acci¨®n que pudo ser penalti de Mercado a John con el 3-2 en el marcador.

Todo result¨® muy emotivo en el S¨¢nchez Pizju¨¢n. El homenaje a Monchi de la afici¨®n, vestido el director deportivo con la camiseta de Puerta, el regreso de los Biris, la presencia de Pepe Mel, icono verdiblanco, y, de regalo, un partido de lo m¨¢s divertido. Quiz¨¢s no apto para esos entrenadores que se devanen los sesos cuando se producen errores defensivos de consideraci¨®n, pero una aut¨¦ntica delicia para los aficionados. Un carrusel de llegadas a una y otra ¨¢rea, traducidas en gol pr¨¢cticamente en cada disparo a puerta. El Sevilla marc¨® al primer minuto en una gran jugada colectiva que culmin¨® Jovetic. En un Sevilla en mejores condiciones, el tanto hubiera servido para encarrilar el encuentro y templar los ¨¢nimos despu¨¦s de seis partidos sin ganar. Que el equipo de Sampaoli no anda bien se demostr¨® en el r¨¢pido empate de Kakuta, que aprovech¨® la debilidad de la zaga andaluza.

Con el partido convertido en un tiroteo, el Sevilla s¨ª encontr¨® v¨ªas para su f¨²tbol, al menos en ataque, en las apariciones de un buen Sarabia, las carreras de Correa y la pausa necesaria de V¨¢zquez. Despu¨¦s de tres encuentros sin jugar ni un minuto, el argentino demostr¨® que es una pieza esencial en los esquemas de Sampaoli. No solo por su talento, tambi¨¦n por ser el futbolista que inicia la presi¨®n del Sevilla. Marc¨® Sarabia, en buen momento, y le contest¨® Kakuta con un golazo de falta despu¨¦s de otro error de Pareja. Entonces, con el 2-2, aflor¨® un buen Sevilla, capaz de hacer el tercero, por medio de Correa de cabeza y toda la defensa del Deportivo mirando. Tambi¨¦n aflor¨® un equipo capaz de mandar, por fin, en el juego, superando sus dudas en defensa, llenando de certezas su despliegue en ataque con una doble ocasi¨®n con disparo de V¨¢zquez al palo que no acab¨® en gol de milagro en el rebote de Jovetic.

El partido se templ¨® en la segunda mitad. El Deportivo no result¨® tan efectivo y perdi¨® fuelle. El Sevilla intent¨® tener el bal¨®n y controlar el choque para cerrarlo. No pudo por dos razones. En primer lugar, porque le falta un punto de precisi¨®n para ser el equipo dominador de anta?o. En segundo lugar, porque desperdici¨® dos clar¨ªsimas ocasiones de gol. Sampaoli quit¨® a V¨¢zquez y N¡¯Zonzi y decidi¨® jugar en largo. Iborra y Ben Yedder fallaron dos goles cantados y la sensaci¨®n de que el Deportivo podr¨ªa empatar flot¨® sobre Nervi¨®n. Mercado se la jug¨® dentro del ¨¢rea ante John en una jugada que pudo ser penalti y la tuvo Joselu despu¨¦s de un pase de Andone. Pero fue Ben Yedder el que se invent¨® una jugada m¨¢gica que decidi¨® el encuentro. Un gol lleno de calidad t¨¦cnica, pausa en el ¨¢rea y definici¨®n. Un tanto propio de esos delanteros que hacen maravillas dentro del ¨¢rea, caso de Butrague?o, al que record¨® el franc¨¦s con su gol a Lux, incapaz en esta ocasi¨®n de frenar una acci¨®n deliciosa.