Messi, de Guardiola a Sampaoli
Al igual que el exentrenador del Bar?a, el nuevo t¨¦cnico de Argentina prioriza montar un equipo para luego darle la responsabilidad a Leo
Jorge Sampaoli ha decidido armar un equipo antes que buscar a diez amigos que mezclen bien con Leo Messi. Un plan radical, alejado de la nader¨ªa que supuso la propuesta de Eduardo Bauz¨¢ y m¨¢s pr¨®ximo seguramente al pensamiento del Loco Bielsa, se?al inequ¨ªvoca de que el seleccionador va a ser un personaje importante y no un simple gestor de la Albiceleste.
A los debutantes se les acostumbra a juzgar con benevolencia, y m¨¢s en el caso de Sampaoli, que se estren¨® con una victoria ante la invicta Brasil de Tite en el amistoso de Melbourne (0-1). La Canarinha no mereci¨® perder, pero no se cuestion¨® el m¨¦rito del partido disputado por Argentina.
El equipo tuvo intenci¨®n, actitud y valent¨ªa, un ¨¦xito si se atiende a su precaria situaci¨®n en la clasificaci¨®n para el Mundial. Hay una propuesta futbol¨ªstica atrevida que pasa necesariamente por tener la pelota, atacar y recuperar el protagonismo perdido por una de las grandes selecciones como es la Albiceleste. Y la identidad no depender¨¢ de Messi sino de Sampaoli.
Argentina ha tenido al mejor de los solistas y, sin embargo, carece desde hace tiempo de solfeo, circunstancia decisiva para entender la diferencia entre el Messi argentino y el Messi del Bar?a. El azulgrana interpreta maravillosamente bien el estilo ideado por Johan Cruyff y que se aprende en La Masia. No ha habido un alumno mejor que Messi, hilo conductor de los ¨¦xitos del Barcelona. Aunque el estilo ha evolucionado, el 10 ha sido siempre decisivo en los distintos equipos y con los diferentes entrenadores que desde entonces se han sucedido en el Camp Nou. Messi ha sido capaz de reinventarse siempre, ¨²ltimamente con el tridente que forma con Su¨¢rez y Neymar.
La mejor versi¨®n del rosarino, sin embargo, se dio en el momento en que tuvo a uno de los t¨¦cnicos m¨¢s intervencionistas como fue Pep Guardiola. El hoy entrenador del Manchester City mont¨® un equipo ¨²nico por su dinamismo y finura en el que Messi desequilibraba como falso 9. No fue un proceso sencillo sino que se consum¨® con el tiempo en el Bernab¨¦u.
A Messi le cost¨® encontrar tambi¨¦n su sitio en el equipo y en la cancha ante Brasil. Al inicio, con Higua¨ªn, no supo asociarse en el doble enganche con Dybala, a pesar de ofrecer sus mejores minutos cuando retrocedi¨® y le dio profundidad a Di Mar¨ªa. Y sin Higua¨ªn, Messi se perdi¨® a menudo, no sac¨® ventaja de su condici¨®n de delantero ¨²nico y se dedic¨® especialmente a aguantar el cuero por indicaci¨®n de Sampaoli.
La presi¨®n sincronizada de Brasil incomod¨® al capit¨¢n argentino, al que le cost¨® recibir, tirar paredes, gambetear y dar velocidad al juego de la Albiceleste. A diferencia de citas anteriores, el partido no se resume con una antolog¨ªa de las jugadas de Messi, err¨¢tico incluso en alg¨²n pase, sino con el despliegue colectivo de Argentina.
Argentina ha tenido al mejor de los solistas y, sin embargo, carece desde hace tiempo de solfeo
A Sampaoli le ocupa recuperar el sentido de equipo, convencer a sus futbolistas sobre el plan e ir a por el encuentro a costa de asumir riesgos: los repliegues son dificultosos y la defensa de tres sufre cuando se pierde el bal¨®n, se precisa de m¨¢s continuidad y velocidad en la presi¨®n y hay que tener m¨¢s finura y dinamismo para salir con el cuero desde el ¨¢rea de Romero.
No hay dudas en cualquier caso sobre la capacidad de perseverar de Sampaoli. La propuesta pasa por cuidar la pelota hasta ganar para la causa a Messi. Antes que al 10, hay que hacer part¨ªcipes a los dem¨¢s jugadores del ideario del ext¨¦cnico del Sevilla. El talento del 10 est¨¢ para marcar las diferencias cuando el equipo est¨¦ bien armado, punto de partida de Sampaoli.
¡°Hay una gran diferencia entre Leo y el resto, siempre ser¨¢ el mejor¡±, sentenci¨® el t¨¦cnico cuando se le pregunt¨® por la discreta actuaci¨®n del 10. Sampaoli estaba contento porque nunca temi¨® por la aportaci¨®n del rosarino y, por primera vez en tiempo, el triunfo de Argentina se explicaba sin contar con Messi. El azulgrana no jugar¨¢ en Singapur. Raz¨®n de m¨¢s para seguir hablando de Argentina. Al igual que Guardiola, Sampaoli sabe que para hacer feliz a Messi hay que acertar con el juego y no enga?arle con la alineaci¨®n. Aunque se dude de su liderazgo y no siempre salga bien librado de la comparaci¨®n con Maradona, el 10 es muy inteligente, tanto como para haberse dado cuenta de que Sampaoli quiere lo mejor para la Albiceleste.
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