La Real Sociedad derrota al Deportivo con un gol ¡°vintage¡±
Willian Jos¨¦ sell¨® la victoria del conjunto donostiarra ante un equipo gallego inoperante
La Real Sociedad marc¨® a los 27 minutos como pod¨ªa haber marcado a los 10 segundos, a los dos minutos, a los cinco minutos, a los doce minutos, porque llov¨ªan ocasiones como rayos de sol. Marc¨® Willian Jos¨¦ porque salta y cabecea como los delanteros antiguos, con la fe en la frente, y porque Sidney se durmi¨® en la marca y cuando salt¨®, el bal¨®n ya volaba por el cielo de a los diez segundos con un gol. La Real homenaje¨® a los ¡°h¨¦roes de Puertollano" que hace 50 a?os consiguieron el ascenso a Primera Divisi¨®n. Willian Jos¨¦ les hizo un homenaje personal con ese cabezazo vintage. Pero pudo haber marcado Xabi Prieto, a los diez segundos, cabeceando en un escorzo, y a los dos minutos y a los 12 con sendos disparos que palidecieron la mirada de Germ¨¢n Lux. ?Y el Deportivo? Viajar, viaj¨®; salir, sali¨®; pero estar, no estaba. Defend¨ªa muy atr¨¢s, no presionaba, no robaba (era buena gente), atacar, no atacaba y contraatacar, no sab¨ªa.
Por eso la Real era tan voluptuosa, con Yuri literalmente espectacular; tan cerebral, con Illarramendi gobernando el juego por decreto ley y con Xabi Prieto sacando lo mejor de su oratoria futbol¨ªstica. El resto era una afinada coral que no renunciaba al do de pecho, como el gran disparo de ??igo Mart¨ªnez que tuvo la mejor respuesta de Poroto Lux. El Depor no daba ni palmas, relajado en su papel de resistente, disparando con salvas o con flechas, poca cosa para conseguir al menos un susto. Ni Borges ni Berganti?os sacaban el bal¨®n y Emre estaba condenado a bajar tatos metros que su peligro se divisaba con catalejos. Andone manten¨ªa una pugna personal con los centrales realistas con m¨¢s forma que fondo. En pleno imperio de la intensidad, el Depor rindi¨® armas y solo tuvo un gesto en el minuto 85 cuando Borges cabece¨® (a las manos de Rulli) a diez metros. Fue su ¨²nica noticia, su ¨²nico telegrama avisando de su presencia, cuando la Real se descoloc¨® un tanto y la entrada de Ola John y Joselu le dio la sangre que necesitaba para acabar con su palidez.
Una jugada de Canales (que record¨® al antiguo Canales) pudo sentenciar el partido, pero lo impidi¨® el poste. Sin embargo, en Anoeta reinaba un murmullo de incertidumbre. La Real era mejor, iba ganando, ten¨ªa m¨¢s ocasiones, mayor criterio, mejor actitud, pero... el miedo es libre y el f¨²tbol, caprichoso. Ni lo uno ni lo otro. El Depor que arroll¨® a la Real en la ida, fue arrollado en la vuelta. Eso s¨ª, la diferencia de goles fue muy distinta. Curiosidades del f¨²tbol.
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