Maverick Vi?ales le niega la gloria a Rossi en Le Mans

En un final de carrera estremecedor, Maverick Vi?ales demostr¨® tener los nervios de acero. Hab¨ªa liderado la prueba desde el s¨¦ptimo giro. Pero las ¨²ltimas vueltas estaban abocadas a decidirse en un duelo majestuoso. Y as¨ª ocurri¨®.

Ocurri¨® lo que pocas veces se ha visto: que en la lucha cuerpo a cuerpo del ¨²ltimo giro acab¨® imponi¨¦ndose el vecino de taller de Valentino Rossi y no ¨¦l, el rey de la ¨²ltima vuelta, el maestro del temple, el que hace temblar a la mayor¨ªa en un cara a cara. Hab¨ªa conseguido el veterano piloto alcanzarle, con un ritmo de impresi¨®n, y en la primera chicane, entre las curvas dos y tres, le birl¨® la primera posici¨®n: un adelantamiento bello, de esos con cambio de direcci¨®n, limpios, que despiertan al p¨²blico. Faltaban m¨¢s de dos vueltas para el final y pareci¨® que el triunfo ya ten¨ªa due?o. Pero el espa?ol no cedi¨®, sigui¨® a rueda, aument¨® el paso, y le busc¨® el interior a aquel en la curva ocho, Garage Vert, justo antes de la contrarecta, un cl¨¢sico en Le Mans, donde se cometen tantos adelantamientos como fallos. Y el italiano fall¨®. Se abri¨® y le dej¨® la puerta abierta de par en par.

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Ocurri¨® tambi¨¦n que, en su intento desesperado por volver a darle caza a Vi?ales (quedaba m¨¢s de medio circuito por delante, pod¨ªa hacerlo: ten¨ªa las dos ¨²ltimas curvas esper¨¢ndole), cometi¨® otro error, llevado por el ansia de victoria, y se fue al suelo. Rossi perdi¨® el control de su moto en la otra chicane del trazado franc¨¦s, la ¨²ltima, justo antes de alcanzar esas curvas 13 y 14 en las que confiaba en ganarle la partida. Pero, en cambio, termin¨® desolado, en la escapatoria. No se lo pod¨ªa creer.

Desde la pelea por la clasificaci¨®n se pudo comprobar que en este trazado m¨ªtico de Le Mans, donde se celebran las populares 24 horas de resistencia, las motos que mejor aguantar¨ªan las 28 pesad¨ªsimas vueltas de la carrera de MotoGP ser¨ªan las Yamaha. Porque tienen m¨¢s estabilidad, son m¨¢s manejables y, desde este curso, logran sacar el mejor rendimiento a los neum¨¢ticos en los ¨²ltimos minutos. Las dos M1 oficiales y la sat¨¦lite del h¨¦roe local, Johann Zarco, sal¨ªan desde la primera l¨ªnea. Y comandaron la carrera de principio a fin. Marc¨® el ritmo el piloto espa?ol en cuanto se puso en cabeza y, cuando lleg¨® (como siempre llega) hasta ¨¦l su compa?ero Valentino Rossi y decidi¨® que tocaba apretar todav¨ªa un poquito m¨¢s, supo y pudo responder.

Tambi¨¦n respondi¨® a la altura de las circunstancias Zarco. Atrevido desde la parrilla ¨Chab¨ªa montado el neum¨¢tico blando detr¨¢s, a diferencia de los pilotos oficiales de Yamaha¨C, el debutante hizo una salida fulgurante. Y, como ya hiciera (aunque con m¨¢s amargo final) en Qatar, lider¨® al pelot¨®n durante seis giros. De estilo fino, pocas motos le hubieran sentado mejor que esta M1, siempre tan fiable. Tambi¨¦n lo es el dos veces campe¨®n de Moto2, que ni siquiera acus¨® la elecci¨®n de gomas. Cada vez que Vi?ales aumentaba el ritmo y rodaba un par de d¨¦cimas m¨¢s r¨¢pido, ¨¦l le segu¨ªa. Solo cedi¨® al final, cuando Rossi le atrap¨®. Pero eso no fue hasta que faltaban cinco giros para el final. Para entonces ten¨ªa el podio asegurado. La segunda plaza fue un regalo inesperado.

Algo parecido a lo que le pas¨® a Pedrosa, agresivo como nunca, tan enchufado que en uno de los tantos adelantamientos que firm¨® (sal¨ªa desde la 13? posici¨®n de la parrilla) dej¨® a Crutchlow sin saber d¨®nde estaba. Va mejorando poco a poco la Honda: la aceleraci¨®n es hoy un problema cada d¨ªa menor y la velocidad punta (al menos en el caso del 26; M¨¢rquez era el quinto por abajo, con 302km/h, cinco menos que su compa?ero) ha mejorado considerablemente.

Ocurre que en el camino hacia la construcci¨®n de una m¨¢quina m¨¢s manejable se va avanzando lentamente. Y aunque M¨¢rquez se siente cada d¨ªa m¨¢s c¨®modo con su moto, cuando uno quiere ganar el t¨ªtulo es muy f¨¢cil sobrepasar los l¨ªmites. De todos los pilotos en cabeza (un grupo de siete hasta mitad de carrera) era el menos regular y al que m¨¢s le cost¨® rodar por debajo de 1m,33s. En esas estaba, cuarto, muy lejos de Rossi y con Pedrosa cada vez m¨¢s cerca, cuando perdi¨® el control de su moto en plena chicane.

El error de Rossi, como el de M¨¢rquez antes, anima el Mundial: Vi?ales recupera el liderato y Pedrosa se coloca segundo clasificado merced a un tercer puesto en Le Mans (el tercer podio consecutivo) e impulsado por una nueva psicolog¨ªa: ¡°un piloto feliz es un piloto r¨¢pido¡±.