Spanoulis noquea al CSKA
Olympiacos disputar¨¢ la final de la Euroliga tras una exhibici¨®n de su l¨ªder en el ¨²ltimo cuarto ante el conjunto ruso (78-82)
Cuando el CSKA despert¨® su demonio segu¨ªa all¨ª. Spanoulis lo volvi¨® a hacer. Con la determinaci¨®n de los elegidos, el genio de Olympiacos llev¨® a su equipo a la octava final de su historia tras desmontar a base de fe la obra de Teodosic y De Colo. El todopoderoso equipo ruso cay¨® de nuevo ante su kriptonita en la competici¨®n. Con un liderazgo abrumador y un acierto febril Spanoulis construy¨® otra remontada para la historia con 10 puntos en los ¨²ltimos siete minutos. No hab¨ªa noticias suyas hasta entonces, pero le sobr¨® tiempo para citarse con la gloria.
Se reun¨ªan en el Sinam Erdem dos prodigios de regularidad competitiva. Uno, a golpe de talonario; el otro, a fuerza de car¨¢cter. Se enfrentaban el martillo y el yunque. Los rusos llegaban con un promedio anotador por encima de los 87 puntos, el mejor de la competici¨®n; los griegos con una defensa hormigonada que les permiti¨® ganar 22 partidos con 10 puntos menos de media. CSKA y Olympiacos, enemigos ¨ªntimos en la Final Four, se encontraban por cuarta vez en las ¨²ltimas seis ediciones. De nuevo en Estambul, en el mismo escenario donde en 2012 se produjo uno de los desenlaces m¨¢s inveros¨ªmiles de la historia del torneo. Inolvidable aquella final en la que el CSKA de Kirilenko y Siskauskas paladeaba su t¨ªtulo de campe¨®n poco antes del final del tercer cuarto (53-34) y sus jugadores, entre la suficiencia y la prepotencia, se dedicaban sobre la pista los gestos c¨®mplices de quien se sabe ganador. Pero una canasta de Printezis a siete d¨¦cimas para la conclusi¨®n cambi¨® el final del cuento (61-62). El episodio se convirti¨® en un lastre psicol¨®gico para el equipo m¨¢s poderoso del continente, que tard¨® cuatro a?os en volver a una final y cay¨® dos veces m¨¢s por el camino con el ogro griego (en las semifinales de 2013 y 2015). Nadie enlaza dos coronas europeas desde que el Olympiacos lo hiciera en 2013. Tampoco lo har¨¢ el CSKA esta vez. Se repiti¨® la historia y el protagonista: Vasilis Spanoulis.
La salida a pista de Teodosic liber¨® el sistema nervioso del CSKA, que con un parcial de 11-0 avis¨® de su inabarcable potencial a su rival (18-9, m. 9). Err¨¢tico desde el per¨ªmetro (1 de 7 en triples en el primer parcial), Olympiacos se agarraba a la semifinal gracias a los rebotes ofensivos y a la brega de Printezis. Poco argumento ante la productividad silenciosa de De Colo y la solemnidad resabida de Teodosic. Una r¨¢faga de triples del serbio descosi¨® la defensa griega y con otro bingo m¨¢s all¨¢ de los siete metros dej¨® la misi¨®n encarrilada al borde del descanso (40-27, m. 19). Pero, cuando no les alcanza con el baloncesto, los del Pireo ponen en juego resiliencias intangibles para estirar el pulso. Un triple de Mantzaris y otro de Agravanis sobre la bocina concedieron a la tropa de Sfairopoulos el aliento suficiente para mantener vivo el esp¨ªritu de remontada. El CSKA dominaba por inercia, pero era incapaz de descolgar de la cornisa a un enemigo que ha encumbrado la capacidad agon¨ªstica en repetidas ocasiones a lo largo de su historia.
Con la supervivencia como forma de vida, Olympiacos se lanz¨® a reeditar su leyenda tras el paso por la caseta. Con Printezis de nuevo como estilete y Papanikolaou a cargo de la intendencia, los griegos firmaron su reenganche (46-43, m. 23). Faltaba Spanoulis por sumarse a la misi¨®n pero, mientras el genio negociaba con las musas, el CSKA retom¨® el plan. El fondo de armario del todopoderoso ruso convirti¨® la rotaci¨®n de Itoudis en un rodillo (60-49, m. 27). Sin embargo, desde el alambre y siempre haciendo la goma, los del Piero llegaron al tramo decisivo a un palmo de la haza?a. Agravanis y Mantzaris repitieron la secuencia de triples que precedi¨® al entreacto y dejaron la semifinal en un pa?uelo (64-62, m. 32). Y, a 4m 30s del final, Spanoulis empat¨® el partido y aboc¨® el desenlace al territorio del miedo (69-69).
Hab¨ªa llegado para decidir y, con la furia de sus mejores noches, el capit¨¢n de Olympiacos se apoder¨® del bal¨®n y de los biorritmos del partido. Un triple suyo, el primero tras un 0 de 5, dio la ventaja a su equipo a 1m 53s del final. Respondi¨® Teodosic desde el 6,75, pero Green devolvi¨® el golpe y dej¨® tiritando al CSKA. Con 77-79 Teodosic se jug¨® un triple para ganar y sali¨® cruz. El rebote cay¨® en las manos del dios de la barba. Era el d¨ªa de Spanolis. Olympiacos pelear¨¢ en Estambul por su cuarta Copa de Europa.
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