Luis Enrique se escapa del banquillo
Enfrentado con la prensa y sometido a un juicio en cada partido, el t¨¦cnico abandona al Bar?a con otro t¨ªtulo, el noveno de su cuenta en solo tres temporadas
Transcurr¨ªa judicial la semana, por no decir carcelaria, con el Supremo, Messi, Rosell, Hacienda y Cristiano como protagonistas, cuando la final de Copa nos sac¨® de los juzgados. La gan¨® el Bar?a ante un digno Alav¨¦s en el ¨²ltimo partido oficial del Calder¨®n, que no se llen¨® quiz¨¢ porque a una parte de la afici¨®n del Bar?a este t¨ªtulo como que no le enamora. La gan¨®, decimos, el club azulgrana gracias al buen partido de algunos secundarios habitualmente despreciados (Alc¨¢cer o Andr¨¦ Gomes) y a la exhibici¨®n de Iniesta. Pero la gan¨®, sobre todo, porque Messi, con un bal¨®n en los pies, juega a una cosa a la que no juegan el resto de los mortales.
Precisamente de Messi se ven¨ªa hablando en los ¨²ltimos d¨ªas por aquello de que el Tribunal Supremo hab¨ªa confirmado la condena de 21 meses de c¨¢rcel por delito fiscal. Poco despu¨¦s se supo que la juez mandaba a prisi¨®n a Sandro Rosell, presidente que fue del Barcelona, por supuesto blanqueo de capitales y pertenencia a organizaci¨®n criminal. No repuestos a¨²n del susto, y eso que deber¨ªamos estar acostumbrados a estos t¨¦rminos dado que suelen acompa?ar a la mayor¨ªa de las informaciones sobre el partido que nos gobierna, conocimos que los t¨¦cnicos de Hacienda han enviado a la fiscal¨ªa el expediente que revela un presunto delito fiscal cometido por Cristiano, que habr¨ªa defraudado unos milloncetes. Ser¨¢ ahora el ministerio p¨²blico el que decida si lo califica de delito o de infracci¨®n administrativa. Seguro que el siempre bien informado lector tendr¨¢ su opini¨®n al respecto. Como la tiene este su seguro servidor. Ocurre, sin embargo, que lo que opinen quien con tanto gozo lee estas l¨ªneas como quien con no menos satisfacci¨®n las escribe importa, para ser exactos, un bledo.
Acabar¨¢, o no, Cristiano en el banquillo de los acusados, de donde no ha salido en toda la temporada Luis Enrique, sometido desde hace tres a?os a un juicio semanal. Lleg¨® el t¨¦cnico asturiano al Camp Nou cuando el Bar?a estaba, con perd¨®n, en la mierda. Que no lo dice este opinador sino alguien de mayor jerarqu¨ªa, como es el defensa-portavoz del club: ¡°Me gustar¨ªa recordar que cuando lleg¨® Luis Enrique este equipo ven¨ªa de no ganar nada, de la mierda absoluta¡±, declar¨® all¨¢ por febrero Piqu¨¦, que de ¨¦l se trata, palabras estas que sin duda hicieron muy feliz al anterior t¨¦cnico, el Tata Martino. Pas¨® el Bar?a entonces, en solo un a?o, de tan poco higi¨¦nico escenario al para¨ªso, ganador como fue del triplete. En la siguiente temporada, con Luis Enrique al frente, conquist¨® otros dos trofeos de enjundia, la Liga y la Copa. Y en su tercera y ¨²ltima campa?a, el t¨¦cnico asturiano ha alzado la Copa del Rey. En total, unidos trofeos de rango menor como Supercopas y Mundialitos, deja Luis Enrique el club de sus amores y sus pesares con nueve t¨ªtulos de 13 posibles logrados en tres temporadas.
Pocos igualan, ni igualar¨¢n, semejante hoja de servicios, Como pocos igualar¨¢n la desafecci¨®n que en ciertos rincones (sedes de medios de comunicaci¨®n sobre todo) provoca Luis Enrique. Sus encontronazos con la prensa han formado parte del paisaje desde el primer d¨ªa. ?l ha asegurado que no es ante los periodistas donde se siente m¨¢s a gusto, y ha calificado de ¡°circo¡± tan tempestuosa relaci¨®n cuid¨¢ndose, eso s¨ª, de decir ¡°qui¨¦n es el payaso¡±, noble profesi¨®n por otra parte. Pero no ser¨¢ su animosidad con la prensa lo que deba recordarse de Luis Enrique. Deber¨ªa quedar que lo ha ganado casi todo y que lo ha hecho intentando mantener las esencias del equipo y contra un Madrid a ratos superlativo. Pero la memoria, en el f¨²tbol, es perversamente fr¨¢gil. Basta citar el caso de Frank Rijkaard, aquel entrenador que dirigi¨® al Bar?a antes de que este alcanzara la sublimaci¨®n y del que hoy apenas se habla m¨¢s que para destacar su simpat¨ªa y su narc¨®tica sonrisa. Y que gan¨® tambi¨¦n dos Ligas y una Champions, al parecer.
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