Cuando menos te lo esperes

Rafael no es un jugador particularmente confiado. Siempre ha mostrado una cautela extrema ante cualquier rival. De hecho, en m¨¢s de una ocasi¨®n he tenido que recordarle de lo que es capaz ante un oponente que, a mi entender, pod¨ªa hacerle poco da?o. El lunes no me hubiera atrevido. El calentamiento, de 10.30 a 11.00 en la pista 14, no fue nada bueno. La tensi¨®n era patente y tanto Francis como yo sab¨ªamos por qu¨¦. Gilles M¨¹ller es un jugador que te puede complicar mucho la vida, en un torneo donde ya todo es complicado de por s¨ª.

Los resultados y los cuadros de Wimbledon 2017

M¨¢s informaci¨®n

'La pasi¨®n es la heredera' (III)

'David Ferrer es el ejemplo' (II)

'Wimbledon, solo Wimbledon' (I)

Todas las columnas de TONI NADAL

Yo ten¨ªa un profesor, cuando era peque?o, que para castigarnos las ganas de hablar en clase, y yo ten¨ªa muchas, nos hac¨ªa juntar los dedos de la mano y posaba la regla encima. Con particular sarcasmo nos dec¨ªa: ¡°Te pegar¨¦ cuando menos te lo esperes. ?Te lo esperas?¡±. ¡°S¨ª, s¨ª¡±, contestaba yo, entrecerrando los ojos y metiendo la cabeza entre los hombros.

En Wimbledon revivo este temor inminente cada vez que, sentado en el box, observo a mi sobrino esperando el saque de su rival, sobre todo si es alguien como M¨¹ller. El luxemburgu¨¦s lleg¨® al partido de octavos de final con el r¨¦cord de aces del torneo, 72, y no es porque su saque sea extremadamente veloz, de hecho y curiosamente, lo es m¨¢s el de Rafael, pero es mort¨ªfero sin paliativos.

El servicio de M¨¹ller es dif¨ªcil de leer como pocos. Amaga el golpe hasta la ¨²ltima mil¨¦sima de segundo, con lo cual, la sorpresa est¨¢ asegurada. Pero la combinaci¨®n que lo hace letal sin ambages son los ¨¢ngulos que consigue y lo mucho que corta la bola. Esto hace que salga disparada al tocar el c¨¦sped y que te la comas o no llegues. Cuando logras poner la bola en movimiento, tampoco mejoran mucho las cosas. Su golpe desde el fondo de la pista es realmente inc¨®modo, con una devoluci¨®n nada f¨¢cil y con el impedimento derivado de no poder imponer nada de ritmo.

A Rafael le cost¨® mucho jugar desahogado, sentirse c¨®modo; de hecho, le cost¨® los dos primeros sets, a modo de aperitivo. Poco antes de comenzar el tercero, Rafael cambi¨® un poco su posici¨®n en la pista. Se coloc¨® m¨¢s atr¨¢s y pudo restar mejor y sentirse m¨¢s competitivo, sensaci¨®n que mantuvo durante toda la tercera y cuarta manga. Cuando lleg¨® el momento del desempate, sin embargo, M¨¹ller volvi¨® a estar sumamente inspirado. No dej¨® de presionar en ning¨²n momento, ni en el servicio ni en el fondo de la pista. La sensaci¨®n de ahogo y de ir a remolque dejaron poco margen a otra opci¨®n que no fuera el azar del ¨²ltimo momento.

Una derrota en un torneo como Wimbledon es un peque?o duelo. La desilusi¨®n duele, la sensaci¨®n de la oportunidad perdida es amarga, pero no olvidamos que hab¨ªamos llegado muy preparados y que esto puede pasar. El a?o que viene mi sobrino tendr¨¢ la ilusi¨®n totalmente renovada para enfrentar Wimbledon 2018, si mantiene sus facultades f¨ªsicas como las de este a?o. Me caben pocas dudas al respecto.

Sus ganas de competir son tan fuertes como mis pret¨¦ritas ganas de hablar en clase.