El Barcelona golea al Villarreal con un tridente radiante

Hay partidos que se repiten y, sin embargo, mantienen el inter¨¦s, y hasta la emoci¨®n, pocos como los Bar?a-Villarreal. Las actuaciones del equipo de Escrib¨¢, y en su d¨ªa de Marcelino, acostumbran a ser tan esmeradas y aplicadas como las exhibiciones del tridente y, especialmente, de Neymar. Los delanteros azulgrana se repartieron los goles, como en los viejos tiempos, cuando ya protagonizaron por ejemplo el p¨®ster que le dio la victoria electoral al presidente Bartomeu, y finiquitaron a un peligroso Villarreal.

El Barcelona golea al Villlarreal con un tridente radiante

No ha caducado la f¨®rmula de los tres atacantes, al menos para continuar aspirando a ganar la Liga, autores ya de 102 goles el d¨ªa que el Camp Nou homenaje¨® a Carlos Naval por sus 30 a?os como delegado del Bar?a. Hubiera sido imperdonable perder el partido en que el barcelonismo se mostr¨® agradecido con el eficiente y generoso Naval. La jornada era tan grandilocuente por el rival, por la importancia del partido y por Naval, que incluso Luis Enrique puso a la alineaci¨®n titular con la excepci¨®n de Digne.

La respuesta de los muchachos de Luis Enrique fue excelente, por los goles y por el f¨²tbol, ante un adversario mod¨¦lico por su modelo de gesti¨®n y sentido de equipo: est¨¢ muy bien hecho y trabajado, se organiza estupendamente y juega siempre de la misma manera con independencia del rival, tambi¨¦n contra el Barcelona de Messi, Luis Su¨¢rez y Neymar. No encuentra Escrib¨¢ la manera de atar en corto a Neymar, desbocado cada vez que se enfrenta al equipo que viste de amarillo, como su Brasil.

Hay que jugar r¨¢pido y estar muy fino para sorprender al Villarreal. Apenas concede espacios, porque bascula de manera s¨®lida y organizada, y se estira muy r¨¢pido y bien con el potente Bakambu. No es f¨¢cil circular con la pelota, y menos filtrar un pase o profundizar, ganar un metro para armar el tiro, alcanzar el ¨¢rea de Andr¨¦s Fern¨¢ndez. Aparentemente es un equipo impenetrable cuando tiene la defensa parada, en casa o en campo ajeno, tanto da que sea en el Bernab¨¦u o en el Camp Nou.

Hay que ser muy paciente, mezclar la presi¨®n con los cambios de orientaci¨®n y buscar soluciones no convencionales para vencer al Villarreal. As¨ª se explicar¨ªa que el delantero m¨¢s confuso en la definici¨®n sea tambi¨¦n el m¨¢s clarividente ante la dificultad: Neymar. El Villarreal ha encajado nueve goles en nueve partidos de parte del brasile?o del Bar?a. El tridente se movi¨® r¨¢pido en una transici¨®n y Neymar control¨® y remach¨® el centro-chut de Messi despu¨¦s del centro desde la derecha de Luis Su¨¢rez.

A la efectividad barcelonista respondi¨® el Villarreal con la misma contundencia despu¨¦s de que Soldado habilitara desde su cancha la carrera de Bakambu. No atin¨® Piqu¨¦ cuando quiso tirar la l¨ªnea del fuera de juego y el delantero congole?o atraves¨® medio campo y se plant¨® ante Ter Stegen para anotar su s¨¦ptimo tanto en seis encuentros: 1-1. A cada ocasi¨®n azulgrana respond¨ªa con una llegada el Villarreal en un partido muy denso, de m¨¢xima tensi¨®n, muy dif¨ªcil de jugar ante la expectaci¨®n del Camp Nou.

Hab¨ªa que empezar de nuevo en el Bar?a y el equipo regres¨® sobre sus pasos, pendiente de las huellas de Neymar. Volvi¨® a culebrear el 11, desbord¨® una y dos veces a sus marcadores para perder y recuperar despu¨¦s el bal¨®n, hasta que acab¨® a pies de Messi. Y entonces el 10 traz¨® su ya famosa diagonal, empez¨® a tocar, pasito a pasito, en direcci¨®n al v¨¦rtice izquierdo del ¨¢rea, para soltar despu¨¦s un disparo cruzado con la zurda que sorprendi¨® al portero despu¨¦s que el cuero diera en Mario.

No hay mejor futbolista para desestabilizar al Villarreal que Neymar ni mayor justiciero que Messi: 16 tantos en nueve encuentros, muy certero cuando el portero es Andr¨¦s Fern¨¢ndez, habitualmente crucificado en el Camp Nou. Ni siquiera el descanso atemper¨® a Neymar, que percuti¨® sin desmayo por el costado izquierdo, perseverante en el desequilibrio y poco l¨²cido en el ¨²ltimo pase, obcecado con el tiro, seguramente porque sabe de su suerte ante el Villarreal.

No consegu¨ªa acabar las jugadas el Barcelona y la exigencia del Villarreal era tanta que Iniesta incluso tom¨® una tarjeta amarilla por intentar corregir una p¨¦rdida de bal¨®n ante el ¨¢rea de Ter Stegen. Hasta Piqu¨¦ aguantaba en pie con una rodilla dolorida, sabedor de su importancia, dispuesto a medirse con Bakambu y esperanzado tambi¨¦n con alcanzar el cuero a la salida de una falta o de un c¨®rner ante Andr¨¦s Fern¨¢ndez. El gol lleg¨® a la carrera, en una conducci¨®n de Sergi Roberto, rematada por Luis Su¨¢rez.

No perdon¨® el uruguayo ni descans¨® Neymar, que coron¨® su actuaci¨®n con una acci¨®n propia de un mago, tal que fuera la reencarnaci¨®n y actualizaci¨®n de Ronaldinho. El 11 corri¨® por la banda como un funambulista, tir¨® un sombrero y provoc¨® un penalti que Messi transform¨® al estilo Panenka. Una buena manera de poner el fin a un encuentro que evoc¨® los mejores tiempos del tridente, que ya supera el centenar de goles: Leo 51, Luis Su¨¢rez, 35 y Neymar 16.

Resignado en la sala de espera, al Bar?a no le queda m¨¢s remedio que estar dispuesto por si acaso se despista el Madrid.?