Toda espa?a sinti¨® lo de Ram¨®n
En la temporada 1966-1967 le fich¨® el Atleti pero en el reconocimiento le descubrieron una valvulopat¨ªa incompatible con el f¨²tbol
Ram¨®n Navarro Bl¨¢zquez, hoy fot¨®grafo de Marca en Sevilla, tiene un recuerdo singular de su padre: "Siempre estaba jugando, en la playa de San Juan. Muchas veces participaban veteranos, futbolistas de verdad. La gente se paraba a verle. ?Qu¨¦ manera de jugar, qu¨¦ manera de chutar!".
As¨ª se quitaba el mono Ram¨®n Navarro L¨®pez, un chico cuya desgracia impresion¨® a toda Espa?a. Naci¨® en Orihuela con el don del f¨²tbol. A los 17 a?os ya estaba en el H¨¦rcules, en Segunda. Con 18 fue internacional juvenil. Con 19 contribuy¨® a su ascenso, como figura del equipo y autor del gol decisivo. Jug¨® en la Sub-21, con una generaci¨®n espl¨¦ndida: Reina, De Felipe, Lico, Uriarte, Marcial¡
Ten¨ªa aire de jugador grande. Era peque?o de estatura, pero muy ancho, muy fuerte. "Es un dado", dec¨ªa la gente. Cuando apareci¨® Sergi, aquel lateral del 'Dream Team', me record¨® su figura. Ram¨®n, extremo izquierda, era veloc¨ªsimo, con un regate endiablado del que sal¨ªa como una piedra del tirachinas y ten¨ªa muy buena pegada al bal¨®n.
Al finalizar su primera temporada entre los grandes, la 66-67, le fich¨® el Atl¨¦tico. Ten¨ªa l¨®gica. El gran Enrique Collar, que llevaba catorce temporadas en el club, iba para los 33 a?os. Ram¨®n ten¨ªa doce menos. Era el relevo ideal.
El contrato se firm¨® el 29 de abril. Cuatro millones, dos al contado y dos en letras a 90 d¨ªas. ?l triplicaba su ficha. El 2 de mayo lleg¨® a Madrid loco de contento, a pasar el preceptivo examen m¨¦dico. Era un torito. ?Qui¨¦n iba a pensar que¡?
La familia estaba en casa el d¨ªa siguiente, viendo el telediario: padre, madre y hermana. ?vidos porque saliera alguna imagen de Ram¨®n, entrenando con el Atleti. Pero lo que sali¨® fue una bomba: el reconocimiento hab¨ªa descubierto una valvulopat¨ªa incompatible con el f¨²tbol. La familia qued¨® arrasada. El padre, un t¨ªo, Riquelme, que hab¨ªa jugado en el Sevilla, y un abogado amigo, salieron para Madrid. Concha, la hermana, se qued¨® con la madre, arrasada en l¨¢grimas: "Mi t¨ªo Riquelme se quej¨® de que Ram¨®n no le hubiera llevado consigo. Conoc¨ªa los manejos del f¨²tbol, pensaba que se podr¨ªa arreglar".
El H¨¦rcules protest¨®. Sus m¨¦dicos y los de la regional alicantina no hab¨ªan descubierto nada, quiz¨¢ porque ten¨ªan peores medios. El informe del Atl¨¦tico lo avalan no s¨®lo los m¨¦dicos del club, doctores Ib¨¢?ez y Garaiz¨¢bal, sino tambi¨¦n un especialista en coraz¨®n, doctor Montes Velarde, y los doctores Garc¨ªa-Moreno y Gabilondo, de la Mutualidad de Futbolistas.
Era la primera vez que se echaba atr¨¢s a un futbolista por un problema card¨ªaco.
Hay debate nacional. En esos d¨ªas est¨¢ en coma un jugador del Atl¨¦tico, el medio Mart¨ªnez, fichado tres a?os antes. En su primer verano en el club cay¨® en coma. Ya no despertar¨ªa hasta morir. En Alicante se piensa que aquel error del cuadro m¨¦dico del Atl¨¦tico quiere ser compensado ahora con una precauci¨®n extrema ante un jugador al que antes no se le hab¨ªa visto nada.
