Thiem ha venido para quedarse
El austriaco es un rival que especula poco y hace da?o desde todas las posiciones
Vi jugar a Dominic Thiem por primera vez en el a?o 2013. Yo estaba en Viena por un tema de trabajo personal y el director del torneo de la ciudad, un ATP 500, me pidi¨® que viera al austriaco que parec¨ªa llamado a tener futuro en el circuito. Vi un set del partido que el joven de 20 a?os disput¨® contra Jo-Wilfred Tsonga y le coment¨¦ que me parec¨ªa que sus vaticinios no iban desencaminados.
A pesar de que perdi¨® el partido y de que era a¨²n un jugador inexperimentado sus aptitudes ya llamaban la atenci¨®n. Me sorprendi¨® la potencia con la que golpeaba la pelota y su descarada impetuosidad. Creo que le percib¨ª un poco desordenado pero esa es una cualidad que no desmerece a un chaval tan joven. Tanto es as¨ª que a mi regreso a Mallorca le cont¨¦ a Rafael que hab¨ªa visto un buen jugador en mi viaje.
Cuatro a?os m¨¢s tarde podemos decir que mi sobrino ya no s¨®lo le conoce bien, sino que adem¨¢s le padece tanto como el resto de jugadores del circuito. De hecho, cuando escribo estas letras estamos a un d¨ªa de que se enfrenten en la semifinal de Roland Garros.
Thiem ha venido para quedarse y lo demuestra el hecho de que ya disputara la semifinal del Grand Slam parisino el a?o pasado, de que haya hecho semifinal este a?o en Roma y finales en Barcelona y Madrid. Su tercer puesto en la race responde a unos resultados excelentes y a un tenis que apenas muestra fisuras.
Su manera de golpear con swings largos tanto para el drive como para el rev¨¦s le hacen jugar un poco alejado de la l¨ªnea de fondo, si bien es cierto que contra Rafael en Roma avanz¨® un poco para poder imprimir m¨¢s empuje todav¨ªa.
Es un rival que especula poco y que tiene intenci¨®n de hacer da?o desde todas las posiciones.
Por sus golpes liftados su juego se adapta perfectamente a la pista de tierra y su excelente servicio, tanto de primero como de segundo, le suman agresividad. En el primero combina servicios a m¨¢xima velocidad -no tiene problemas para sacar por encima de los 210km/h- con servicios de colocaci¨®n; y su segundo saque va con mucho efecto, haciendo botar mucho la pelota, lo que dificulta enormemente su devoluci¨®n.
¡°Su afabilidad le aleja de actitudes chulescas que no siempre son una rareza en el circuito¡±
Es, adem¨¢s, un jugador disciplinado, educado y normal. Su afabilidad le aleja de actitudes chulescas que no siempre son una rareza en el circuito. Entrena con casi la misma intensidad que imprime a los partidos y esto demuestra su enorme seriedad.
Encontr¨¢ndome en Par¨ªs en el a?o 1981 vi la final de Roland Garros aunque no en la Philippe Chatrier, donde estar¨¦ ma?ana ¡ªpor hoy¡ª, sino en la tele de un hotel. La disputaron Bjorn Borg e Ivan Lendl, el rey sobre la tierra batida en aquella ¨¦poca y el que estaba llamado a ser su sucesor. De todos es sabido que lo fue, a pesar de que perdi¨® aquel partido.
Sin que yo considere a mi sobrino rey de nada, Rafael ha tenido en los ¨²ltimos a?os la supremac¨ªa sobre el polvo de arcilla y, evidentemente, veremos el d¨ªa en que eso llegue a su fin. Yo deseo que esto no ocurra muy pronto, pero ojo que podr¨ªa ser un austr¨ªaco quien tome el relevo.
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