Isco, Morata y James, los malos suplentes

Una de las cosas que mejor hice en mi carrera futbol¨ªstica fue ser suplente del Portonovo. Tan bien que llegu¨¦ a serlo noventa minutos, sin que ning¨²n entrenador se atreviese a sacarme debido a mi labor en el banquillo. All¨ª hac¨ªa lo que hago ahora en la Feria del Libro cuando la cola de mi compa?ero de caseta da la vuelta al Retiro y yo estoy solo: doy palmas y animo a los que firman. Llevo toda la vida haci¨¦ndolo ¡ªcelebrar a los dem¨¢s¡ª as¨ª que es algo con lo que se convive perfectamente. Hab¨ªa una raz¨®n m¨¢s por la cual me convert¨ªa en un magn¨ªfico suplente: no sab¨ªa jugar al f¨²tbol. Por tanto me quer¨ªa todo el mundo, desde el entrenador a los jugadores. No pon¨ªa en ning¨²n aprieto a nadie. Me pon¨ªa la sudadera del equipo y nunca, en mis cuatro temporadas en activo, supo nadie que debajo no llevaba el uniforme sino una camiseta de Iron Maiden.

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Una de las razones por las que el Madrid tiene dos grandes alineaciones es que, al contrario que el Portonovo y el Barcelona, tiene mal¨ªsimos suplentes. Tipos que deslizan que se van a ir el a?o siguiente si no juegan, que cuando salen al campo se ponen a golear, que alimentan el debate en los medios sobre el estado de algunos titulares y el esquema de juego, y que atormentar¨ªan al entrenador si no fuese Zinedine Zidane. Ese equipo cargado de malos suplentes aspira a los dos t¨ªtulos m¨¢s importantes de la temporada exhibiendo un equilibrio precario con fecha de caducidad. La virtud de los malos suplentes es que con ellos ganas t¨ªtulos; el defecto es que no duran m¨¢s de un a?o. Son tan buenos que no soportan no jugar. Isco, Morata y James, por ejemplo. Podr¨ªan aguantar un a?o m¨¢s en el Madrid si fuesen buenos suplentes, o sea si no diesen problemas: salen al campo, lo hacen mal y para la siguiente temporada repiten.

Un buen¨ªsimo suplente es Coentrao, que este a?o dijo directamente que no ten¨ªa nivel para el Real Madrid. Eso es m¨²sica celestial para un entrenador (y para Marcelo). Coentrao me representa en la medida en que pone su list¨®n en el s¨®tano, no supone un problema para nadie, fuma y cuando hace un poquito, parece que hace mucho porque ¨¦l mismo dijo que no da el nivel. Coentrao podr¨ªa ser suplente en el Madrid las temporadas que quisiera. Morata, Isco, Lucas o James no: son velas que arden por los dos extremos. No durar¨¢n toda la noche, escribe Edna St. Vicent Millay, pero producen una luz extraordinaria.