Ram¨®n est¨¢ desolado. A su regreso a Alicante declara: "Lo he perdido todo, hasta mis botas se quedaron en el Manzanares. Fue tan duro que preferimos volver cuanto antes". Pero anuncia su prop¨®sito de buscar nuevas opiniones: en Barcelona, en Par¨ªs o en Londres, si hace falta.
Toda la afici¨®n siente la congoja por este chico, del que se ocupan no s¨®lo los deportivos, sino los diarios generalistas y el telediario. El debate se encanalla. El Atl¨¦tico ya ha pagado los dos millones primeros. ?Y ahora? El H¨¦rcules dice que ese dinero es suyo, y que ya se lo ha gastado en pagos urgentes. El Atl¨¦tico lo reclama. Llega a decir que s¨®lo acepta la no devoluci¨®n de los dos millones si se le entregan a Ram¨®n, al que todo el mundo ha cogido cari?o. El H¨¦rcules replica que el Atl¨¦tico no tiene por qu¨¦ disponer de un dinero que no es suyo.
El 26 de mayo la Federaci¨®n zanja el debate. Retira la ficha a Ram¨®n, por lesi¨®n card¨ªaca incompatible por el f¨²tbol. Da el traspaso por no existente. Obliga al H¨¦rcules a devolver el dinero. Ram¨®n declara: "Me siento como mercanc¨ªa averiada". Pero sigue luchando. Se apunta a la 'mili', para reclamarse de sano. Le aceptan. Hace el Campamento en Rabassa, luego ser¨¢ asistente de un comandante.
Luego, con ocasi¨®n de una visita del Doctor Barnard a Espa?a (estaba muy reciente su primer trasplante de coraz¨®n) viaja con su padre a verle, en el Hotel Mindanao. ?l le recibe, pero no pasa de eso. "En realidad hizo un parip¨¦", piensa la hermana.
Poco a poco deja de ser noticia nacional, aunque su caso movi¨® tanto que se le organiza un homenaje nacional. Se jugar¨¢ el 19 de marzo del 69, en La Vi?a, el campo del H¨¦rcules. Primero, una selecci¨®n nacional de veteranos (con verdaderas glorias, como Ramallets, Marquitos, Puchades o S¨¢nchez Lage, contra otra de veteranos locales. Luego, el H¨¦rcules contra un combinado nacional, en el que no todos colaboran como se pensaba. El equipo es: Reina; Tatono, Gonz¨¢lez, Gustavo; Zunzunegui, Castellano; Veloso, Luis, Vav¨¢, Waldo y Collar. Decepciona la participaci¨®n del Madrid, del que se esperaba que fuera Amancio.
Van 15.000 personas. ?l hace el saque de honor. Es una noche emotiva. La recaudaci¨®n es para ¨¦l y le ayuda a pagar la hipoteca de una casa que hab¨ªa comprado cuando sus expectativas eran otras.
Luego, ordenado y trabajador, saldr¨¢ adelante. Se cas¨® con la hija de un ex futbolista, Emilio Bl¨¢zquez, que hab¨ªa pertenecido al Madrid, el H¨¦rcules y el Alicante. Fue visitador m¨¦dico de unos laboratorios, trabajo que le facilit¨® el doctor Ib¨¢?ez. Tambi¨¦n llev¨® representaciones deportivas. Trabajador y muy capaz de relacionarse, fue feliz, a pesar de que le arrebataran el f¨²tbol. Adem¨¢s de Ram¨®n, el fot¨®grafo, tuvo una hija, B¨¢rbara, que fue campeona juvenil de Espa?a en tenis, y Carlos, piloto de helic¨®pteros.
Con el tiempo, admiti¨® que los m¨¦dicos ten¨ªan raz¨®n. En febrero de 1984 fue noticia porque le implantaron una v¨¢lvula. En una entrevista en As se confesaba: "Yo hice el bruto. Era reacio a dejar el deporte, me ve¨ªa sano y fuerte. Segu¨ªa jugando a escondidas, en equipos de barrio o con los amigos. Jugaba al f¨²tbol y al tenis. No ten¨ªa ning¨²n miedo y he pagado las consecuencias. Quiero avisar a los que est¨¢n en mi situaci¨®n que no hagan las mismas barbaridades que yo."
Falleci¨® en enero de 2006, con 60 a?os. Del coraz¨®n.
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