Ferran Latorre, un ¡®trabajador¡¯ en la lista de los 14

Quiz¨¢ porque se inici¨® muy temprano en la monta?a y abraz¨® la escalada con apenas 14 a?os de edad, una edad inusual para la ¨¦poca, Ferran Latorre se quem¨®. Hab¨ªa vivido y corrido tanto, confirm¨¢ndose en muy poco tiempo como uno de los mejores alpinistas del pa¨ªs, puro talento mezclado con la osad¨ªa de la juventud, que un d¨ªa su motor mental amaneci¨® gripado. As¨ª que Ferr¨¢n Latorre abandon¨® la escalada y el alpinismo de dificultad, se diluy¨® un tiempo, y reapareci¨® bajo los focos a la sombra de Juanito Oiarzabal. Fue en el Annapurna, en 1999. Latorre y Vallejo acompa?aron a ¨¦ste ¨²ltimo hasta la cima del ¨²ltimo de los 14 ¡®ochomiles¡¯ que faltaba por coronar al alav¨¦s, y al hacerlo, paso a convertirse en el primer espa?ol en una preciada lista estrenada por Reinhold Messner en 1986.

Latorre se apunt¨® as¨ª el primero de sus ¡®ochomiles¡¯ oficiales, uno que casi todos los que persiguen la lista dejan para el final, tanto temor inspiran los caminos que llevan a su cima. De golpe, Latorre encontr¨® un trabajo: c¨¢mara de altura para el programa de TVE ¡®Al filo de lo imposible¡¯, y as¨ª filmando de ¡®ochomil¡¯ en ¡®ochomil¡¯ acompa?¨® a Edurne Pasaban en su cruzada personal, que concluy¨® en 2010, ocho a?os m¨¢s tarde desde el ingreso de Alberto I?urrategi en el club. Carlos Pauner (2013) y Jorge Egocheaga (2014) tambi¨¦n figuran en la lista. Desde ayer, Latorre se ha hecho tambi¨¦n un hueco al adjudicarse el Everest, una pieza que se le resist¨ªa, en parte por su empe?o en pisar su cima sin emplear ox¨ªgeno artificial. Latorre ha precisado siete intentos antes de conquistar el techo del mundo, y esta madrugada ha tenido que echar mano del ox¨ªgeno embotellado para asegurar la cima: un fuerte viento en la arista cimera le hubiera impedido seguir sin sufrir congelaciones. Latorre tuvo un detalle con ?scar Cadiach: ambos aspiraban a convertirse en el primer catal¨¢n en la lista de los 14. Cadiach lleva tres a?os con 13 ¡®ochomiles¡¯ en su cuenta, pero atascado con el ¨²ltimo, el Broad Peak. ¡°?scar ha tenido el honor de escalar el Everest sin ox¨ªgeno embotellado, y yo todav¨ªa no. Quiero decirle que le admiro mucho y que tengo ganas que acaba y podamos celebrarlo juntos¡±, se sinceraba Latorre.

En su p¨¢gina web, Latorre asegura no tener una profesi¨®n, sino una vocaci¨®n, pero su trayectoria en el Himalaya tiene m¨¢s que ver con la de un jornalero del Himalaya antes que con la de un escalador profesional. Trabajando como c¨¢mara Ferran se apunt¨® las cimas del Kangchenjunga, Dhaulagiri y Broad Peak, pero s¨®lo cuando se desvincul¨® de la televisi¨®n vio claro que ten¨ªa a tiro hacerse con su hueco en la lista y emprendi¨® un camino aut¨®nomo: encontr¨® sus propios patrocinadores y, de paso, decidi¨® formarse como gu¨ªa de alta monta?a, proceso que acabar¨¢ en breve.

Aquello que apart¨® un d¨ªa a Ferran Latorre del alpinismo puntero no le separ¨® de la monta?a. Segu¨ªa apasion¨¢ndole el medio , pero necesitaba encontrar terrenos diferentes de expresi¨®n. Mel¨®mano confeso, lector ¨¢vido, escritor ocasional, conferenciante, Latorre ha dado con un sinf¨ªn de senderos vitales que en tres d¨¦cadas le han conducido desde la cima de su arte hacia lugares menos visibles que s¨®lo ¨¦l habr¨¢ sabido apreciar.