Nadal deslumbra a Thiem y jugar¨¢ su d¨¦cima final de Roland Garros frente a Wawrinka
El balear minimiza al joven austriaco (6-3, 6-4 y 6-0, en 2h 07m) y se batir¨¢ con el suizo para retomar su dominio en Par¨ªs tres a?os despu¨¦s. Nunca antes hab¨ªa cedido tan pocos juegos (29) en el trayecto
Parece este Roland Garros un torneo guionizado al estilo de una gran superproducci¨®n, con una trama central muy definida y todos los aderezos para que lo que una gran mayor¨ªa del p¨²blico desea ver, por mucho que el desarrollo de la historia y se desenlace puedan ser previsibles, se produzca. Palpita el Bois de Boulogne cada vez que Rafael Nadal pisa la arena y ahora el espa?ol est¨¢ a un solo paso de hacer realidad el on¨ªrico objetivo de levantar por d¨¦cima vez la Copa de los Mosqueteros en Par¨ªs, que al fin y al cabo ha sido el eje vertebrador de todos estos d¨ªas. El balear, soberbio, bati¨® a Dominic Thiem (6-3, 6-4 y 6-0, en 2h 07m) y este domingo puede cerrar un c¨ªrculo id¨ªlico si bate en la gran final de la Chatrier al suizo Stan Wawrinka.
Ha sido Nadal el epicentro todos estos d¨ªas, actor principal de una obra que de momento no ha tenido puntos de giro. Desde el principio, todo abocaba a ¨¦l, a su extraordinario presente y a la posibilidad de volver a coronarse en Par¨ªs, su retiro primaveral, marco de los grandes fastos de su carrera. Nadie mejor que ¨¦l domina los c¨®digos que demanda un escenario tan grandilocuente como el franc¨¦s, donde cada pulso contra el balear se traduce en un suplicio para el adversario. Tambi¨¦n para el impetuoso Thiem, a quien se apunta como heredero en la tierra, ya una realidad, pero deslavazado otra vez por Nadal.
Era la cuarta vez que se med¨ªan ambos en apenas 40 d¨ªas. Antes fueron las finales de Barcelona y Madrid, y los cuartos de Roma, la ¨²nica muestra victoriosa del austriaco. Sin embargo, lo del Foro It¨¢lico poco tiene que ver con Par¨ªs y la Chatrier, la pista donde se multiplican los espacios y las distancias se hacen inmensas, el h¨¢bitat en el que Nadal fluye a una velocidad de crucero. Por el auge y el talento de Thiem se preve¨ªa un pulso m¨¢s emocionante, o al menos no tan desequilibrado, pero el joven finalmente no plante¨® mayor resistencia y se vio desbordado por todos los frentes.
No pudo ni desde luego le dej¨® Nadal, el Nadal en toda su extensi¨®n y el Nadal m¨¢s reconocible, jer¨¢rquico y poderoso que se recuerda en Roland Garros. En su participaci¨®n m¨¢s lustrosa, la de 2008, cedi¨® 37 juegos de camino a la final, y en 2012, tambi¨¦n condecorado, entreg¨® 35, as¨ª que en esta (29) se ha superado. Promet¨ªa mucho el pulso, pero lo cierto es que qued¨® en poca cosa. Arranc¨® Thiem con un break, en lo que fue un puro espejismo, una concesi¨®n instant¨¢nea que repar¨® el espa?ol a continuaci¨®n y despu¨¦s con otra dentellada para cerrar el parcial y dejar muy claro que el austriaco, sobrado de talento, eso s¨ª, todav¨ªa debe esperar para asumir el relevo.
Quinta vez sin entregar un solo parcial
Gobierna con mano de hierro Nadal, inflexible y deslumbrante, un tormento para cualquiera en estos momentos. Para calibrar su determinaci¨®n, no hay mejor lectura que el rostro del mallorqu¨ªn estos d¨ªas. Ni un sobresalto admite, de modo que Thiem, desarmado psicol¨®gicamente desde bien pronto,? tampoco tuvo ninguna opci¨®n real. Ha sido el austriaco el ¨²nico capaz de batirle este a?o sobre la arcilla, pero en esta ocasi¨®n resolvi¨® el espa?ol en un plispl¨¢s, anulando esa derecha que aterriza con tanta dureza en el cordaje y ese rev¨¦s que qued¨® absolutamente neutralizado.
No ha sido como otros a?os, que iba de menos a m¨¢s. Desde el primer d¨ªa he jugado bien
Fue una lecci¨®n en toda regla, porque Thiem termin¨® abrumado, encogido y deslumbrado. Bast¨® una rotura en el segundo set (2-1) y un tiroteo en el tercero para sellar el acceso a la final. Ser¨¢ la quinta vez que Nadal aterrice en la lucha por el t¨ªtulo sin ceder ni una sola manga, de una forma tan exuberante; las otras fueran en 2007, 2008, 2010 y 2012. Ahora, entre ¨¦l y la d¨¦cima Copa de los Mosqueteros media tan solo el imprevisible Wawrinka, adversario en la final del domingo (15.00, Eurosport y Telecinco), m¨¢s erosionado que ¨¦l: ha invertido 15h 17 en pista, por 10h 01m del espa?ol.
¡°No ha sido como otros a?os, que iba de menos a m¨¢s. Desde el primer d¨ªa he jugado bien. He ganado todos los partidos con muy buenos resultados y si uno no juega muy bien no puede conseguir ese tipo de resultados¡±, expres¨® despu¨¦s, durante una conferencia de prensa en la que el ganador de 14 grandes se mostr¨® distendido y brome¨® con unos ni?os que le saludaban a trav¨¦s de una cristalera. Lo tiene cerca Nadal, tan cerca que est¨¢ a punto de cerrarse la historia que muchos anhelan, porque Par¨ªs, rom¨¢ntica donde las haya, bien merece otro desenlace feliz.
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