Nadal difumina a Kyrgios
El balear mejora exponencialmente con respecto a su estreno y elimina al australiano (6-3 y 6-1, en 1h 12m), diluido muy r¨¢pido. En los cuartos, el rival ser¨¢ Goffin, al que gan¨® hace poco en Montecarlo
Desde que Rafael Nadal bati¨® a Fabio Fognini en su debut, 24 atr¨¢s, la previa de su enfrentamiento contra Nick Kyrgios se hab¨ªa convertido en una mezcla de un pron¨®stico meteorol¨®gico y un an¨¢lisis de los elementos. Tierra, agua, luz; altura, temperatura, humedad, sol... ?Llover¨¢ o no? ?Se jugar¨¢ con el techo de la Caja M¨¢gica cerrado o no? ?Tendr¨¢ la pelota m¨¢s o menos ingravidez? Todo muy t¨¦cnico, muy anal¨ªtico. Buen material para llenar p¨¢ginas y enriquecer los textos. Sin embargo, el d¨ªa anterior Nadal simplificaba y lo advert¨ªa: ¡°Todo eso influye un poco, pero al final gana el que juega mejor, as¨ª de simple¡±.
Y as¨ª de sencillo, porque gan¨® el mejor, Nadal, infinitamente superior (6-3 y 6-1, en 1h 12m) a su adversario, del que se llevan varios a?os recogiendo transgresiones y malos modos, tambi¨¦n su talento. Y es que Kyrgios es muy bueno, seguramente el m¨¢s talentoso de esa milicia de jugadores que vienen por detr¨¢s, la Next Gen, pero igualmente el m¨¢s desnortado y quebradizo. Promet¨ªa mucho este envite con Nadal, al que derrib¨® en 2014 sobre el tapete de Wimbledon, pero la tarde se tradujo en un mon¨®logo del balear, porque el australiano desapareci¨® muy r¨¢pido sin mediar explicaci¨®n. Una vez m¨¢s.
Kyrgios lo tiene todo, pero o cambia radicalmente o corre el riesgo de quedarse en nada. Es como tener un Ferrari guardado en el garaje: potencial en estado m¨¢ximo, sin un buen conductor al volante. Despu¨¦s de una severa reprimenda el curso pasado, por dejarse ir en un partido de forma descarada, parec¨ªa que el de Canberra (22 a?os) hab¨ªa enderezado un poco el rumbo esta temporada, en la que m¨¢s all¨¢ de algunas excentricidades y un arranque en falso ¨Csegunda ronda de Australia¨C hab¨ªa adquirido regularidad ¨Ccuartos de Indian Wells, semifinales de Miami, Acapulco y Marsella¨C y hab¨ªa brillado en la Copa Davis con tres victorias.
Sin embargo, su actitud sigue perjudic¨¢ndole. Contra Nadal, el partido dur¨® lo que le duraron las ganas. Seis juegos m¨¢s o menos. A partir de ah¨ª, decidido el primer set, dispersi¨®n y fragilidad, tambi¨¦n algunos detalles de su genialidad. Lo de siempre. Golpes asombrosos y desconexiones. Y, claro, frente a un rival que representa todo lo contrario, frente a la mente m¨¢s ruda de la historia del tenis, poco que hacer. Un extremo y otro. Otro poso de decepci¨®n. Tem¨ªa Nadal el v¨¦rtigo y el servicio del australiano, capaz de sacar a 220 km/h, pero le bast¨® una versi¨®n seria (solo 10 errores) y contundencia (29 ganadores).
El de Manacor increment¨® ostensiblemente el nivel con respecto a su estreno y firm¨® una c¨®moda victoria que le cit¨® en los cuartos (no antes de las 16.00, Teledeporte) con el belga David Goffin (6-4 y 6-2 a Milos Raonic), al que derrot¨® hace unas semanas en la arena de Montecarlo en un partido con mucha pol¨¦mica. ¡°He dado un paso adelante, creo que he jugado mucho mejor que ayer. Le he pegado mucho mejor con el rev¨¦s y tambi¨¦n con el drive. Hoy hac¨ªa mejor d¨ªa. No hab¨ªa tanto viento y al hacer menos calor la bola iba un poco m¨¢s lenta, con lo cual pod¨ªa controlarla un poco m¨¢s. Me he encontrado mucho m¨¢s suelto y con menos nervios¡±, indic¨® el balear.
Avanz¨® Nadal y despu¨¦s de tanto teorizar, de la especulaci¨®n con el techo y con el tiempo de Madrid, de tanta discusi¨®n sobre el sexo de los ¨¢ngeles, bast¨® con algo muy simple: gana el que juega mejor.
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