Clamorosa victoria del Deportivo
El equipo coru?¨¦s cierra la temporada con un triunfo holgado ante Las Palmas y la reprimenda generalizada de su afici¨®n a los Riazor Blues
Liberado de la tensi¨®n del resultado, el Deportivo solvent¨® un partido rebajado ante un rival que ya hace mucho que se fue de vacaciones. Gan¨® el equipo gallego en la cancha y en la grada, donde su gente clam¨® contra los Riazor Blues, que quisieron expresar una l¨®gica protesta contra el rendimiento del equipo, pero se toparon con que la mayor¨ªa del estadio quiere otros modos y maneras a los expresados por ese colectivo tanto en un comunicado que emitieron esta semana como luego durante el partido.
Andone, uno de los se?alados en la misiva de los ultras, marc¨® los dos goles que abrieron el camino de la victoria futbol¨ªstica. Se hace complicado dudar respecto a la aportaci¨®n del delantero rumano, motor del equipo durante tantos partidos, gasolina en tiempos de sequ¨ªa. Esta semana le afearon que en alg¨²n partido realizase gestos a la grada ¡°recriminando no se sabe bien que¡±, dec¨ªan con raz¨®n los Riazor Blues en su comunicado. Mientras se determina cual fue el pecado y se impone la penitencia, Andone habl¨® sobre el campo, marc¨® dos goles plenos de potencia y poder¨ªo en los que pas¨® por encima de una zaga tibia para llegar a la docena de dianas en toda la temporada. Y mereci¨® el hat-trick, que no lleg¨® antes de dejar el campo entre v¨ªtores.
Las Palmas dimiti¨® una vez m¨¢s en la despedida de Quique Seti¨¦n. Volvi¨® a ser un equipo aseado, pero sin profundidad, un grupo de futbolistas sumido en el relajo e incapaz de activarse por m¨¢s voluntad que pusiesen en eludir el rid¨ªculo. El gol inicial de su delantero, a los tres minutos, asent¨® al Deportivo, gustoso en el repliegue, confiado a que alg¨²n robo le diese nuevas opciones. As¨ª fue y as¨ª se acomod¨® porque adem¨¢s el ambiente complicado que vaticinaban los agoreros de las redes sociales fue el opuesto cuando la realidad dej¨® de ser virtual. Riazor, la aplastante mayor¨ªa del deportivismo, no est¨¢ satisfecha con la campa?a del equipo, no disfruta desde hace muchas temporadas, pero todos los indicadores que emite remiten a que valora el esfuerzo que se realiza desde todos los estamentos por salir del hoyo econ¨®mico y deportivo en el que estaba el club y encadenar cuatro temporadas consecutivas en Primera Divisi¨®n. En esa tesitura hubo un sector de la afici¨®n que quiso echarle un pulso a quienes dirigen la entidad. No solo descubrieron que son una minor¨ªa sino que recibieron la severa reprimenda del resto del estadio.
Riazor reproch¨® de forma sonora a los Riazor Blues que ante los primeros silbidos a su actitud coreasen ¡°el Depor somos nosotros¡±, les silb¨® cuando pidieron la dimisi¨®n de un presidente y de una directiva que en la ¨²ltima junta de accionistas consigui¨® el apoyo del 99,7% de las acciones representadas en un club que tiene m¨¢s de 25.000 due?os. Call¨® la gente cuando desde el fondo del estadio le pidieron que animasen y, llegada la media hora, brot¨® un grito coreado que pidi¨® que los Riazor Blues cumpliesen su palabra y se fuesen, como hab¨ªan anunciado, a la media hora de partido. As¨ª fue, poco antes de que Ola John caracoleara ante el ¨¢rea de Las Palmas y Carles Gil rematase su centro a la red para marcar el tercer gol justo antes del descanso. Los descontentos se fueron del campo y de inmediato comenz¨® a sonar la m¨²sica en unas carpas adyacentes al estadio en las que la Federaci¨®n de Pe?as deportivista celebraba su d¨ªa bajo el lema ¡°La uni¨®n hace la fuerza¡±. El resto de aficionados que se quedaron en el estadio acabaron haciendo la ola e incluso al final, en el ¨²ltimo examen a los futbolistas, se impusieron los aplausos a los pitos.
Riazor Blues dej¨® la casa del Deportivo, se llev¨® la pancarta con su ense?a, una tela que el club ha defendido ante estamentos futbol¨ªstivos y policiales como legal y por la que tiene sobre la mesa propuestas de sanci¨®n por un total que supera los 400.000 euros. El f¨²tbol sigui¨®. Lo hizo con el esfuerzo de Las Palmas por maquillar el resultado. El deportivismo apoy¨® y aplaudi¨® a sus futbolistas, despidi¨® con ovaci¨®n a sustituidos y sustitutos, tambi¨¦n a Davy Roef, el joven portero belga cedido por el Anderlecht, que debut¨® con el equipo y caus¨® una magn¨ªfica impresi¨®n. Para entonces ya llegaban noticias de Legan¨¦s que confirmaban que el Deportivo sub¨ªa un puesto en la clasificaci¨®n para acabar d¨¦cimosexto. Todos esperaban m¨¢s en A Coru?a, todos quer¨ªan m¨¢s porque en juego est¨¢ la bandera de un equipo campe¨®n, uno de los nueve que han ganado la Liga espa?ola, un hist¨®rico que trata de crecer de nuevo con una pesada mochila econ¨®mica que lastra su potencial futbol¨ªstico. Quiz¨¢s en alg¨²n momento sus dirigentes pudieron pensar que deb¨ªan cargar solos con ella, pero ayer el deportivismo dej¨® claro que est¨¢ ah¨ª, dispuesto a sostenerla y vaciarla.
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